LA DIFUSIÓN DE LA IMPRENTA

LA IMPOSICIÓN


En el s.XV y XVI los impresores se vieron obligados a utilizar en un mismo volumen, papeles de distinta procedencia porque la industria no podía abastecer del papel necesario; esto planteaba problemas en la disposición del papel en la forma, como ya hemos dicho las prensas primitivas no admitían la impresión de una hoja completa de cada acto de impresión, por eso y para dar mayor rapidez, en especial, a los libros de tamaño cuarto y octavo, se inventó el sistema de la imposición 24 en el que cada página debe ocupar un lugar determinado.

DIFUSIÓN GEOGRÁFICA EN EUROPA


Italia se convirtió en el país de mayor actividad superando a las imprentas alemanas. Las ciudades más activas fueron Venecia, Milán y Florencia.
España, Francia e Inglaterra tuvieron una actividad mucho menor dependiendo el comercio del libro en gran parte de las ediciones italianas.
Durante el s.XVI la imprenta continuó su expansión ascendente, destacó como gran centro impresor la ciudad de Amberes aunque en un principio se dedicaron a abastecer el mercado de la clientela de comerciantes y burgueses de esta propia ciudad, pronto comenzaron a imprimir para la exportación, por ejemplo obras inglesas.

Fig.7 Un taller en el siglo XVII


En Alemania destacó la ciudad de Estrasburgo haciéndose famosas sus ediciones por su calidad. Se convirtió en un centro importante de ilustradores, en esta época llegaron a funcionar en Alemania imprentas en 140 localidades nuevas.
En Francia la actividad editorial fue también muy destacada; el comercio y la industria tipográfica francesa aparecía dividida en dos zonas: la del norte en la que se vendían libros con más importancia en París y la del sur en la que dominaba la ciudad de Lyón que gracias a sus ferias había adquirido las características de una industria de exportación. Sus impresores imitaban las obras venecianas y llegaron a tener representantes en Madrid, Salamanca, Burgos y Barcelona.
En España el Cardenal Jiménez de Cisneros con la colaboración de Antonio de Nebrija hizo imprimir en Alcalá de Henares a Arnao Guillem de Brocar (impresor) la famosa Biblia políglota. Los principales centros impresores de este siglo estuvieron ubicados en Salamanca, Barcelona, Sevilla, Valencia y Madrid. A parte de los libros impresos en nuestro país se importaron obras especialmente de Lyon y Amberes.
En Inglaterra los impresores y libreros lograron crear una industria tipográfica independiente. El deseo de proteger la industria nacional y evitar que penetren las ideas de la reforma luterana motivó que los reyes de Tudor practicaran una política proteccionista. Esto se refleja en la prohibición dada en 1523 de contratar aprendices que no fueran ingleses, el estado concentró la industria tipográfica en Londres limitando el número de talleres, sólo se autorizó a funcionar las prensas que abastecían las universidades de Oxford, Cambrige y una en la ciudad de York.
El problema religioso afectó también de forma notable al mundo de la imprenta, la reforma luterana produjo un cambio considerable en los centros de producción editorial de Alemania, así Leipzig muy activa a comienzos de siglo se eclipsó cuando el católico Jorge de Sajonia comenzó a perseguir a los impresores protestantes.
En cambio, la actividad de lucero impulsó la imprenta en otras ciudades alemanas como Wüttenberg, pues se imprimió la Biblia en alemán y miles de escritos luteranos. Apareció una literatura de combate representada por los panfletos y folletos en alemán que era distribuida por los vendedores ambulantes.
La escritura acumula, almacena, resiste al tiempo mediante el establecimiento de un lugar y multiplica su producción mediante el expansionismo de la reproducción. La lectura no se garantiza contra el desgaste del tiempo (se olvida y se la olvida), no conserva la experiencia lograda, y cada uno de los lugares por donde pasa es una repetición del paraíso perdido25 .
En Ginebra, Calvino creó otro gran centro editor para la difusión de la causa protestante, por su cercanía a la ciudad de Lyon afluyeron muchos oficiales tipográficos que carecían de trabajo.
La contrarreforma comenzó a alterar de nuevo el mapa de los grandes centros editoriales, la decisión del Concilio de Trento de unificar y revisar el texto de los libros litúrgicos según el uso romano favoreció el resurgimiento de las imprentas católicas.
En Italia, las ciudades de Venecia y Roma recobraron su importancia y en los Países Bajos, Amberes bajo influencia española se convertiría en el principal centro editorial de la contrarreforma.
También renació la imprenta en las ciudades del sur de Alemania, así como en Colonia.
En el siglo XVII la literatura profana en la lengua vulgar destinada frecuentemente a un público que ignoraba el latín y en particular a las mujeres se puso de moda en Francia, España, Inglaterra y Holanda, eran textos de venta fácil y rápida. Los talleres tipográficos se multiplicaron en este siglo hasta el punto que apenas hubo una ciudad pequeña que no poseyera imprenta, eran negocios familiares que sobrevivían imprimiendo documentos administrativos, abecedarios o libros de texto elementales.
En este siglo fue muy relevante la imprenta Holandesa, libros de la tutela española iniciaron la conquista de un imperio colonial. Este siglo de oro en Holanda atrajo a muchos intelectuales protestantes franceses que se refugian bajo la tutela de Mauricio de Nassau, así Ámsterdam se convirtió en el segundo centro editorial en lengua francesas después de París y gracias a su posición y sus extensas relaciones comerciales se convirtió en el s.XVIII en centro del comercio del libro europeo.
En Rusia el primer libro que se conoce está impreso en Moscú y data de 1563-1564, se trata del libro del diácono Ivan Fiodorof, titulado “El apóstol” ilustrado con múltiples grabados, durante cerca de un siglo únicamente se publicaron libros litúrgicos, sólo a mediados del s.XVII se comenzaron a editar libros profanos. Todos los libros de esta época tienen un denominador común, el empleo de caracteres cirílicos alcanzó un considerable desarrollo a partir del s.XVIII con grandes tiradas.

