El trasgu tiene un agujero en la mano porque es propio de su especie, igual que nosotros tenemos dos en la nariz y otros tantos mas,.... y bueno esto lo saben los hortelanos que viven en las aldeas.
COMO????, pues bien este diablo alborotador y ladronzuelo entre otras cosas, les roba todo cuando puede, sube al horreo para cargar con el botín y entonces se encuentra con un montóncito de grano; que aunque el no lo sabe el hortelano lo dejó deliberadamente. Empieza el duende a cargar con todo cuanto le llama la atención y primero con el grano pues su bien mas preciado, LE ENCANTA EL GRANO, y como bien preciado para él que es va contando granito a granito antes de cargar con este, PERO QUE PASA?????, que según coje con su mano derecha un grano para posarlo sobre la palma de la mano izquierda con el propósito de contarlos, este se le cuela por el agujero de manera que grano que cuenta grano que vuelve al montón y así se pasa horas y horas contando y contando y nunca acaba; como es lógico, SE VUELVE LOCO y entonces es cuando abandona la casa......
Y de ahi que cuando se sospecha que en las casas pudiera alojarse un trasgu se dejan en el suelo montoncitos de grano para echarlo.
El personaje tiene una variante llamada sumicio, palabra que proviene del sumere latino en su acepción de tomar. Es pues un trasgo que coge las cosas y las esconde.
Sus equivalentes en la mitología clásica romana son los lares y penates, duendes protectores del hogar, de origen etrusco, que se consideraban los espíritus de los antepasados.
La cristianización les proveyó de sus atributos diabólicos y su carácter travieso