"Lo conocí a los 13 años,
y desde entonces nos enamoramos. Luego me casé a los 16 porque
estaba embarazada. Él ya me pegaba desde que éramos novios
pero pensé que si nos casábamos esto iba a cambiar, pero
no cambió, siguió pegándome inclusive cuando estaba
embarazada.
Era muy celoso y posesivo, siempre quería
que las cosas se hicieran a su manera, sino...golpe. Siempre estaba
molesto, me pegaba hasta porque las cosas de los chicos estaban desordenadas,
pero yo lo quería tanto que aguantaba. Me pateaba, me estiraba
del pelo, me insultaba y lo peor es que lo hacía delante de mis
hijos, eso yo no lo podía soportar, porque mis hijos aprendieron
a tenerle terror a su padre.
Lo que más me afectaba era que yo
siempre daba, a pesar de todo lo trataba bien, le servía, le
complacía, siempre con la esperanza de que él cambiara,
pero nada, él seguía con los golpes.
A veces me amenazaba con irse, "Me
voy a ir", me decía y yo tenía miedo de quedarme
sola con mis hijos, ¿quién me iba a dar dinero para subsistir?
Pero a pesar de todo logramos muchas cosas juntos, compramos nuestro
terreno, construimos nuestra casa, y otras cosas.
Estuve 19 años casada con él,
pero un día dije: hasta aquí! Era un sábado y había
una fiesta. Él nunca me había sacado para ir a una fiesta,
así que yo se lo exigí y fuimos. Estuvo bebiendo, y por
un desacuerdo me pegó en frente de sus amigos, me sentí
tan humillada que decidí dejarlo.
Tenía pánico de que me volviera
a buscar, tuve que huir con mis hijos a la casa de mis padres. Sentía
que no valía nada, yo no lo hice por mí, sino por mis
hijos, que son los más importantes. Llegó un momento en
el que pensé matarme, porque estaba convencida de que mi muerte
no iba a afectar a nadie, y menos a él. Es que lo veía
tan por encima de mí! No iba a poder ser capaz de vivir sin él,
no me sentía capaz de valerme por mí misma y de sacar
a mis hijos adelante por mi propio esfuerzo. Tanto daño me había
hecho que me anuló como persona.
Sin embargo, un día mi hermana me
llevó a una asociación de mujeres maltratadas y ahí
por primera vez en sentí ayudada y valorada, por primera vez
alguien se preocupaba por mis problemas, me ayudaron bastante.
Ahora estoy demandando a mi esposo para
que salga de mi casa. Él quiere que le ceda todo, hasta mi parte
de la casa, tuvimos una pelea y me pegó, pero no me dejó
huellas y la policía no me creyó, parece que tengo que
estar casi moribunda para que me hagan caso. Lo peor es que tengo que
vivir en mi casa para que no me la quite, pero tengo tanto miedo que
vivo dentro del cuarto de mi hija, para que no me encuentre y no me
pegue. La única esperanza es que la fiscal me de esa medida de
protección para poderlo echar de mi casa y así, ya no
vivir presionada y preocupada como vivo ahora..."
mujermaltratada@universia.es