HISTORIA DE LA IMPRENTA


La imprenta es cualquier medio mecánico de reproducción de textos en serie mediante el empleo de tipos móviles. Es diferente a la xilografía, grabado en madera sobre una sola plancha. Ambos son inventos chinos, aunque estos no llegaron a extraer a la imprenta todo el rendimiento que era capaz de ofrecer. De cualquier modo, y dada la incomunicación existente entre Oriente y Occidente, puede considerarse que su re-invención en el siglo XV es su verdadero punto de partida, ya que será entonces cuando alcance las dimensiones que de ello cabía esperar.
Muchos países se atribuyen para sí la gloria de la invención de la imprenta. Los holandeses mantienen que su inventor fue Coster26 , en la ciudad de Haarlem, mientras los franceses aseguraron durante años que la imprenta era un invento de los orfebres de Estrasburgo. En realidad, hacía tiempo que se conocía en Europa la prensa y las aleaciones de los metales necesarios para la fabricación de los tipos móviles: pero fue necesario el genio creativo de quien supo combinar diferentes ideas para ofrecer un producto nuevo para que el descubrimiento echara a andar. También debe considerarse como precedente inmediato de la imprenta el libro xilografiado, realizado generalmente a partir de dibujos que se podían colorear posteriormente. Las obras xilografiadas llegaron a alcanzar una relativa popularidad a finales de la Edad Media, especialmente para barajas, juegos y algunos libros de fábulas, así como para la famosa Biblia pauperum o Biblia de los pobres, realizada a base de dibujos.

