Proyección
de la imagen sobre la retina
La
superficie de la retina se divide en dos mitades, denominadas hemirretinas, una
es la hemirretina nasal, situada por dentro de la fóvea, y otra es la
hemirretina temporal, situada por fuera de la fóvea.
Al
fijar la vista sobre un punto concreto, pueden definirse las mitades izquierda y
derecha del campo visual, siendo campo visual la imagen vista por los dos ojos
con la cabeza inmóvil. El hemicampo visual izquierdo se proyecta sobre la
hemirretina nasal del ojo izquierdo y sobre la hemirretina temporal del ojo
derecho. El hemicampo visual derecho se proyecta sobre la hemirretina nasal del
ojo derecho y sobre la hemirretina temporal del ojo izquierdo.
La
luz procedente de la región central del campo visual penetra en la retina de
ambos ojos, y se denomina zona binocular, pero la luz procedente de las partes
laterales de dicho campo visual sólo penetrar en la retina de un ojo,
concretamente en la hemirretina nasal del ojo correspondiente al lado procedente
de la luz, y por tanto se denominan zonas monoculares (izquierda y derecha).
Esta porción monocular del campo visual también se denomina semiluna temporal,
nombre derivado de su forma.
La
región de la retina de la que sale el nervio óptico, la papila óptica,
no posee fotorreceptores, por lo que es insensible a la luz, formando la
mancha ciega de la retina, o también conocido como punto ciego. Pero no somos
conscientes de la mancha ciega porque la luz procedente de un solo punto de la
zona binocular nunca incide sobre las dos manchas simultáneamente. Sólo
podremos experimentar la presencia de dicha mancha usando un solo ojo.
La
correspondencia entre las regiones del campo visual y la imagen retiniana se
establece del siguiente modo: la información visual llega a la retina de forma
inversa, debido a que el cristalino ha invertido la imagen, de modo que la mitad
superior del campo visual se proyecta sobre la mitad inferior de la retina,
mientras que la mitad inferior del campo visual lo hace sobre la mitad superior
de la retina. Además un mismo punto de la región binocular del campo visual se
proyecta sobre regiones distintas de las dos retinas. Por ejemplo, un punto de
luz en la mitad binocular del hemisferio visual derecho incide en la hemirretina
nasal del ojo derecho y en la hemirretina temporal del ojo izquierdo.
Los
axones de las células ganglionares de la retina atraviesan la papila óptica y,
ya en el quiasma óptico, las fibras de la hemirretina nasal de cada retina se
cruzan al lado opuesto del encéfalo. Los axones de ambas hemirretinas
temporales no se cruzan. De esta forma las fibras del quiasma óptico de ambas
retinas se reúnen en cintillas ópticas, la cintilla óptica derecha lleva la
representación completa del hemicampo visual izquierdo y la cintilla óptica
izquierda lleva la representación completa del hemicampo visual derecho. Esta
separación se mantiene hasta llegar a los núcleos visuales subcorticales.