El sonido de las espadas se escuchaba en el horizonte. Los piratas del Rosanegra contemplaban, anonadados, cómo los maleantes, muy numerosos (¡¡300 nada más y nada menos!!) asaltaban su barco y se llevaban todo por delante.

Paralizados por el miedo y la incertidumbre, el avasallamiento de los del Sangrante no se hizo esperar. El primero en ser capturado fue el propio capitán Malone. Fue él quien tuvo que observar cómo sus hombres iban cayendo  al suelo sin vida tras luchar en vano contra los enemigos.

Él fue el último. Una espada en su cuello, un rápido movimiento, la sangre empezó a correr por el barco... Así comienza la leyenda del Rosanegra.

FIN

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