BOOKS
WRITTEN BY ROLAND BARTHES
El
imperio de los signos
El Japón es el
país de la escritura. En 1970, Roland Barthes dedica una obra al sistema
simbólico japonés, en un viaje no por el Japón real, sino por el de sus signos.
Barthes no es el turista que pasea por las calles, degusta la gastronomía o
asiste a representaciones teatrales, sino el semiólogo que se afana por
interpretar el significado y el significante. El resultado es un tratado sobre
el signo, sus reglas y su belleza. Éste es un libro de culto para todos
aquellos que aceptan el extrañamiento que supone la confrontación con la
civilización japonesa.
©
http://www.lecturalia.com/libro/16662/el-imperio-de-los-signos
Lo neutro
El segundo
volumen de los seminarios dictados en el Collège de France reflejan el
desarrollo conceptual de Barthes, el semiólogo contemporáneo que aunó lucidez,
estilo y perspicacia crítica. La edición en castellano de estos textos está al
cuidado de Beatriz Sarlo y este volumen cuenta con un prólogo de Nicolás Rosa.
Casi en la apertura de esta obra, el autor define lo Neutro como aquello que
desbarata el paradigma; es decir aquello que no permite resolver el sentido por
el método binario, que no permite pensar tampoco en ninguna superación de
oposiciones, en ningún final de proceso o estabilidad de cualidades en tensión.
Ni masculino ni femenino, lo Neutro es, a la vez, una amenaza a todo orden y
una utopía tanto espacial como subjetiva. Lo Neutro barthesiano se resiste a
toda regulación. Por eso, este Seminario es el más sutilmente marcado por la
autobiografía personal e intelectual y anuncia la flexión subjetiva del último
sobre la novela, que próximamente publicará Siglo XXI.
©
http://www.lecturalia.com/libro/16683/lo-neutro
Lo obvio y lo obtuso
En cualquier intento de expresión podemos
distinguir tres niveles: el nivel de la comunicación, el del significado, que
permanece siempre en un plano simbólico, en el plano de los signos, y el nivel
que R. Barthes llama de la significancia. Pero en el sentido simbólico, el que
permanece a nivel de signos, se puede distinguir dos facetas en cierto modo
contradictorias: la primera es intencional no es ni más ni menos que lo que ha
querido decir el autor, como extraída de un léxico general de los símbolos; es un
sentido claro y patente que no necesita exégesis de ningún género, es lo que
está ante los ojos, el sentido obvio. Pero hay otro sentido, el sobreañadido,
el que viene a ser como una especie de suplemento que el intelecto no llega a
asimilar, testarudo, huidizo, pertinaz, resbaladizo. Barthes propone llamarlo
el sentido obtuso.
En toda obra literaria se afirma una realidad formal independiente de
la lengua y del estilo: la escritura considerada como la relación que establece
el escritor con la sociedad, el lenguaje literario transformado por su destino
social. Esta tercera dimensión de la forma tiene una historia que sigue paso a
paso el desgarramiento de la conciencia burguesa: de la escritura transparente
de los Clásicos a la cada vez más perturbadora del siglo XIX, para llegar a la
escritura neutra de nuestros días. Esta relación entre literatura e historia
(entre el escritor y la sociedad) aparece ilustrada en el presente volumen por
estudios sobre diversos autores: de
© http://www.paradigmalibros.com/libros/7/987110548.html
En un intento por
descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, esto es,
desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés en la que
quedaron atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento como
la mujer, el sexo y el amor, la justicia, el pueblo y la revolución, la muerte
y el sueño o la religión y la sangre, Roland Barthes teje a su vez una red en
la que los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el
verdadero rostro del historiador.
© http://www.lecturalia.com/libro/16664/michelet
En esto obra,
la mirada de Roland Barthes y su análisis sobre nuestros mitos modernos
desnudan la espesa capa de significaciones que envuelve todos los fenómenos y
objetos de nuestra vida diaria y que muestra cómo la idea de realidad no deja
de ser absolutamente histórica. Mitologías es uno de los trabajos más populares
de este autor. Aquí, el intelectual se presenta además como humorista y
escritor, como estilista de los mitos que nos rodean. El análisis semiológico
de lo cotidiano propuesto por Barthes a partir de esta obra inaugura una
práctica intelectual que continúa en nuestros días, y que busca trascender la
escisión entre la "objetividad del sabio" y la "subjetividad del
escritor".
