En esta sección incluimos extractos de libros de Noam Chomsky (1928), profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Es conocido tanto por sus trabajos como lingüista (sus teorías aparecían en mis libros de texto de "lengua" del bachillerato :) como por sus incisivas obras que analizan la sociedad contemporánea. Algunos de sus libros son "El nuevo orden mundial (y el viejo)", "Los guardianes de la libertad" y "El miedo a la democracia".

En su obra de 1994, antes mencionada, "World Orders old and new", analiza en diversas secciones el caso de Irak y las causas y consecuencias de la Guerra del Golfo. Ahora que tanto oimos hablar de ellas en boca de los políticos, tal vez convenga el poder "escuchar" una voz alternativa:

"[...]la guerra del Golfo, o, para ser más exactos, la matanza del Golfo, pues el término "guerra" a duras penas puede emplearse para describir una confrontación en la que un bando masacró al otro, destruyendo la sociedad civil desde una más que segura distancia. Cuando terminó esta fase, los vencedores guardaron silencio mientrás Saddam aplastaba los levantamientos de los chíitas y los kurdos, ante la mirada indiferente del "tormentoso" Norman Schwartzkofpf, cuyas fuerzas llegaron incluso a impedir que los generales iraquíes rebeldes pudieran acceder al armamento confiscado. En palabras de David Howell, presidente del comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Comunes inglesa, el mensaje de la política aliada a Saddam no era otro que "de acuerdo, tiene las manos libres para cometer todas las atrocidades que desee".

"Según la administración Bush, si los iraquíes llegaban a una situiación insostenible algún general se decidiría a tomar el poder, y entonces "Washington se encontraría en el mejorde los mundos posibles: una ferrea junta militar sin Saddam Hussein"; sería el retorno a los días felices en que "la férrea dictadura de Saddam...mantenía unido a Irak, para satisfacción de los aliados de EEUU, Turquía y Arabia Saudí" y, por supuesto, para satisfacción de la gran superpotencia a la que rendían pleitesía"

"Cuando el tirano iraquí aplastó las rebeliones poopulares en marzo de 1991, un destacado personaje de la oposición democrática iraquí, el banquero afinacdo en Londres Ahmad Chalabi, declaró que los EEUU "esperaban que Saddam masacrase a los insurgentes, con la esperaznza de que más adelante lo derrocase cualquier oficial". Por otro lado, esat actitud tiene sus raíces en la política estadounidense de "apoyar a las dictaduras para que mantengan la estabilidad""

"El 22 de agosto de 1990, tres semanas después de la conquista iraquí de Kuwait, el corresponsal del Times Thomas Friedman expuso las razones por las cuales la "línea dura" de Bush procuraba bloquear la vía diplomática. Según él, esto se debía al temor de que las negociaciones pudiesen soslayar la crisis, lo que supondría que el dictador tuviese algunos logros en Kuwait. La oferta de retirada iraquí que tanto preocuparon en Washington, consideradas "serias y negociables" por un especialista en asuntos de Oriente Medio, se comentaron una semana después en uno de los periódicos periféricos de Nueva York , el Newsday, aparantemente, la única publicación en los EEUU y Reino Unido que dió información de los hechos esenciales en el momento que ocurrían o un poco más tarde. Poco después el Times se apresuró a explicar, aunque en letra pequeña, que había recibido la misma información pero que no la consideró relevante. La historia pronto desapareció de escena, como sucedió con posteriores oportunidades de "evitar la crisis" por medios pacíficos. La administración Bush dejó claro que no habría negiciaciones y considero zanjado el tema. La cuestión no se discutió en el Congreso, y fue obviada en los medios de comunicación, con algunas excepciones marginales[...]"

"Bajo las intensas presiones y amenazas de los EEUU, el Consejo de Seguridad de la ONU se sometió a los designios de Washington, decidiendo finalmente lavarse las manos y dejar la cuestión a las potencias estadounidense y británica, violando la carta de las Naciones Unidas y admitiendo al mismo tiempo que los procedimientos que se detallan en ella no se pueden llevar a cabo por la actitud intransigente de EEUU. El gobierno de Kuwait prestó su ayuda gastándose cientos de millones para comprar los votos del Consejo de Seguridad, según unos investigadores kuwaitíes que siguieron el rastrod e 500 millones dólares desaparecidos en los fondos de la Kuwait Investment Office".

