¡ Tienes suerte! Realmente hay una huella de barro en el suelo del comedor, a medio metro de la ventana. Por desgracia, no es muy clara. Es imposible distinguir si fue hecha por un zapato grande o pequeño. ¡ Ni siquiera puedes reconocer si corresponde a un zapato o a una bota! Sin embargo, de una cosa si puedes estar seguro: no fue un zapato de tacón alto el que dejó esta huella, porque el tacón es demasiado ancho.
Esta huella te da la última pista que necesitas. Consultas tus fichas de los sospechosos y descartas a la última persona de la que dudabas.
Convocas a todos los sospechosos en la biblioteca. Todos están ansiosos por saber cómo ha finalizado tu investigación.
– ¡Bien, adelante! – te dice Tomás – . Revela el nombre del asesino, además de, por supuesto, todas las pruebas que tienes para lanzar esa acusación o aplazaremos la investigación hasta que consigamos contactar con la policía. ¡Anuncia el nombre! ¿Quién fue el asesino que empujó al señor García desde su balcón?