CUADERNOS DE CASTELLÓN
14 de Marzo de 1999
I
(00:57h)
Supongo que es verdad
que nos movemos porque la inercia de no hacerlo duele demasiado
en la planta de los pies. Leo SOY UN HUEVO FEO / TENGO MANCHAS
EN EL CUERPO. No sé qué pensar. A veces pienso en
la absurdidad de la predeterminación, pero a menudo llega
un muro donde algún bastardo al que algunos llaman Dios
ha escrito una verdad que a la poca luz de la noche parece importante,
cuando se nos ocurre pensar en cosas que se nos desbordan de día,
siempre queremos leer cosas que nos cieguen pero la luz nos insensibiliza
las piernas y lees y mueres y se te tuercen cinco piernas porque
has leído EL VERSO. O no, y resulta que es que te has movido
tan deprisa por entre las ciudades que te has creído que
las distancias se han hecho para romper la nevera de tu casa.
A veces lees y un punto equidistante entre la rutina y la nada
te hace pensar para qué te mueves. Por qué viajas.
Tienes desarraigo en los bolsillos.
NO SÉ SI ROMPERÉ LA CÁSCARA A TIEMPO...
II
(C/San Vicente, 01:38h)
Bazar Esotérico
Las Tres Potencias
Pajarería Sales
Tejidos y Decoración Carmelo
Pajarería Esparza
Estudi XXXX (indescifrable)
Vado Permanente - No Aparcar
Marfil
Disco
28 - 26 - 14 Dios el salto es asesino
Colla Gasóleo A (he salido de allí, no sí
sabré volver)
Hem Tornat
Sunmarine (es posible?)
Amado Mueble - Auxiliar
La Cuina - Comidas Preparadas para llevar (a dónde, si
ya no hay escapada posible?)
Venta de Pan
8 - 6 - 4 - 2 se me acabó
Se Alquila
Un taxi que se va
Odio cada vez más a Pxxxxx pijoborrachofascista que camina
por las calles sin mirar
"Mar, baja que pasa Napoleón"
Risas de estupidez alcoholizada
Un coche al ralentí
Castellón se me abre como un surco trazado con el arado
de mi abuelo -él ahora expira y yo no estoy a su lado
Las baldosas desaparecen
"Aunque yo le haya dicho antes que sí, eso no quiere
decir nada"
Un cristal tachado
Baldosas desvaneciéndose
Escombros de mujer dormitando en un portal
Me miran unos ojos perdidos que no tienen amo
Tengo pena de las papeleras vacías
Los timbres lloran desperdicios
Cómo se mueve
Excelentísmo Ayuntamiento de Castellón de la Plana
Creo que me voy a caer.
III
(03:01h)
Son las tres
Son las tres
y soy minero
Me llaman taquígrafo
y en el fondo es que tienen miedo a comprenderme
No tengo razón
Llueve y quiero gritar
Adoquines que se atocinan entre los paraguas que no se abren
Plazos vencidos de un mundo que se desintegra.
IV
(03:26h)
Tengo una farmacia
y un teatro principal golpeándome en la cabeza.
¿Para qué quieres irte si no puedes volver?
Coches cerca de los zapatos. Recuerdos que se pierden por las
alcantarillas.
V
(04:02h)
Supongo que se empiezan
a necesitar unos ojos que te miren cuando se te ocurre otear a
través de una verradura y sólo has encontrado un
pozo negro
seco
las puertas afirman ser demasiadas cosas como para creérmelo
digo tu nombre
y nadie escucha
¿será que significas algo en mi vida sólo
porque me hayas clavado la mirada?
Te hiciste una mejilla entera
de kilómetros
rosada hasta el dolor
perdida hasta ser irreal
y no supe decirte que te quería.
Quizá no me quedaron baldosas para darte otro beso
Quizá no me quedaran tapacubos con los que supurar las
alcantarillas donde escondías tus manos -para que yo no
las tocara
Por qué no me dijiste que querías mirarme
Por qué te fuiste
antes de decirte adiós.
VI
(Cercanías destino Valencia, 07:13h)
"Mañana
Mañana será de día",
gritaban los borrachos en el tren
eran los mismos que vomitaban por las esquinas hace unas horas
eran los presuntos cadáveres que sufrían bofetadas
de los enfermeros de las ambulancias
era tanta su estupidez que podían empapelar el cielo de
palabras huecas
filosofía de saldo
caminaba de noche buscando un café -para un amigo que se
me moría en una esquina, no sabía el número
del 092
y encontré una avenida
llena de arañas rotas de plástico,
bebida pegada al suelo que pedía perdón a un mundo
que ya no giraba,
mesas vacías de gente,
todavía con el ligero calor de un cuerpo que se ha ido
hace poco
vi aquél cementerio temporal
y sentí que se me abocaba el estómago por la alcantarilla
Yo fui un cadáver
Lo gritaba y era feliz
No tenía puertas para decir que mi pasado no era mío
no era mío
no era mío
ves? no te convences
pero yo una vez fui un vagabundo de la juventud
vi la muerte en los vasos rotos
vi la muerte en las mesas rampantes
vi muerte en los gritos alucinados de unos aprendices de hombres
que tenían tanto miedo a crecer que se emborrachaban para
fingirse libres ante sus amigos imberbes y sus hermanas adolescentes
y chorreantes por unos bien marcados abdominales extranjeros
vi muerte en las pisadas del suelo
vi muerte cuando se fingían vivos
vi muerte en los aullidos de los colegiales que ahn roto su uniforme
y se sienten libres por siete minutos
vi muerte en los besos que se daban para crecer más deprisa
LA JUVENTUD QUEMA AJAJ
vi muerte en sus insultos de cartón-piedra
vi muerte en su inteligencia de cartón-piedra
vi muerte en su vida de cartón-piedra
Ellos están demasiado ciegos para oírme
Pero tampoco tendría nada que decirles
La muerte no se describe cuando entra en una casa con tarjeta
de visita prestada: la muerte es ellos, es su futuro, es sus palabras,
es sus vagones llenos de vómito, es sus litronas llenas
de orín, es sus bocas llenas de miedo,
ésa es la muerte:
vivir con ellos
sin más esperanza que un inem sustentador
sin voluntad
sin nada.
EPÍLOGO
(Villareal, 07:32h)
El alcohol te hace
egoísta.
@