Cómo llegar.
Milán tiene tres aeropuertos: el Aeroporto di Linate, el Aeroporto Malpensa y el Aeroporto Malpensa 2000 (estos dos últimos son los más utilizados). Además, cuenta con un buen servicio de conexión de trenes con el resto de Italia, los cuales arriban a la Stazione Centrale, en la Piazza Duca d'Aosta, así que si vienen de Roma pueden fácilmente abordar alguno de los trenes que parten cada hora hacia Milán (con un recorrido que dura cinco horas), y que cuesta alrededor de €40.
Dónde hospedarse.
En Milán los precios de las habitaciones ya incluyen el respectivo impuesto. Aquí encontrarán muchas opciones de hospedaje y en ciertas épocas del año es muy fácil encontrar sitio sin tener que hacer reservaciones. Sin embargo, si deciden ir en temporada de desfiles de moda, deberán tomar sus precauciones al respecto.
Qué comer.
Al contrario del resto de Italia, en Milán prefieren la mantequilla al aceite de oliva, y eso se nota en el distintivo sabor de las comidas. Otra característica de esta cocina es el rebosado de los alimentos, que en nuestro país conocemos muy bien (quién no se ha comido un bistec a la milanesa, por ejemplo). Una de las especialidades de estas tierras es el osso buco, que viene casi siempre acompañado de un buen risotto. También de aquí son el queso Gorgonzola y el Panettone.
Cómo trasladarse.
La más rápida forma de ir de un lugar a otro en Milán es utilizando el Metro, que cuesta un euro (además pueden adquirir tickets para viajes múltiples. Uno por seis días, con dos viajes diarios, sale en €6,70), pero si quieren disfrutar de la belleza de la ciudad, el transporte superficial también es una buena opción. La tarifa está unificada, el billete cuesta 1 euro y es válido durante 75 minutos en todas las líneas, pero no puede ser utilizado dos veces. Se vende en kioscos de periódicos, bares, cigarreras y expendedoras automáticas. No se puede adquirir en el propio transporte. Este servicio funciona de 6 am hasta la medianoche, pero hay algunos autobuses que prestan servicio nocturno. Los taxis en Milán son de color blanco. La tarifa inicial es de €3,10 con un cargo extra de otros €3,10 si es de noche, en días feriados hay que pagar adicionalmente €1,55.
Lo que no hay que perderse:
Il Duomo:
El Duomo es el símbolo de la ciudad, una de las edificaciones religiosas más grandes de Europa. Esta Catedral está construida totalmente en mármol, sus trabajos se iniciaron en 1386 y fueron culminados después de seis siglos, en 1966, cuando se colocó la última puerta de bronce en su fachada. Es una construcción fascinante e imponente, además de ser la más fiel exponente de la arquitectura gótica en Italia. No deben dejar de subir a la terraza, ahí caminarán a través de un bosque de torrecillas y estatuas de mármol, incluyendo la Madonnina, la espectacular estatua dorada que corona la Catedral. Y si están realmente interesados en el pasado, les recomiendo que visiten el Battistero Paleocristiano, unas ruinas subterráneas, que se encuentran justo debajo de la Piazza del Duomo, y que se cree
datan del Siglo 4. Aquí se encuentran los restos del primer Arzobispo de Milán y Santo Patrón de la ciudad, Ambrogio. La visita no estará completa sin echarle un vistazo al Museo del Duomo, también en la Piazza, pero con sede en el Palazzo Reale, donde obtendrán más conocimientos de la historia de la Catedral y verán algunos de los tesoros que en ella se encontraron. El Duomo está abierto diariamente de 6:45 am a 6:50 pm, la visita es gratuita; la terraza abre de 9 am a 5:30 pm y para subir deberán pagar €4,65 si usan el ascensor o €3,10 si suben por las escaleras; pueden entrar al Battistero de martes a domingo, de 9:30 am a 5 pm, costo: €1,50 y el Museo del Duomo abre todos los días de 9:30 am a 12:30 pm y de 3 pm a 6 pm. Admisión € 6.
Castello Sforzesco:
este castillo alberga varios museos municipales que muestran antigüedades egipcias, instrumentos musicales, pinturas y esculturas. Sus obras más preciadas se encuentran en la Sala delle Asse del Museo d'Arte Antica, donde se exhibe un fresco cuya autoría es atribuida a Leonardo Da Vinci y la inconclusa Rondanini Pietà, de Miguel Angel. Es gratis y abre al público de martes a domingo, de 9 am a 5:30 pm.