© http://www.lecturalia.com/libro/16665/mitologias
Sobre Racine no fue armado como un libro que hablara, llanamente, de
Racine. Barthes se propuso ensayar un lenguaje que no existía previamente pero
que, no obastante, era lo que le permitía hablar; un lenguaje que se iba
emplazando conforme se escribía pero que ya estaba escrito; que remonta al
marxismo, al psicoanálisis, a la antropología estructural pero al mismo
tiempo desmonta y cruza sus lenguajes.
© http://www.lsf.com.ar/libros/99/SOBRE-RACINE/
Roland Barthes se convirtió en la figura más
representativa de la llamada «nouvelle critique» aplicando al análisis de la
obra literaria en su relación con un lector (no con el autor mismo) las
aportaciones de sistemas, métodos y ciencias nuevos como puedan ser la
lingüística, el estructuralismo, el psicoanálisis o el marxismo. Sus estudios
no versan sobre la circunstancia externa de la obra, los hechos literarios y
las situaciones psicológicas o sociales que reflejan, competencia de la
historia de la literatura, de
El presente volumen agrupa bajo el título de Ensayos críticos más de treinta
artículos y estudios publicados por el autor a lo largo de diez años. Sus temas
van desde el tratamiento de clásicos como Tácito,
© http://www.seix-barral.es/fichalibro.asp?libro=725
© http://www.agapea.com/libros/LA-TORRE-EIFFEL-Textos-sobre-la-imagen-isbn-8449310539-i.htm
© http://www.amazon.com/Elements-Semiology-Roland-Barthes/dp/0374521468
Criticism and Truth
Con
apasionada eficacia Roland Barthes establece en este libro fuertemente
polémico, los presupuestos de una ciencia de la literatura que supere las
concepciones idealistas sustentadas hasta ahora. La clara exposición del autor
de El grado cero de la escritura destaca las implicancias ideológicas de la
nueva crítica y rescata su valor socio-político demostrando la falacia de
aquellos que quieren convertirla en un puro formalismo ahistórico.
© http://www.tirant.com/catalan/detalle?articulo=8232312126
En este libro, sin embargo, el francés Roland Barthes la
cuestiona desde un punto de vista distinto: considerándola a través de las
descripciones de la prensa, descubre en ella un sistema de significaciones y la
somete por primera vez a un verdadero análisis semántico. ¿Cómo los hombres y
las mujeres pueden crear sentido a través de sus vestimentas?
Al intentar responder a esta pregunta, el autor se encuentra
con una de las preocupaciones básicas de la antropología, sobre todo la de los
años sesenta y setenta, cuando estos trabajos se convirtieron en clásicos: la
extensión del análisis lingüístico al conjunto de los fenómenos culturales.
Pero, a la vez, Barthes también cuestiona el modo en que nuestra sociedad asume
o elude la arbitrariedad de los sentidos que elabora, por lo que este libro
sobre la moda es también un libro sobre los signos sociales que la hacen
posible.
© http://perroscallejeros.wordpress.com/2007/05/01/el-sistema-de-la-moda-roland-barthes/
Barthes postula, y demuestra
claramente en esta obra, las formas en que la narrativa y otros sistemas
culturales se combinan para fijar una dirección de lectura determinada,
aparentemente natural, coherente, establecida y aceptable.
Sin embargo, semejante legibilidad no puede contener totalmente la
proliferación de sentidos, los excesos de la lengua, las aberraciones, lo fuera
de código, la indeterminación; aquello que la literatura de vanguardia
representa, en suma, en este caso asignado a una obra clásica donde se ponen en
juego la economía, el sexo y el lenguaje.
S/Z es una original experiencia crítica de trabajo y de escritura que
aporta una nota de inspirada renovación a la exégesis de la literatura mediante
procedimientos disímiles: la argumentación apoyada en un itinerario de citas,
los comentarios disyuntivos, las traslaciones de significados de uno a otro
campo de interpretación y una meticulosa lectura, frase por frase, de la novela
corta de Balzac, Sarrasine.
© http://www.lecturalia.com/libro/16672/s-z
Sade, Fourier e Ignacio de
Loyola fueron clasificadores y fundadores de lenguas: la lengua del placer
erótico, la legua del bienestar social y la lengua de la interpelación divina;
cada uno puso en la construcción de esta segunda lengua toda la energía de una
pasión. Sin embargo, inventar signos es entrar paradójicamente en ese terreno
ya conocido por el sentido que es el significante: en una palabra, es practicar
la escritura. El propósito de este libro, en palabras de propio Barthes,
"no es volver sobre las propuestas de contenido que ya han acreditado a
nuestros tres autores, es decir, la filosofía del Mal, el Socialismo Utópico y
la mística de la obediencia, sino considerar a Sade, Fourier y Loyola como
formuladores, inventores de escritura y operadores del texto".
