A lo largo de la historia,
la villa y baronía de
Andilla
ha sido un enclave fronterizo de carácter defensivo de enorme
importancia en el reino de Valencia, siendo ésta la razón por la
cual su patrimonio ha sufrido continuas pérdidas a lo largo de su
historia.
Con un antiguo pasado árabe, fue gobernada por el moro Zeit Abuzeit, o
Abu Zayd, quien dominaba Segorbe. En esa época existían numerosas luchas
, fue entonces . Abu Zayd buscó la colaboración de Jaime I, y se
convirtió en vasallo suyo en 1229, pidiéndole apoyo contra el usurpador
Zayyan, y cediendo sus derechos sobre el reino de Valencia al rey
catalán – aragonés. Años más tarde Abu Zayd se convirtió al
cristianismo, bautizándose con el nombre de Vicente y permaneciendo como
intérprete en la corte de Jaime I.
Durante la repartición (1238 - 1273), el rey,
generoso con los que le habían ayudado en la conquista, dio a don Ximén
Pérez d’Arenós, repostero del rey, y uno de los caballeros de su mayor
confianza, el castillo y villa de Andilla, el 27 de Diciembre de 1237,
como consta en el Llibre del Repartiment. Unos años después, en 1292, se
estableció la Baronía de Andilla cuando el citado señor de la villa tras
expulsar a los moriscos concedió la carta puebla a un grupo de 4
cristianos.

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Andilla pasó a ser cabecera de baronía,
sufriendo mil vicisitudes. Se sabe que a principios del siglo XV
pertenecía a los Condes de Prades y que a mediados del mismo siglo pasó
a manos de D. Manuel Díez de Calatayud, casado con Catalina Ladrón de
Vilanova, cuyos escudos de armas se hallan esculpidos en la portada
principal de la Iglesia parroquial de la Asunción de Andilla y, por el
matrimonio de su hija, a la familia Heredia. Debido a la falta de
descendencia directa de los Heredia pasó a la familia Rebolledo, que la
poseyó durante el siglo XVII y la primera mitad del XVIII.
Posteriormente pasó a manos de su hija Juana Díez.
Luego pasaría como baronía por manos de sagas nobiliarias valencianas,
así en el siglo XIX la Baronía de Andilla continúa en manos de la
familia Marcilla.
En la prensa de la época consta que los barones de Andilla y su familia
más directa participan en sesiones literarias y artísticas formando
parte de la aristocracia culta decimonónica jugando un papel destacado
en la sociedad valenciana del momento.
De este modo, la Baronía de Andilla
se mantuvo desde el siglo XVII hasta la supresión de los dominios
señoriales en 1811, aunque sus titulares han poseído diversas
propiedades en el municipio hasta su venta en el siglo XX.
La villa de Andilla, de dominio señorial, constituyó un enclave entre
las villas reales de La Yesa
(anteriormente Alpuente) y
Llíria (Ducado de Llíria desde
el siglo XVIII), el señorío del Vizcondado de
Chelva (posteriormente Condado
Real), los dominios eclesiásticos de la Cartuja de Vall de Crist,
Alcublas, el Arzobispado de Valencia, El Villar y la orden militar de
Calatrava de Sacañet. Desde el siglo XVIII Andilla ha mantenido su
autonomía como pueblo con entidad propia. En su proceso de consolidación
destacan las diversas modificaciones de la frontera septentrional del
municipio entre los siglos XIII y XIV hasta que quedó definitivamente
fijada en 1322 en concordia entre Ximén Pérez d’Arenós, señor de
Andilla, el Consejo y universidad de la Villa y Aldea de Teruel y el
Consejo de Almansa (Abejuela), aldea de Teruel, ratificándose el trazado
de estos límites en el año 1682. En el siglo XVIII se produjo una
reclamación por parte aragonesa basada en los privilegios anteriores a
la fundación del Reino de Valencia que concluyó, en 1732, con una cesión
de territorio que fijó la frontera septentrional del término municipal
de Andilla en su actual configuración, presentando la frontera con
Teruel ese carácter acentuado de cuña al tener que ceder Andilla una
extensa porción de su territorio septentrional a la población de
Abejuela.
Tras la creación de los partidos judiciales en 1834 Andilla se integró
en el de El Villar, junto a otros municipios como Alcublas, Casinos,
Losa del Obispo, Chulilla, Chera, Sot de Chera, Gestalgar, Bugarra y
Pedralba. La vinculación a El Villar se mantuvo hasta que por la ley de
1988 y la Ley de Capitalidad de los Partidos Judiciales de 1989 pasó,
junto con el resto de La Serranía, el
Rincón de Ademuz y el Camp de Turia, a formar parte del nuevo
Partido Judicial de Llíria,
vigente en la actualidad.
Aunque existen pocos datos sobre el origen de Andilla, numerosos restos
arqueológicos encontrados en el término atestiguan que estuvo poblada
por culturas anteriores a la Edad de Bronce. Sobre el peñasco que domina
la villa de Andilla se ven ruinas de la fortificación árabe del siglo XI.
De su pasado árabe y medieval quedan huellas cerca de la villa: dos
acueductos, restos de calzada, molinos y varias cruces.
Entre sus monumentos destacan: Portal de la Muralla (siglo XIV) que
actualmente, el torreón alberga el Museo Arqueológico Municipal. Portal
de la Muralla, Ermita de Santa Margarita (siglo XV),Iglesia de Sta.
Margarita, Iglesia Ntra. Sra. Asunción y Ermita de Santa Inés.
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