Pinacoteca di Brera:
es una de las mayores colecciones de arte del mundo. Hay piezas de notables pintores italianos como Rafael y Caravaggio. Abre de 8:30 am a 7 pm. Cierra los lunes. Costo: €6,20.
Santa Maria delle Grazie:
es una Iglesia gótica del siglo 15 cuyas más importantes secciones fueron diseñadas por el gran Bramante, pero su verdadero atractivo es el mural realizado por Leonardo Da Vinci en el convento anexo, "La Última Cena" (Il Cenacolo Vinciano). Este fresco ha soportado bastantes desastres y tuvo que ser restaurado completamente en 1999. Hoy ha recobrado su antiguo brillo, pero en un esfuerzo por mantenerlo de esta manera, sólo se permite que veinte personas lo visiten a la vez y por un período no mayor de quince minutos. Debido a ello si desean verlo de cerca, es obligatorio que hagan una reservación previa. Para entrar a la Iglesia no hay que pagar nada, pero para ver el fresco deberán cancelar €6,50 más €1,05 por la reservación. Abre de martes a sábado, de 8:15 am a 6:45 pm. Las puertas se cierran al público 45 minutos antes de la hora señalada. Deben ir preparados para esperar en una cola y para que, antes de ver la pintura, sean pasados a un salón donde los desinfectarán.
Teatro alla Scala:
aquí cantaron personajes tan famosos como Verdi y María Callas. Tiene un museo que exhibe muchas cosas en muy poco espacio, pero es el sitio perfecto para los amantes de la ópera, pues hallarán en él bustos y retratos de cantantes italianos y extranjeros, máscaras, disfraces, programas autografiados, escenografías y hasta la máscara de muerte de Verdi (con todo y sus vellos faciales). Abre de 9 am a 12 m y de 2 pm a 5 pm.
Pinacoteca Ambrosiana:
este museo fue fundado en el siglo 17 y en su interior pueden admirar "Cesta de Frutas", de Caravaggio y los bosquejos de "La Escuela de Atenas", de Rafael, que es exhibida en el Vaticano. Hay además pinturas de Leonardo, Botticelli, Luini, Titian y Brueghel. El museo abre sus puertas al público de martes a domingo, de 10 am a 5:30 pm. Entrada: €6,20.
Cimitero Monumentale:
aquí está enterrada la creme de la creme de Milán y si ustedes quieren pasar a formar parte de esta elite cuando abandonen este mundo, lo único que deben hacer es comprar su puesto, que puede llegar a costar hasta €28 mil. Entre los sepulcros destacan relucientes templos griegos, elaborados obeliscos, una copia de "La Última Cena", un monumento en honor de los 800 milaneses que murieron en campos de concentración nazi y hasta una versión de la Columna de Trajan. Este "museo al aire libre" posee hasta una guía turística ilustrada, para que los interesados conozcan quién es quién. La entrada es gratuita y está abierto de martes a domingo, de 8:30 am a 5:15 pm.
Basílica di San Ambrogio:
aunque todavía conserva fragmentos de la original, ésta es una réplica de la Basílica inicial, que fue construida en el siglo 4 por San Ambrogio cuando era Arzobispo de Milán y esta ciudad era la capital del Imperio Romano. Aquí se encuentra el Museo della Basilica di Sant'Ambrogio, que exhibe piezas antiguas, como un altar del siglo 9, hecho de metales preciosos, además de pinturas, esculturas y tapicerías flamencas. La entrada a la Iglesia es gratis y abre de lunes a sábado, de 7am al mediodía y de 2:30 pm a 7 pm; los domingos de 7 am a 7:45 pm. El Museo está abierto de miércoles a sábado de 10 am a 12 m y de 3 pm a 5 pm; los domingos de 3 a 5pm. Costo: €1,50.
Visita la galeria de imagenes
También es buena idea visitar el Museo Poldi-Pezzoli, un elegante y suntuoso salón lleno de invaluables tesoros (€6); el Museo Civico Archeologico, un antiguo monasterio que ahora guarda reliquias del Imperio Romano (gratis) y el Museo Nazionale della Scienza e della Tecnica Leonardo da Vinci, donde quien sea fanático de Da Vinci podría pasar fácilmente una semana viendo todos sus inventos.