CENTRO HISTÓRICO
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El mejor lugar estratégico para iniciar la visita a la ciudad de Valencia es colocarse en el lugar donde la misma ciudad nació,la actual Plaza de la Virgen. A un lado tenemos los grandes edificios religiosos, La Catedral y la Basílica de la Virgen de los Desamparados; detrás, el Palacio Arzobispal.Al otro, los grandes edificios políticos, el Palacio de la Diputación del Reino, conocido ahora como Palau de la Generalitat, y en la trasera Plaza de Manises los Palacios de la Batllia y de la Scala, parte de la Diputación Provincial. La calle de los Caballeros nos mostrará una sucesión de gloriosos palacetes medievales. Lo más granado de la nobleza regnícola vivía en esta calle. Actualmente, después de una rotunda reforma, la calle nos ofrece la lozanía de gran parte de sus edificios rehabilitados. Especial atención requiere el teatro Talía o Antigua casa de los Obreros. En el Carmen, hay que visitar la iglesia que da nombre al Barrio, así como perderse por sus tortuosos callejones. En cualquier esquina nos sorprenderá un palacio gótico o una finca modernista. ![]()
Entre los múltiples lugares que ofrece el Carmen recomendamos el Jardín donde se encuentra el único torreón que queda al descubierto en la muralla árabe de Valencia, una construcción de más de mil años, única en el mundo. Antes de salir del Barrio hay que visitar el Instituto Valenciano de Arte Moderno y el Centro Cultural de la Beneficencia, dependiente de la diputación de Valencia. ![]()
EL MERCADO
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Ante la catedral, cada Jueves a las doce en punto del mediodía se reunen el Tribunal de las Aguas de Valencia. Por detrás de la casa Vestuario, de la que merece la pena ver por lo menos el vestíbulo, nos podemos dirigir por las calles estrechas y sinuosas hacia el mercado Central de Valencia, una maravilla modernista que se inaguró en 1928. Es el mercado más grande de Europa y tiene mucho que envidiarles las actuales grandes superficies comerciales, diseñadas sin cariño ni particularismo.En el edificio del mercado su arquitecto vertió el espíritu de Valencia, ya hasta en los cristales se adivinan los colores de la Senyera Valenciana. Frente al mercado se levanta, desde hace más de 500 años, la Lonja de los Mercaderes. Éste edificio, muestra brillante del gótico valenciano, ha sido declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.Enfrente, la Iglesia de los Santos Juanes, con su típico pardalot, ofrece una estraordinaria fachada barroca, hay que visitar su interior y la gran colección pictórica. Muy cerca, debemos descubrir la singular plaza redonda, el primer moll europeo, según algunos historiadores. ![]()
BARRIOS
Jardín árabe en un principio, Ruzafa pervivió como pueblo cercano a la capital hasta finales del siglo pasado. Desde entonces entró a formar parte del término municipal llevando la extensión de la ciudad hasta la orilla del lago de la Albufera. El centro de Ruzafa, plaza del doctor Landete, ofrece la iglesia de San Valero y un ecléctico mercado de los años 60. En la zona de la Gran Vía conviven los modernos edificios con las elegantes casonas del Ensanche de principios de siglo. Hay muchos templos, destacando al otro lado del río, el Palau de la Música y el Jardín Infantil del Gulliver. En la ermita de Monteolivete se encuentra el Museo Fallero, más cerca del centro que la Ciudad Fallera y su Museo del Artista Fallero. Frente a ellos ha surgido la portentosa Ciutat dels Ciències i de les Arts, modernisimo complejo cultural y de ocio. En la ermita de la Fonteta de Sant Lluis existe una fuente de aguas milagrosas. Otros núcleos interesantes son Castellar, el Oliveral; etc.. El pueblo de Patraix se extendía al oeste de la ciudad de Valencia y se unió a ella a finales del siglo XIX. En sus huertas se instaló el cementerio municipal y el manicomio del Padre Jofre, actual archivo de la Diputación. La Avenida del Cid, inicio de la autovía a Madrid, tiene a sus orillas los barrios de Soternes, La Olivereta, el Hospital General y el bello núcleo del Barrio de la Aguja. Campanar y Benimamet se conservan casi integramente como pueblos diferenciados. En medio de ellos está Beniferri, también con carácter autónomo. En Campanar destacan las alquerías centenarias, enmarcadas en un paisaje de huerta en actual proceso de urbanización. En Benimamet son atractivos los chalets que edificó la burguesía de principios de siglo. Cerca del lugar de Benicalap está la Ciudad del Artista Fallero. Benimaclet y Orriols fueron también poblaciones absorbidas por la ciudad. Debido a la proximidad de las instalaciones universitarias, habitan allí muchos estudiantes. Siguiendo el curso del río encontraremos los Jardínes del Real o Viveros, edificados sobre las ruinas del Palcio de los Reyes de Valencia. Aquí comienza la Avenida de Vicente Blasco Ibañez, rodeada por algunas facultades universitarias, algún ministerio y el estadio de fútbol del Mestalla. Dicha avenida, casi paralela a los viejos caminos del Cabañal y de Vera, es que se supone acabará algún día en el mar, atravesando una zona de marcada personalidad valenciana. El Cabañal junto al Canyaberal, el Grao y la Malvarrosa conforma el núcleo de los llamados Poblados Marítimos. Aquí habitaban pescadores y artesanos que construyeron verdaderas pequeñas maravillas como viviendas.Cara a la playa se abrió un extenso Paseo Marítimo escoltado por el Balneario de las Arenas, los merenderos, un hospital, un instituto y al final la casa-museo de Blasco Ibañez. Al otro lado del río Pinedo, el Saler y el Pereyo cierran la fachada marítima de la capital con sus apartamentos y sus discotecas de rutas nocturnas. ![]()