Los inicios de Casillas de Ranera como núcleo urbano, los podemos situar en torno al año 1867, en donde se tienen indicios de que habitaban 7 vecinos, 6 de ellos renteros de las fincas de Polán y de Ranera.
No obstante, hay vestigios de que la zona ha estado habitada desde los tiempos de los Iberos y los Celtas (el castro celta de la plaza de Sobrarias, el del Castellar Picudo y el Castellar de Lojarque así lo atestiguan.
También hay gran cantidad de restos romanos, sobre todo en las cercanías del nacimiento de agua de Ranera, el cual llegaron a canalizar, así como por todo el llano, por donde se han localizado monedas, restos de vasijas, restos de construcciones, etc.
La gran cantidad de restos de escoria de hierro, da a entender que en su momento, hubo una floreciente industria metalúrgica. Los elementos básicos los tenían en la zona , minas de hierro (Cerro de las minas), carbón vegetal y agua.
Las primeras apariciones en la historia, datan del siglo XII, cuando el rey Alfonso VIII, emprendió la reconquista del territorio peninsular, y al llegar a esta zona, obligó a los musulmanes a reforzar las fronteras.
Por este motivo construyeron una red de torres de vigilancia y defensa, Torre Barrachina (Villar del Humo), Torre Abengamar (Fuentelespino de Moya), Torre Mijares (Landete) y Torre Ranera (Casillas de Ranera). En torno a estas torres se crearon núcleos de población de cierta importancia.
En el Censo de 1595, podemos afirman que el Marquesado de Moya comprendía 34 pueblos y caseríos, entre los que apreciamos que Ranera, formó parte de "las Tierras de Moya". Por la tanto, casi una quinta parte de la provincia de Cuenca correspondía al Marquesado de Moya y formaron una unidad jurisdiccional, administrativa, económica y eclesiástica. El territorio tenía un perímetro de 240 km y 2750 km2.
La primera que se hizo cargo de estas tierras fue la Orden de Santiago por su experiencia y prestigio en la época, que contribuyó a consolidar los límites del Señorío de Moya con sus fortalezas y torres defensivas en su perímetro.
Cuatrocientos años después en el Censo de 1805, Ranera desaparece del listado de pueblos que pertenecían a las "Tierras de Moya" por causas que no se encuentran claramente documentadas y que están en proceso de investigación científica.