Las
células ganglionares están especializadas en la detección de contrastes y de
cambios rápidos de la imagen visual
Si
se duplica la intensidad de luz ambiental, se duplicara también la cantidad de
luz reflejada por los objetos, pero no se alteraran los contrastes entre ellos.
Es una adaptación para detectar información útil en la escena.
La
percepción de la luminosidad y del color de los objetos depende sobre todo del
contraste. Por ejemplo, un anillo gris parece mucho más claro sobre un fondo
negro que sobre un fondo blanco.
Las
señales transmitidas a la corteza a través de varios pasos intermedios
terminan por sufrir inevitables distorsiones. Para reducir el efecto de los
errores, la propia retina es la que
mide la diferencia y se transmite
la información.
El
ritmo de activación de una célula ganglionar proporciona una medida de la
diferencia en la intensidad de la luz que ilumina el centro y la periferia. Así,
la información sobre pequeñas diferencias de intensidades se transmite
directamente a los centros superiores.
El
ritmo de activación de las c. ganglionares de centros conectados
es baja con una iluminación
débil; por tanto , un aumento rápido de la activación indica un aumento rápido
de la intensidad de la luz en el centro del c.r.
El ritmo de activación de las c. ganglionares desconectadas en el centro
es bajo con la luz; un aumento rápido
de la activación de estas células indica una rápida disminución de la
intensidad de la luz en el centro de su c.r.
Hay
tres tipos de células ganglionares:
1.
Tipo W: tiene un campo amplio y predomina en la retina periférica. Son
sensibles para detectar los movimientos direccionales.
2.
Tipo X: tienen un campo más pequeño y se ocupan de la visión en color.
3.
Tipo Y: tienen un campo más amplio. Detectan las variaciones rápidas de
intensidad lumínica sin especificar la
situación del fenómeno y la comunicación al SNC es instantánea.
Existe
1’6 millones de células ganglionares por lo que convergen en cada célula una
media de 60 bastones y 2 conos. A
medida que nos acercamos al centro de
la retina el número de bastones y conos que convergen en cada fibra disminuye y
son más delgados. Esto significa un aumento de la agudeza visual en la zona
central y menor en la retina periférica.
En cambio, la periferia es más sensible a la luz débil, es decir, los
bastones de esta zona se estimulan más en la oscuridad.