The
Dumb Waiter
By Harold Pinter
Presentada por
primera vez en el Hampstead Theatre Club el 21 de Enero de 1960, dirigida por
James Roose-Evans, y posteriormente presentada en el Royal Court Theatre, el 8
de Marzo de 1960,con el mismo reparto y director.
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La obra se desarrolla en el sótano de una antigua casa señorial británica con la característica de un montacargas que comunica este sótano con otra habitación superior, y que da nombre a la obra. La habitación en la cual ocurre toda la obra es en la que están los dos únicos actores que participan en la obra, aunque hay alusiones a más personas alrededor. Gus y Ben son dos sicarios por lo que se da a entender a lo largo de la obra, que están esperando que les llegue un comunicado que les permita cumplir su próxima misión. Mientras reflexionan de forma frugal sobre sus vidas y las de los demás, en especial las de aquellos que han segado o van a hacerlo.
Gus parece mucho más reflexivo y sensible a lo que pasa a su alrededor,
preocupándose por lo que ocurre fuera de su mundo de asesinos a sueldo.
Ben por el contrario es más seco y tajante, se limita a aceptar su destino y el
de los demás, ya que dependiendo de lo que ponga en esa nota que les llegará,
una o más vidas acabarán en sus manos, y no le gusta pensar en esas personas
como tales, sino más bien convertirlas en “objetivos”.
El autor no da ninguna referencia concreta sobre el
aspecto o edad de los dos personajes, salvo que ambos llevan camisa, pantalones
y tirantes. Es por ello que con estas escasas referencias a su indumentaria, a
uno se le vienen a la cabeza la imagen de dos asesinos estilo película, los
típicos sicarios de traje y gafas de sol – muy parecido a la adaptación que se
hizo de la obra en Japón, donde Gus y Ben iban vestidos como los M.I.B. -
Como ya he mencionado, la obra se desarrolla en un único
escenario; la habitación comunicada con la superior a través del montacargas.
Los personajes sólo reciben noticias del exterior por las cartas que su jefe
les envía. Esto es, están incomunicados casi completamente con todo lo que les
rodea hasta que acaban la misión para la que han sido convocados. La habitación
en la que están es el sótano de una casa antigua; tiene dos camas adosadas a
una pared pintada de negro, una pequeña cocina en la que no hay gas ni comida,
un cuarto de baño, y en medio de ambas camas, el montacargas.
El tiempo en esta obra es relativo; no se sabe exactamente cuanto tiempo pasan
Gus y Ben esperando que llegue la nota con la misión del día. Tampoco se sabe
con certeza si es de día o de noche ya que unido al hecho de que están en el
sótano de una casa, no hace el autor muchas referencias a la hora que es. Los
personajes sólo se sitúan en el tiempo según la nota que debe llegarles; cuando
la reciban será la hora de cumplir la misión. Nada más.
Por como se hablan, se deduce que Ben y Gus se conocen desde hace tiempo, y
poseen la confianza suficiente para tutearse, pero no para hablar sincera o
abiertamente sobre los tabúes de su profesión. Parece cono si Gus fuese más
joven que Ben, pues desempeña un papel más inexperto o sensible respecto a los
acontecimientos que van a llevar a cabo o han sucedido con anterioridad,
mientras que Ben parece tener más experiencia en el tema, restándole
importancia y crueldad a su trabajo. Parecen el discípulo y el maestro en algunas
ocasiones.
Es una obra que me ha gustado bastante pero que cuando empezaba a engancharme, se acaba, de manera que al ser tan breve no sabes si realmente a sucedido todo lo que tenía que suceder y te quedas con ganas de más. A pesar de todo, contiene lo necesario para que una obra no resulte pesada de leer; tiene momentos de complicidad entre personajes, de reflexión, y sobre todo, es corta, característica aplicable a varias de las obras de Pinter. La recomiendo para leer, ya que tiene chispa y dan ganas de verla representada.
Academic year 2004/2005
© a.r.e.a./Dr.Vicente
Forés López
©Paola Enguix Fernández
Universitat de València
Press
paenfer@alumni.uv.es