A través del recorrido por las teorías críticas feministas; estudiando contextos sociales, históricos, económicos ... en los cuales las escritoras han producido sus obras. Se pone de manifiesto la gran cantidad de barreras que se han tenido que derribar para que la escritora pudiera dedicarse al ejercicio de la escritura. Gracias a muchas pioneras, que sí que sufrieron y sintieron la opresión de una sociedad patriarcal que no las aceptaba, se abrió el camino a una actividad que, hoy en día, puede ser ejercida por cualquier persona con cierto interés y capacidad para la escritura.
En las primeras obras de estas escritoras valientes, sí que se aprecia rasgos diferenciadores respecto a la escritura masculina dominante. Aún así, no creo que se deba hablar de una escritura típicamente femenina pués considero que no existe diferencia entre la escritura femenina / masculina. Más bien, existen diferencias entre los autores independientemente del sexo que sean.
El hecho de que yo sea mujer,
no me supone ninguna predisposición a la hora de escribir de una
manera u otra, con tal estilo u otro. Yo expreso mis pensamientos de una
forma específica debido a mi herencia cultural y no a mi sexo, pués
considero que, ni me expreso ni me identifico con muchas componentes de
mi género. En cambio, cabe la posibilidad de que me sienta más
afín a la estética de un artísta masculino si la técnica
de su obra se identifica más con la que a mí, personalmente,
me pueda gustar.