Entre las tenebrosas siluetas de los árboles conseguís encontrar un cable blanco y grueso que sube por la pared de piedra de la Mansión.
– Aquí es donde el cable telefónico entra en la casa – dice arrodillándose para iluminar el lugar con la linterna – . Y mira aquí es donde fue cortado.
Ambos buscáis con afán la herramienta utilizada para cortar el cable, con la esperanza de que tenga impresas huellas dactilares, pero no la encontráis por ninguna parte.
Cuando te incorporas, tras buscar las tijeras, se te ocurre algo.
– El asesino corrió bastantes riesgos al salir hasta aquí para cortar el cabel ¿verdad Tomás? Alguien podría haberlo visto salir por la puerta principal y descubrirle.
Tomás está de acuerdo pero entonces mueve la linterna un poco más allá a lo largo de la pared del hotel.