"[...]Un ejemplo notorio es el tratamiento de la oposición democrática iraquí antes, durante y después de la Guerra del Golfo: se privó a sus verdaderos representantes, por conservadores y respetables que fuesen, de cualquier contacto con Washington, eliminándoles totalmente de los medios de comunicación estadounidenses, a excepción de los marginales.[...]buscaban medios pacíficos mientrás que los EEUU y el Reino Unido maniobran para confinar el conflicto a la arena de la violencia después de que Saddam rompiese las reglas en agosto de 1990; y apoyaron a la resistencia anti Saddam en marzo de 1991, almismo tiempo que Washington recobró sus preferencias por la "mano férrea" de Saddam debido a su interés en la "estabilidad""

"Otra característica del nuevo orden mundial que se puso de manifiesto en aquellos meses terribles es el racismo y la hipocresía en que este nuevo orden está inmerso. El ataque de Saddam contra los kurdos recibió una extensa cobertura en los medios, desencadenando una reacción pública que obligó a Washington a dar algunos pasos vacilantes para proteger a las víctimas, con sus características y orígenes arios. El aún más destructivo ataque de Saddam contra los chiítas en el sur provocó pocas noticias y preocupaciones. Mientras tanto, las atrocidades cometidas por los turcos contra los kurdos prácticamente pasaron desaperciidas en los medios [...] La sinceridad de la preocupación por los kurdos queda evidenciada contemplando lo que sucedió una vez desvanecidas las presiones de la opionión pública. Las zonas kurdas están sometidas a las sanciones Irak y, por si fuera poco, también al emabargo decretado contra ese país.Occidente rehusó dar las insifnificantes cantidades requeridas para satisfacer las necesidades básicas de los kurdos." "

"El embargo contra Irak dejó intacto el pòder de Saddam, pero causó muchas más bajas civiles que el propio bombardeo[...]entre enero y agosto de 1991 murieron más de 46.900 niños[...]Thomas Ekvall, representante de la UNICEF en Irak, informó que en 1993 la mortalidad infantil se había triplicado, llegando al 92 por 1.000, mientras que casi una cuarta parte de los recién nacidos presentaba una gran carencia de peso en el momento de su nacimiento. Ekvall añadió que las sanciones 'habían causado cientos de miles de muertos entre los niños de corta edad y habían sumido a la población en una pobreza aún peor'"

"En los hospitales pediátricos, Dalyell [parlamentario británico del Partido Laborista] y Llewellyn [corresponsal en Oriente Medio] pudieron contemplar cómo las criaturas morían a causa de la desnutrición y de la carencia de medicamentos y, como otros, constataron que el apoyo a Saddam aumentaba entre una población que empezaba a percibir que los gobernantes del mundo estaban intentando castigarles a ellos, no a su criminal dirigente."

"Mientras tanto, los EEUU seguían bombardeando Irak a placer. El gesto final de Bush cuando abandonó el poder en enero de 1993 fue ordenar el disparo de 45 misiles [...]contra un complejo industrial cercano a Bagdad; 37 dieron en el blanco, uno alcanzó el Hotel Rashid, matando a dos personas. [...] El 26 de junio de 1993 Clinton ordenó un ataque con misiles contra Irak. Se lanzaron 23 misiles [...]. 7 de ellos no dieron en el blanco, estallando en una zona residencial.[...] Hubieron 8 muertos y docenas de heridos"

"Las doctrinas morales por las que se rigen los EEUU les autorizan a bombardear al invasor de Kuwait y a matar de hambre a sus súbditos, si bien las grandes matanzas en el transcurso de la invasión y anexión indonesia de Timor oriental, que empequeñecen los crímenes de Saddam en Kuwait, no tienen ninguna importancia.[...].Las terribles atrocidades cometidas en Haití pudieron ser haber sido controladas con unas cuantas medidas, pero los EEUU y sus compinches no estaban dispuestos a restaurar en el poder a un representante democráticamente elegido por los pobres, el presidnte Jean-Bertrand Aristide..."