LA INVENCIÓN DE LA IMPRENTA EN CHINA Y EUROPA

LA INVENCIÓN DE LA IMPRENTA EN EUROPA


La imprenta fue inventada en la ciudad alemana de Maguncia por Gutemberg aunque se estaba trabajando en la creación de este invento simultáneamente en Italia y Holanda.
En Holanda, se considera a Lorenzo Coster como el inventor de los caracteres móviles porque lo hace al mismo tiempo que Gutemberg.
La técnica de la imprenta manual se centra en tres elementos manuales: el primero de los caracteres móviles, en metal fundido, el segundo, la tinta grasa y tercera, la prensa.

GUTEMBERG, FUST Y SHÖEFFER


Juan Gutemberg nació en Maguncia (Alemania) hacia el año 1400 en el seno de una familia de la nobleza, a consecuencia de los enfrentamientos entre la nobleza y la burguesía se traslado con su familia a Strasburgo.
Allí se asoció con otras tres personas para conseguir crear los primero tipos móviles y hacia 1440 con éstos y adaptando una antigua prensa de uva, realizó las primeras impresiones en el más absoluto secreto, no se sabría hasta 1444.
Regresó de nuevo a Maguncia donde realizó el primer impreso que puede atribuirse a él en 1450, para ello contaba con la ayuda económica del platero y abogado Juan Fust que le prestó 800 gúldens (moneda de la época).
Este libro primero de la tipografía europea lleva por título “Misal de Constanza” y sólo se conservan tres ejemplares en el mundo. En 1452 imprimió la “Biblia de las 42 líneas” porque tenía ese numero de líneas por columna; esta obra no llegó a acabarla Gutemberg, pues su socio Fust le reclamó el dinero prestado y al no poder devolverlo el taller de impresión que había puesto como garantía , pasó a propiedad de Fust.
Entonces Fust se asoció con un antiguo copista y calígrafo Pedro Shöeffer hasta entonces empleado de Gutemberg, con quien había aprendido a fundir los tipos e imprimir, quien acabaría la obra.
Shöeffer se casó con la hija de Fust y siguió al frente de la imprenta de donde salió en 1457 la obra titulada “Psalterio de Maguncia” importantísima en la historia del libro por las siguientes características:
1. Es la primera obra impresa que lleva pié de imprenta (lugar y año de impresión).
2. La primera que lleva marca de impresor.
3. La primera que lleva colofón.
4. La primera ilustrada. Las iniciales de los capítulos grabadas, lo que no volvería a ocurrir hasta 20 años más tarde.
5. La primera impresa en más de un color (negro, rojo y azul).
6. La primera que pasó directamente del impresor al encuadernador.
7. La primera obra que tiene una errata corregida.
En 1460 Gutemberg a causa de la ceguera abandonó el trabajo de impresor y en 1465 se le nombró gentilhombre de la corte por el elector arzobispo de Maguncia, muriendo en dicha ciudad en 1468.
Hacia el siglo VIII de nuestra era, la escritura alfabética irrumpió en la cultura griega, llego en un mundo que desde hacía mucho tiempo era el de la tradición oral.
La introducción del intervalo no bastó para generalizar la lectura silenciosa en la Edad Media. Fue preciso algo más que esa innovación técnica llevada a cabo ya en el siglo VII de nuestra era. Fueron precisas las exigencias de la ciencia escolástica para que las ventajas de la lectura silenciosa -rapidez, inteligibilidad- fueran descubiertas y explotadas en gran escala. Efectivamente, fue en el seno de la ciencia escolástica donde pudo «cuajar» la lectura silenciosa, si bien permaneció prácticamente desconocida en el resto de la sociedad medieval. Y del mismo modo -digo yo- el manejo de grandes cantidades de textos no sería un factor suficiente para que la lectura silenciosa «cuajase» a lo largo del siglo V a.C. en determinados círculos de la Grecia antigua. La lectura extensiva parece más bien ser fruto de una innovación cualitativa en la actitud respecto de lo escrito. Fruto detodo un contexto mental, nuevo y poderoso, capaz de reestructurar las categorías de la lectura tradicional. Porque no cabe qu
de la lectura silenciosa fuese estructurada solamente por el hecho cuantitativo: verdad es que el propio Knox no cita más que a autores postclásicos -por ejemplo, el muy erudito Dídimo de Alejandría, autor de varios millares de libros- cuando quiere evocar las dilatadas lecturas de los clásicos. Puede serlo, en cambio, mediante la experiencia del teatro12.

