Inventar la Verdad

Pongo el oído atento al pecho,

como, en la orilla, el caracol al mar.
Oigo mi corazón latir sangrando
y siempre y nunca será igual.
Sé por qué late así, pero no puedo decir por qué será.
Si empezara a decirlo con fantasmas
de palabras y engaños al azar,
llegaría, temblando de sorpresa,
a inventar la verdad:
¡Cuando fingí quererte, no sabía que te quería ya!

Xavier Villaurrutia

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