ENTORNO NATURAL |
![]() |
En todo el territorio de l'Horta se concentra un tercio de la población valenciana, por lo
que es la zona de la Comunidad cuyo paisaje ha recibido una mayor influencia de la actividad
humana, quedando completamente transformada por los sucesivos poblamientos que, desde tiempos
inmemoriales, se han sucedido sobre estas tierras.
Ya en época islámica las tierras de l'Horta eran las más densamente pobladas del territorio.
Fueron precisamente los musulmanes quienes crearon la infraestructura necesaria para explotar
la riqueza agrícola de esta comarca, construyendo las acequias, azudes, molinos, etc. que
aprovechaban el caudal que aporta el río Túria en su vega baja y que en su mayoría siguen
utilizándose en nuestros días.
En este territorio prácticamente llano sólo existió un castillo andalusí de relevancia
erigido sobre la única elevación que resalta en la huerta: el cerro de El Puig de Santa María.
Esta fortaleza fue de capital importancia en la historia valenciana, ya que su conquista en
1237 permitió a Jaime I apoderarse de la ciudad de València al año siguiente.
Como es lógico en un territorio tan poblado de forma continuada, han desaparecido muchas de
las fortificaciones existentes en esta comarca. Aparte de las catalogadas, se tiene constancia
documental de otras construcciones defensivas de las que actualmente sólo queda el recuerdo,
como la Torre de Foios, la Torre de Emperador, o las fortificaciones de Vinalesa y Moncada.