Beckett comenzó a dirigir sus propias obras en 1966. La
mayoría de sus montajes los ha realizado en Berlín y el resto
en París y Londres. Su actividad como director de escena se conserva
en los cuadernos de dirección que prepara, meticulosamente,
antes de dirigir cada uno de sus montajes; algunos de ellos han sido publicados
en Alemania y en Inglaterra.
Beckett ha dirigido Los días felices en dos ocasiones, la primera en 1971, en Berlín, en el Schiller Theater Werkstatt, con Eva Katharina Schulz como Winnie. La segunda en Londres, en 1979, en el Royal Court Theatre con Billie Whitelaw como protagonista. Además de estos montajes propios, Beckett ha estado presente, como asesor, en otras puestas en escena.
El proceso que sigue Beckett para dirigir sus obras siempre es
el mismo. Pasa varias semanas visualizando la obra, memorizando el texto
y anotando minuciosamente todos los movimientos y gestos de los personajes.
Para facilitar los ensayos Beckett dividía la obra en
doce escenas, ocho en el primer acto y cuatro en el segundo, como se indica
a continuación:
Acto 1:
1) Desde el principio hasta “ojos viejos”.
2) Hasta “Willie se abanica con el periódico y Winnie
coge la lupa”
3) Desde “Totalmente garantizadas “ hasta que Winnie dice “él”.
4) Hasta que acaban de reírse.
5) Hasta “Nadie. (Fin de sonrisa. Mira la sombrilla)”
6) Hasta “…(la voz se le quiebra, cabeza baja)…las cosas…tan
maravillosas”.
7) Hasta el final de la historia del señor Sower/Cooker,
y del limado de uñas.
8) Hasta el fin del acto.
Acto 2:
1) Hasta que Winnie dice “ ¿y ahora?.
2) Desde “La cara”, a “despacio Winnie”.
3) Hasta “Canta tu vieja canción Winnie”.
4) Hasta el final del acto.
La mayoría de las notas de dirección se refieren a Winnie, tanto a su aspecto como a sus expresiones.
Las principales características de Beckett como director de escena pueden resumirse en:
1) Precisión total y atención meticulosa a todos
y cada uno de los detalles escénicos para que todos formen parte
de la estructura general de la pieza. Por ejemplo, la sincronización
del texto con el movimiento de los pasos en la obra titulada “Pasos”; o
los movimientos de Willie tras el montículo - invisible a los espectadores.
2) Beckett se acerca al texto de un modo musical, no realista
y psicológico. Las repeticiones de gestos, movimientos, tonos ritmos…
van estructurando la puesta en escena. La orquestación de los movimientos
de Winnie, es un buen ejemplo de coreografía musical. Algunas veces
cambia el texto para dar a la obra esta estructura musical.
3) El impacto y la forma de la imagen visual escénica
preocupan a Beckett tanto como preocupaban a Artaud. Muchas de sus imágenes
se inspiran en pinturas: Blake para la cabeza de That time, o Caravaggio
y Munch para la “boca ardiendo “ de Not l. Otras se toman directamente
de la realidad, como el Auditor de Not l - inspirado en una mujer tunecina.
4) Quizá el aspecto más importante de Beckett como
director es que considera la puesta en escena de una obra como el último
paso en el proceso creativo, no como algo añadido a él. Los
montajes que ha dirigido han servido, sin duda, no sólo para mostrarnos
su maestría en el uso del lenguaje escénico, sino también
para entender mucho mejor sus obras.
Después de Los días felices, Beckett volvió
a su estética de luces y sombras y minimalismo escénico,
consiguiendo unas imágenes fascinantes con un lenguaje tan significativo
que unos minutos sirven para comunicar toda la experiencia humana.
“