Dos son quizá los aspectos más llamativos del arte egipcio, que se desarrolló a lo largo de 3000 años.
Por una parte el anonimato de sus creadores y por otra el estilo idependiente.
Efectivamente el artista egipcio no está reconocido, es la figura del rey la que ha llegado hasta nosotros.
Las mayores expresiones de arte nos llegan a través de la figura del faraón que era quien encargaba los trabajos, mientras que el ejecutor de las obras permanece casi siempre en el anonimato.
Por otra parte el arte egipcio, con 3000 años de expresiones artísticas, nunca se vió influenciado ni por los acontecimientos históricos ni por tendencias extranjeras, más bien todo lo contrario.
Fueron los invasores quienes se vieron influenciados por las expresiones egipcias.
El arte egipcio está influenciado profundamente por la religión y por el centralismo político que trata de exaltar el poder absoluto de los reyes y la grandeza de su imperio. Como en la vida cotidiana el egipcio estaba altamente influenciado por sus creencias en el Más Alla y fundamentalmente por el concepto de eternidad y durabilidad, y fueron estas ideas las que determinaron su producción artística.
El egipcio creía que el alma vive en los alrederdores del cuerpo, el difunto era rodeado del ajuar funerario y de ushebits, que son sus dobles y sus ayudantes en la otra vida, por que tienen el poder de animar lo inanimado. Para el egipcio hay posibilidades de felicidad en la otra vida.
En Mesopotamia el muerto lleva una existencia más desgraciada y si es olvidado por sus familiares pasará desgracias en el Más Allá, de ahí la existencia de un arte funerario egipcio frente al arte más severo de Mesopotamia.
El artista era normalmente un funcionario al servicio del estado o de los templos. El oficio era aprendido en escuelas que enseñaban los canones establecidos y normalmente pasaba de padres a hijos.
Aunque el artista era anónimo, no firmaba sus obras y muy pocos nombres han llegado hasta nosostros, no lo era para sus contemporáneos y algunos estaban altamente reconocidos como lo prueba la decoración de algunas tumbas de artistas.
Pero el artista no tiene independencia en su creación, todo lo que craba debía estar de acuerdo a unos cánones, es por tanto falto de originalidad.
Como ya observó Platón el arte es repetitivo, se emplean los mismos colores, los mismos esquemas durante siglos.
Cuando hablamos de arte egipcio, debemos abstraernos del concepto propiamente dicho.
El egipcio no entendía el arte como podemos hacerlo nosotros en la actualidad.
Los objetos no se creaban con una intencionalidad propia del artista.
Para todos nosotros el arte incluye reglas que permiten hacer las cosas bien, pero sobre todo es belleza, por que lo que confiere a un obejto su valor artístico es el hecho de estar bien hecho, más que el sentido práctico para el que se ha creado.
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