Historia

El territorio de las montañas del Caroig es el centro geográfico de la Comunidad Valenciana.

Macizo

  Distintos sus veintitres pueblos pero con carácter:aquí el genio del lugar no se esconde. Así, podemos ver los pueblos de Millares y Dos Aguas, suspendidos entre montañas y acantilados de roca excavadas por las aguas y el viento de los milenios. Mucho más abajo está Sumacàrcer, donde el río se abre. La cúpula azul de la iglesia se refleja en las aguas.

  Pero el latido del Caroig no podéis sentirlo sin otros pueblos: la gran acrópolis gótica de Montesa. Una fortaleza mitad castillo y mitad monasterio; y el pueblo que dio nombre a la Orden de los Caballeros de Montesa, los herederos de los templarios. Al atardecer, cuando ya el sol se precipita hacia la noche, la gran roca refleja luz dorada. Y te envuelve. Se avista Vallada desde aquí;al pie de un peñón puntiagudo que espera escaladores. Y Mogente, de tierras altas y leyendas de guerreros ibéricos con nobles caballos y penacho.

  En Fuente la Higuera está una de las piezas clave de nuestro Renacimiento:el retablo mayor de la iglesia. Anna es el agua: una albufera rodeada de árboles y frondas generosas. Y tambien otras fuentes en los alrededores del pueblo; chopos, hiedra y adelfas. En el agua intuimos el origen. Tambien Estubeny es un contínuo afloramiento de manantiales alrededor del pueblo y entre mediterráneas vegetaciones. Enguera, la de extensos pinares y ángeles músicos que sobrevivieron terremotos.

  Más hacia el interior encontramos Chella, con su casco antiguo que se eleva hacia el mirador de “EL SALTO”. Bolbaite, donde el río remansa entre las rocas justo bajo el castillo. Y Navarrés con los grandes pinos y barrancos de Río Grande. Quesa y Bicorp, entre la montañas de romero, salvia y pinos. En Quesa podéis visitar “Los Lagos” y en Bicorp las pinturas rupestres de la “Cueva de la Araña”. Tous no es solo un pueblo, es un jardín. El encanto natural de Sellent con la Font del Pinar, el contraste de los viejos cascos urbanos con la modernidad en Beneixida y Gavarda. El descubrimiento de la antigua alquería de Cotes. Y el río Júcar desplegando su inmensidad y cromatismo en un bello valle repleto de naranjos en Antella, Alcàntera del Xúquer y Càrcer.

  Pero sobretodo, no dejéis de andar por estos castillos, calles, lagunas y rios en noches de luna llena: no es posible venir aquí sin sentir fuertes estímulos y sin notar cómo respira el genio del lugar. Caroig es el laberinto de la luna llena.