© http://www.lecturalia.com/libro/16679/sade-fourier-y-loyola
En este pequeño ensayo
Barthes hace hincapié en el goce que provoca la lectura, y recupera el placer
del texto contra la indiferencia de la ciencia y el puritanismo del análisis
ideológico, pero también contra la reducción de la literatura a un simple
entretenimiento.
En este libro, Roland Barthes pretende
explicarse a sí mismo a través de pequeños fragmentos sobre su vida y su obra.
Estamos lejos, pues, del Barthes erudito y mucho más cerca del hombre que se
ocultó tras aquellas obras fundamentales que, en el contexto de
A
través de imágenes escogidas por él mismo y de palabras certeras y concisas,
Barthes dibuja un autorretrato completo y fascinante, en el que pasa revista a
sus temas favoritos --los libros, los signos de la civilización contemporánea,
la moda, la sexualidad— desde un punto de vista ahora libre de prejuicios
académicos. Hablando en tercera persona, como si se tratara de una novela con
la que quisiera entenderse a sí mismo desde la distancia, intenta huir de su
figura pública para acercarse a su propia persona entendida como un enigma que
hay que descifrar: “No hay biografía más que de la vida improductiva. En cuanto
produzco, en cuanto escribo, es el Texto mismo el que me desposesiona
(afortunadamente) de mi duración narrativa. El texto no puede contar nada; se
lleva a mi cuerpo a otra parte, lejos de mi persona imaginaria, hacia una
suerte de lengua sin memoria...”.
© http://www.agapea.com/libros/ROLAND-BARTHES-POR-ROLAND-BARTHES-isbn-8449315530-i.htm
Fragmentos
de un discurso amoroso se publicó en Francia en 1977 y se convirtió rápida e
inesperadamente en best-seller. Fue adaptado para teatro en las más importantes
ciudades de Occidente (incluso en Buenos Aires) y es hoy uno de los grandes
libros de culto de la literatura francesa del siglo XX. La primera edición, de
15 mil ejemplares, se agotó en dos semanas, y a finales de ese mismo año, las
copias vendidas llegaron a los 80 mil ejemplares. El libro fue un éxito desde
su aparición y despertó el máximo interés en la prensa masiva. Así, Barthes,
más habituado a hablar en su círculo de pares del campo intelectual francés, se
encontró, por ejemplo, dando una larga entrevista a la revista Playboy que lo
había consagrado "hombre del mes". Poco antes de la publicación de
este libro, Roland Barthes había sido nombrado profesor en el Collège de France
-una prestigiosa distinción vitalicia que compartiría con pensadores como
Michel Foucault, Paul Valéry o Emile Benveniste- a partir de su prolífica obra
en el campo de la semiología. En 1980, antes de morir, Barthes declaró:
"Alguna vez dije que Fragmentos... sería mi libro más leído y más
rápidamente olvidado, porque es un libro que llegó a un público que no era el
mío (...) No era un libro muy intelectual sino más bien bastante proyectivo, en
el que uno puede proyectarse no a partir de una situación cultural sino a
partir de una situación que es la situación amorosa."
©
http://www.mnlibros.com.ar/DespLibro.asp?Libro=9871105002
Les
vicissitudes de l'imagerie sociale font qu'on oublie parfois, me semble-t-il,
que Philippe Sollers est un écrivain. C'est pour le rappeler que je réunis ici
les textes critiques dont j'ai accompagné son ouvre, au fur et à mesure qu'elle
se faisait; c'est aussi pour suggérer que les habitudes qui règlent
l'engagement littéraire sont peut -être en train de changer: abandonné des
anciennes classes et inconnu des nouvelles, l'écrivain, au sens magnifique du
terme, est de plus en plus seul; la portée de son travail doit être évaluée
selon des règles nouvelles. Ce sont les difficultés, les risques, mais aussi la
nécessitéde ce changement,' dont l'écrivain Sollers porte témoignage, et c'est
ce témoignage dont j'ai voulu rappeler la vitalité.
R.B.
© http://www.taalfilosofie.nl/denker/barthes/werk/25
Es
importante saber que el libro está escrito a la sombra de los enunciados de
Nietzsche. Es una especie de tratado del tiempo, de la nostalgia y de la
muerte. También es una obra muy personal en la que se deja sabiamente guiar por
sus propias sensaciones, muy influenciado además por la muerte reciente de su
madre.