LA IMPRENTA EN VALENCIA


- S.XVI
A principios del s.XVI se instalaron en Valencia nuevos impresores, el estilo de la imprenta valenciana evolucionó adaptando nuevos tipos como el itálico o romano, abundan las orlas y escudos y los grabados se ejecutan con mayor delicadeza y precisión pero a cambio se utiliza un papel de menor calidad. Son más numerosas las obras de impresos en lengua vulgar en detrimento del latín y se aumentan las tiradas de libros apareciendo el libro de bolsillo.
Entre las nuevas familias de impresores destacan las de Huete, Navarro y Mey. Una de las obras que alcanzó mayor difusión fue la “Vita e Christi” de Sor Isabel de Villena reimpresa en 1513.
Un impresor notable fue también Joan de Timoneda27 , zurrador de profesión, abandonó este oficio para convertirse primero en librero y luego en impresor, fue comediógrafo y poeta y editó numerosos cancioneros en los que incluyó obra propia y ajena.

Fig.8 Xilografía


- S.XVII
A comienzos del s.XVII comienza la imprenta a expandirse por otras ciudades valencianas, Diego de la Torre se estableció en Orihuela en 1602 ha instancia del obispo y contando con los dominicos de la ciudad como clientes. Pero en 1605 falto de trabajo se trasladó a Zaragoza.
Jaime Mesnier introdujo la imprenta en Alicante en 1689 y Francisco Felipe Mey lo hizo en Segorbe en 1613; estos impresores se trasladaban de una ciudad a otra según vieran las posibilidades económicas de ésta.
Los Mey trabajaron mucho en este siglo en la ciudad de Valencia, el fundador de la dinastía había sido Juan Felipe Mey natural de Flandes quién se avecindó en 1535, su hijo Pedro Patricio fue el continuador del negocio
familiar desde 1581 llegando al punto más alto de la maestría en el s.XVII en que imprimió entre otras obras notables una edición del Quijote en 1605, las décadas de la historia de Valencia de Gaspar Escolano en 1610 o los anales del Reino de Valencia de Francisco Diago en 1612. Otro hijo de Juan, llamado Juan Felipe fue además de impresor catedrático de prosodia, griego y retórica de nuestra universidad.
Impresores notables de Valencia del s.XVII fueron también Jerónimo de Milagrosa que fue además grabador; Miguel Sorolla, Claudio Macé y la familia Cabrera. Lo más importante de esta época fue la xilografía28 Durante este siglo la imprenta valenciana sufrió un periodo de decadencia gradual debido a:
1. la baja calidad del papel y la tinta
2. los tipos y caracteres desgastados

- S.XVIII
Este siglo se caracterizó por un resurgimiento del arte tipográfico continuando la expansión de la imprenta en la ciudad de Valencia y en otras poblaciones.
En Alicante se consolidó destacando a Page, Andrés Clemente y Nicolás Carratalá29 . En Orihuela trabajaron Jaime Mesnier y José Vicente Alagarda que firmaba como impresor de la ciudad y del obispo.
En Valencia se fundó la compañía valenciana de libreros e impresores, muy activa entre 1759 y 1765, fundada por Manuel Cavero y Juan Antonio Mallén no tenía como finalidad la ganancia comercial sino que desarrollaba una labor de altura cultural. El erudito Gregorio Mayans comentó alguna de sus ediciones.
Destacaron tres familias de impresores que regentaban las grandes imprentas del XVIII:
- Antonio Bordazar de Artazú que heredó la imprenta de su padre, editó obras de Gregorio Mayans de quien era amigo personal y escribió el mismo varios tratados de historia, matemáticas, astronomía y gramática. Impresor de la ciudad, obispado e inquisición.
- José de Orga trabajó en la imprenta de Bordazar como encargado luego se trasladó a Madrid, su viuda Antonia Gomez volvió a Valencia con una parte de las prensas y de la letreria y comenzó a imprimir con ayuda de sus hijos José y Tomas. Esta imprenta llegaría hasta el s.XIX, entre sus obras destaca la Biblia traducida por el padre Scio en diez volúmenes.
-Benito Monfort30 comenzó a trabajar en la imprenta de la viuda de la viuda de Bordazar, se estableció por su cuenta y se convirtió sucesivamente en impresor de los jesuitas, de la universidad, de la ciudad y de otras instituciones académicas, entre sus obras destaca la Opera Omnia de Juan Luis Vives en ocho volúmenes, y la Historia de España de Juan de Mariane en nueve volúmenes. La imprenta Monfort continuaría hasta 1852 en que la regentaba su bisnieta Magdalena Monfort Rius.
La imprenta del s.XVIII destacaba por utilizar tipos de talla perfecta, papel y tinta de gran calidad, amplio margen y suntuosos grabados; también aparecen en este siglo imprentas propias de periódicos como el Diario de Valencia que comenzó a editarse en 1790, que tenía un taller independiente al mes de editar su primer número. Se editaron para clases populares, multitud de coloquios, romances y hojas sueltas que despreciados por eruditos y bibliotecarios han desaparecido en su mayor parte.