INTRODUCCIÓN DE LA IMPRENTA EN VALENCIA


El introductor de la imprenta en Valencia fue Lambert Palmart, quien llegó a nuestra ciudad hacia 1470.
En 1477 imprimió la “Tertia pars Summe Santi Tome” (la tercera parte de la suma de santo Tomás), en el colofón está el nombre del impresor.
El bibliógrafo Serrano Morales comparando el papel y los tipos (letras) de esta obra atribuye a Palmart dos libros con fecha de impresión anterior, en los que no aparece su nombre, las obras son “Salusti” y “Comprehensorium” que se imprimieron en 1475.
A parte le atribuye una tercera en la que no aparece colofón, fecha ni nombre del impresor que se presupone fue realizada en 1474 y era “Obres et trobes”.

Fig.4 Primer libro impreso valenciano


De esta obra sólo se conoce un ejemplar que se conserva en la biblioteca universitaria de Valencia. Consiste en una recopilación de 40 poesías en valenciano, cuatro en castellano y una en italiano; premiadas en un certamen literario celebrado en la ciudad de Valencia el 11 de febrero de 1474; van encabezadas por una poesía de Bernard Fenollar que fue secretario del jurado.
Durante mucho tiempo se le consideró como el primer libro impreso en España aunque otros discutían su privacidad con impresos de Barcelona y Zaragoza.
Palmart imprimió también la “Biblia Valenciana de Fray Bonifacio Ferrer”en 1478 una de las primeras traducciones de esta obra a una lengua vulgar,
La introducción de la imprenta en Valencia en época tan temprana da idea del alto nivel económico y cultural de la ciudad en el s.XV.
El responsable de la instalación de Palmart en Valencia fue el mercader alemán Jaime Vitzlant, agente y representante de la gran compañía comercial Ravensburg; creó junto a Palmart el primer negocio editorial valenciano. Junto a ellos trabajó Alfonso Fernández de Córdoba quién aprendió el oficio y más tarde se estableció por su cuenta.
A finales del s.XV ya había muchos tipógrafos en Valencia como: Spideler, Juan Rosenbach y Juan Jofré.
Como he mencionado anteriormente en la introducción, El llevar a buen puerto semejante indagación supone prestar minuciosa atención a la manera en que se lleva a cabo el encuentro entre “el mundo del texto” y “el mundo del lector”, términos que tomamos de Paul Ricoeur 13 y Svendro14 .sus dimensiones históricas ese proceso exige, tener en cuenta que sus respectivos significados dependen de las formas y las circunstancias a través de las cuales sus lectores los reciben y se los apropian. Conviene tener en cuenta que la lectura es siempre una práctica encarnada en ciertos gestos, espacios y hábitos.
Una historia de largo alcance de las lecturas y los lectores ha de ser la de la historicidad de los modos de utilización, de comprensión y de apropiación de los textos. Considera al mundo del texto como un mundo de objetos, ritos y formas cuyas convenciones y disposiciones sirven de soporte y obligan a la construcción del sentido. Por otro lado, considera asimismo que el mundo del lector esta constituido por comunidades de interpretación, según la expresión de Stanley Fish15 , a las que pertenecen los lectores/as singulares.
Para cada una de las comunidades de interpretación identificadas, la relación con lo escrito se efectúa a través de las técnicas, los gestos y los modos de ser.
Valencia fue la ciudad española en la que editaron más libros en este siglo y se exportaron al resto de ciudades de la península y al extranjero.
Las letras más usadas fueron la gótica o la redonda o venenciana; como necesitaban grades capitales de dinero los impresores se asociaron con comerciantes y notarios, así la edición del Tiranto lo Blanc impresa en 1489 por Juan Rix de Cura asociado a Spideler, éste impresor llegó a tener agentes en las ferias españolas y extranjeras para vender sus obras.