El tema
principal de La cámara lúcida
es la muerte y la búsqueda de la esencia de la fotografía a través de lo que
sería su noema: lo que está en ella ha sido necesariamente, dice finalmente
Barthes. En este autor, como ya sucediera con Susan Sontag, aparece la idea de
que la fotografía sólo adquiere valor con el paso del tiempo, pero en el caso
de Barthes este valor también viene cuando se produce la desaparición
irreversible del referente y la muerte del sujeto fotografiado (estas dos ideas
no las señalaba explícitamente Susan Sontag). Es decir, sintetizando, la
esencia de la fotografía es precisamente la obstinación del referente en estar
siempre ahí: la momificación del referente. Esa presencia fugaz dota a la
fotografía de un contenido patético. Al lado de la muerte, en el libro, aparece
también el amor y la nostalgia (del amor materno).
Comienza
Roland Barthes recordando como lo que la fotografía reproduce al infinito
únicamente ha tenido lugar una sola vez: la fotografía repite mecánicamente lo
que nunca más podrá repetirse existencialmente. La fotografía lleva siempre su
referente consigo y están marcados por la misma inmovilidad amorosa o fúnebre
(p. 33). Precisamente es esta adherencia del referente lo que provoca que haya
una gran dificultad en enfocar el tema de la fotografía (p.34). Hay algo
terrible en toda fotografía: el retorno de lo muerto. Barthes confiesa que le
interesa profundizar en la fotografía pero no como tema sino como herida.
© http://www.solromo.com/biblioteca/foBARcam.htm
Roland Barthes ha sido la gran figura intelectual del siglo XX. Sus
intereses, insólitos y saludables, sortearon los incómodos caminos establecidos
de la dominación -el dogma, el fascismo de la lengua, el compromiso moral- y de
la apatía estimulada por diversos medios, incluso académicos. EL GRANO DE
Pese a que siempre se le atribuya espontaneidad, frescura y franqueza, la
palabra hablada, dicha, pronunciada, posee sus propios códigos, estilo y
tácticas. En la conversación, todas las correcciones son explícitas; la ilación
de la frases, fluida. Su economía es redundante, expletiva; a diferencia de la
escritura, exige atención de los interlocutores. Puede vacilar. Y también
dispone de un elemento discretamente dramático: las modulaciones, el canto, el
llamado de un cuerpo a otro cuerpo, el ´´grano´´ que hace que cada voz sea
única.
La pereza, la literatura contra los lugares comunes, la fotografía del
instante, la política, la crisis de la verdad, la importancia de la teoría, el
cine, el amor como un acto de afirmación, la escritura, la revolución, el
código de la moda, el repertorio erótico de la modernidad, el haiku y la cultura
japonesa son algunos de los temas de conversación de estas entrevistas
realizadas entre 1962 y 1980. Este libro es el testimonio del recorrido
anárquico y generoso del autor de Mitologías, El placer del texto y Lo Neutro.
© http://www.paradigmalibros.com/libros/5/987122006.html
La premisa básica con la cual comienza su análisis
afirma que en la cultura contemporánea "jamás nos encontramos con objetos
significantes en estado puro", queriendo llegar luego a determinar
"la manera en que los objetos pueden llegar a significar". Para Barthes
significar quiere decir "que los objetos no transmiten solamente
informaciones, sino también sistemas estructurados de signos, es decir,
esencialmente sistemas de diferencias, oposiciones y contrastes".
© http://www.esophia.com.ar/portal/index.php/Libros/Barthes-Roland-La-aventura-semiologica.html
El
susurro denota un ruido límite, un ruido imposible, el ruido de lo que, por
funcionar a la perfección, no produce ruido; susurrar es dejar oír la misma
evaporación del ruido: lo tenue, lo confuso, lo estremecido se reciben como
signos de la anulación sonora. Y en cuanto a la lengua, ¿ìede susurrar? Como
palabra parece ser que sigue condenada al farfulleo; como escritura, al
silencio y a la distinción de los signos: de todas maneras siempre quea
demasiado sentido para que el lenguaje logre el placer que sería el propio de
su materia. Pero lo imposible no es inconcebible: el susurro de la lengua
constituye una utopía. ¿Qué clase de utopía? La de una música del sentido. La
lengua, susurrante, confiada al significante en un inaudito movimiento,
desconocido por nuestros discursos racionales, no por ello abandonaría un
horizonte de sentido: el sentido, indiviso, impenetrable, innominable, estaría,
sin embargo, colocado a lo lejos, como un espejismo. el punto de fuga del
placer. Es el estremecimiento del sentido lo que interrogo al escuchar el
susurro del lenguaje, de ese lenguaje que es, para mí, hombre moderno, mi
Naturaleza.
Academic year 2008/2009
© a.r.e.a./Dr.Vicente Forés López
© Paula Osoro Quiles
pauoqui@alumni.uv.es
Universitat de València Press
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