EL NUEVO MUNDO


-Méjico
En 1539 Fray Juan de Zumarraga obtuvo permiso de la Corona Española para establecer en Méjico un molino de papel y una imprenta, para ello el impresor sevillano Juan Croberger envió a uno de sus tipográficos, Juan Pablo, con una prensa. Éste comenzó a imprimir abecedarios, obras destinadas a la instrucción religiosa de los indios y algunos tratados jurídicos. En 1550 llegó a la ciudad un fundidor de tipos también sevillano llamado Antonio de Espinosa quien realizó para Pablo caracteres romanos que sustituyeron a los góticos que se habían utilizado hasta entonces. Los incunables mejicanos son de 1539 a 1550.
A finales del s.XVI y durante el XVII ya funcionaban numerosas imprentas, llegándose a imprimir 1228 obras en este segundo siglo.
-Perú
En 1584 Antonio Ricardo31 estableció en Lima la primera imprenta, lo habían llamado los jesuitas que poseían en la capital de Perú un importante colegio, y necesitaban libros para evangelizar Las Indias.
En el s.XVIII Lima contaba ya con 10.000 habitantes, una universidad con 80 profesores y tres talleres de impresión.
- Estados Unidos
La primera imprenta se instaló en 1638 en Nueva Inglaterra, colonia fundada en los alrededores de Massachussets, no obstante la imprenta tardó bastante en desarrollarse en América del Norte.
Así en 1674 se instaló un taller en Boston y en 1685 en Philadelphia. Seria en el s.XVIII cuando alcanzaría una gran expansión a través de los periódicos. Las primeras gacetas norteamericanas copiaban a menudo a las europeas, pero contienen noticias interesantes para la reconstrucción de la vida cotidiana de aquellas ciudades.
El impresor que abría un taller solía fundar un periódico del cual muchas veces era el único redactor.
Dados las grandes distancias y la necesidad de encontrar lectores se comenzó a enviar ejemplares por correo. Esto hizo que en más de una ocasión el jefe de correos local se convertía en impresor o viceversa. Por ello los talleres tipográficos americanos hacían en ocasiones las veces de relevo de pastas (cuando llega la diligencia al pueblo cambian las ruedas) y la tienda donde además de libros se vendían múltiples objetos.
-Extremo Oriente
Tras la llegada a China y Japón por los portugueses, los jesuitas introdujeron los últimos adelantos de la imprenta occidental en Extremo Oriente.
San Francisco Javier y sus sucesores se limitaron en principio a utilizar los procedimientos tradicionales en China. Pero en 1584 el Padre Valig Nano se propuso introducir los caracteres móviles fundados al estilo europeo, así imprimió una obra escolar en 1589 y se comenzó la traducción al chino de los tratados más importantes de la ciencia y la cultura occidental. Se logró publicar una enciclopedia de temas matemáticos y científicos de más de cien volúmenes.