CURIOSIDADES

 

El asesino de Lincoln, John Wilkes Booth, nació en 1839; el asesino de   Kennedy, Lee Harvey Oswald, nació en 1939, cien años después.

Ambos fueron asesinados en viernes.

Ambos fueron asesinados en presencia de su esposa.

Ambos fueron asesinados de disparos en la cabeza.

A ambos les sucedió en la presidencia un hombre de apellido Johnson.

Andrew Johnson (sucesor de Lincoln) nació en 1808 y Lyndon Johnson (sucesor de Kennedy) en 1908, cien años   después.

Lincoln (7 letras); Kennedy (7 letras).

Andrew Johnson (13 Letras); Lyndon Johnson (13 letras).

John Booth (9 letras); Lee Oswald (9 letras).

John Wilkes Booth (15 letras); Lee Harvey Oswald (15 letras).

Sus respectivas esposas perdieron un hijo durante su estancia en la Casa Blanca.

La secretaria de Lincoln era de apellido Kennedy.

La Secretaria de Kennedy era de apellido Lincoln.

A Lincoln lo asesinaron en el teatro Ford; a Kennedy en un Lincoln, de la Ford.

Ambos asesinos murieron antes de ser llevados a juicio.

John Wilkes Booth le disparo a Lincoln en un teatro y fue hallado en un almacén. Lee Harvey Oswald le disparo a Kennedy desde un almacén y fue encontrado en un teatro.

 

 

LA SIGUIENTE PREGUNTA FUE HECHA EN UN EXAMEN TRIMESTRAL DE QUÍMICA EN LA UNIVERSIDAD DE TOLEDO. La respuesta de uno de los estudiantes fue tan
"profunda" que el profesor quiso compartirla con sus colegas, vía Internet,
razón por la cual podemos todos disfrutar de ella.

Pregunta: ¿Es el Infierno exotérmico (desprende calor) o endotérmico (lo
absorbe)?

La mayoría de estudiantes escribieron sus comentarios sobre la Ley de Boyle
(el gas se enfría cuando se expande y se calienta cuando se comprime). Un
estudiante, sin embargo, escribió lo siguiente:

"En primer lugar, necesitamos saber en qué medida la masa del Infierno
varía con el tiempo. Para ello hemos de saber a qué ritmo entran las almas
en el Infierno y a qué ritmo salen. Tengo sin embargo entendido que, una
vez dentro del Infierno, las almas ya no salen de él. Por lo tanto, no se
producen salidas.

En cuanto a cuántas almas entran, veamos lo que dicen las diferentes
religiones. La mayoría de ellas declaran que si no perteneces a ellas, irás
al Infierno.

Dado que hay más de una religión que así se expresa y dado que la gente no
pertenece a más de una, podemos concluir que todas las almas van al
Infierno.

Con las tasas de nacimientos y muertes existentes, podemos deducir que el
número de almas en el Infierno crece de forma exponencial.

Veamos ahora cómo varía el volumen del Infierno. Según la Ley de Boyle,
para que la temperatura y la presión del Infierno se mantengan estables, el
volumen debe expandirse en proporción a la entrada de almas.

Hay dos posibilidades:

1. Si el Infierno se expande a una velocidad menor que la de entrada de
almas, la temperatura y la presión en el Infierno se incrementarán hasta
que éste se desintegre.

2. Si el Infierno se expande a una velocidad mayor que la de la entrada de
almas, la temperatura y la presión disminuirán hasta que el Infierno se
congele.

¿Qué posibilidad es la verdadera?:

Si aceptamos lo que me dijo Teresa en mi primer año de carrera "hará frío
en el Infierno antes de que me acueste contigo", y teniendo en cuenta que
me acosté con ella ayer noche, la posibilidad número 2 es la verdadera.

Doy por tanto como cierto que el Infierno es exotérmico y que ya está
congelado.

El corolario de esta teoría es que, dado que el Infierno ya está
congelado, ya no acepta más almas y está, por tanto, extinguido, dejando al
Cielo como única prueba de la existencia de un ser divino, lo que explica
por qué, anoche, Teresa no paraba de gritar "¡Oh, Dios mío!"

Dicho estudiante fue el único que sacó "sobresaliente".