LA MUJER
La mujer tenía un papel claramente definido.
Se encargaba del cuidado de la casa y de los niños.
Muchas realizaban trabajos muy duros, como labores en el campo.
Pero, según la ley, la mujer tenía los mismos derechos que el hombre.
Una esposa podía llevar a su marido ante los tribunales
si éste la maltrataba.
Algunos matrimonios eran concertados, pero otros eran por amor.
Los hombres podían tener varias mujeres,
pero el contrato matrimonial protegía a la esposa y a los niños,
por lo que la mayoría de hombres sólo podía mantener a una mujer.
El trabajo principal de la mujer era criar a los hijos.
Las madres llevaban a sus bebés colgados en cabestrillos.
Si una mujer no podía tener hijos, su marido buscaba una
amante y la familia adoptaba al hijo de ésta.
Las madres amamantaban a sus hijos abiertamente.
Existe un grabado en el que la reina Nefertiti está
amamantando a su hija.
La leche sobrante se guardaba en jarras.
Las madres que tenían poca leche rezaban a la diosa Isis.
Muchas mujeres trabajaban como sirvientas.
Otras eran nodrizas, panaderas, tejedoras, cantantes,
bailarinas, músicas e incluso doctoras.
Pero las mujeres no podían desempeñar un cargo público.
El título de "sacerdotisa" era uno de los pocos que podía ostentar una mujer.
Otro era "Músico del Templo".
Los criminales egipcios recibían una paliza.
Pero se hacía una excepción con las mujeres embarazadas
para no dañar al inocente que tenía que nacer.
El castigo se aplazaba hasta después del parto.
EL FARAON
Los egipcios creían que su faraón era un dios viviente.
Sólo él podía unificar el país y mantener el orden cósmico o Maat.
También creían que cuando moría, alcanzaba la vida eterna,
no solamente para él, sino también para su pueblo.
El poder del faraón era absoluto. Mandaba al ejército, fijaba
los impuestos, juzgaba a los criminales y controlaba los templos.
Se asociaba al faraón con los dioses sol y cielo,
especialmente con Horus, el dios cielo con cabeza de halcón.
El nombre del faraón se escribía en el interior de
un cartucho: un disco ovalado, símbolo del poder del rey sobre
"todo lo que envuelve el sol".
Hapy era el dios de las inundaciones del Nilo.
Era representado con un rey, ataviado con el tocado
real nemes y una barba postiza. Sus pechos femeninos eran símbolo de sus aguas,
que daban vida a Egipto.
El faraón era todopoderoso. Los visitantes besaban el suelo que pisaba.
Pero aquel que lo tocara sin su permiso
podía ser condenado a muerte.
Los funcionarios importantes eran llamados "amigos del faraón".
Ostentaban títulos como "Portador del abanico de la derecha
del rey" o "Amo del caballo".
Muchos vivían en el palacio. En las grandes ocasiones,
se unían a ellos sumos sacerdotes y funcionarios de todo Egipto.
Mientras el rey vivía, le asistían en los asuntos de estado.
El deporte de los reyes y de su corte era la caza.
Los nobles mataban aves con palos arrojadizos.
En todo el palacio se hacía patenten el poder del faraón.
Los tronos se decoraban con cautivos,
que simbolizan el control que el rey tenía sobre los extranjeros y su papel
como defensor de Egipto.
Era muy importante para el rey tener un heredero.
Si su primera esposa no tenía hijos, un hijo de cualquiera
de sus otras esposas se convertía en heredero.
Si un rey no tenía hijos, el siguiente faraón podía empezar
una nueva dinastía.
El faraón vivía en un harén, una corte formada por muchas
esposas y otras mujeres.
Estas lo lavaban y le vestían muchas veces al día,
además de satisfacer todas sus necesidades.
Un rey podía tener muchas esposas. Para mantener el linaje dinástico
puro, los faraones a menudo se casaban con sus hermanas y con sus primas y,
a veces, incluso con sus hijas.
La primera esposa del faraón gobernaba junto a él,
como reina. El rey representaba al todopoderoso rey Sol,
mientras que ella era asociada con Hator, la diosa del amor, y con Isis,
la diosa madre.
LA VESTIMENTA
Se vestían con ropas de algodón sencillas. Los hombres se ponían una falda
corta y dejaban el pecho al descubierto.
A veces se ponían un manto o una pieza de lino por encima
de los hombros.
En las noches en que refrescaba, se ponían túnicas de manga larga.
En épocas posteriores, se extendió el uso de túnicas y
vestidos plisados. tanto los hombres como las mujeres llevaban peluca.
El egipcio corriente llevaba ropa de algodón basta, mientras que los ricos
vestían ropas más ligeras y delicadas.
La tela más fina era el "algodón real", semitransparente.
Los egipcios conocían los tintes, pero casi siempre llevaban
algodón blanco natural.
Probablemente, se utilizaran tableros estriados para hacer
los pliegues de la ropa de los ricos.
Los egipcios no sentían pudor ante su cuerpo. En el arte, los reyes suelen ser
representados con faldas muy pequeñas y las reinas con vestidos casi transparentes.
En las ceremonias importantes, el rey lucía una falda larga
y una capa muy elaborada con muchos pliegues.
Los egipcios se envolvían con la ropa, en vez de cortarla para adaptarla al cuerpo.
Las mujeres peinaban los tallos de la planta de lino para que saltaran las púas,
a continuación, separaban las fibras del tallo y las hilaban con un huso,
sujeto por una espiral.
Luego, en un telar, tejían ropa con los hilos.
Los campesinos y pescadores trabajaban desnudos.
Los ricos disfrutaban del servicio de lavanderos profesionales.
Los pobres lavaban la ropa en el río.
La mayoría de los egipcios iban descalzos.
Pero los sacerdotes y los ricos llevaban sandalias,
que eran de cuero o de juncos como el papiro, que crecía en las ciénagas del Nilo.
Los sacerdotes vestían las estatuas de los dioses por la mañana y las
desvestían por la noche.
Joyas y maquillaje
Los egipcios se esmeraban en su aspecto físico. Hombres y mujeres se aplicaban aceites
en la piel, se pintaban los ojos con gruesas capas de maquillaje y se rociaban con
perfumes la ropa. En las fiestas, las mujeres adornaban sus pelucas con conos
de incienso, que se disolvían lentamente, esparciendo perfume sobre su pelo
y ropas.
Los ricos exhibían joyas de oro con relucientes piedras semipreciosas.
La pintura verde para los ojos procedía de la malaquita; el kohl negro para los ojos,
de la galena; la pintura roja para los labios, del óxido de hierro.
El kohl se guardaba en tarros y se aplicaba con utensilios metálicos.
Incluso los niños se ponían kohl, pues, protegía de las infecciones.
Como a los egipcios no les gustaba el vello corporal ni el pelo,
se afeitaban la cabeza y el cuerpo con hojas de bronce.
Llevaba pelucas hechas con cabellos humanos, rizadas o
trenzadas en una gran variedad de estilos.
Utilizaban un cinturón de oro, que era una pieza de joyería que se
llevaba en la cintura. Estaba hecha con cornalillas, amatistas, lapislázuli
y turquesas, además de amuletos de oro de la buena suerte.
Los egipcios no tenían espejos de cristal, sino que se contemplaban en discos
de cobre o bronce pulidos. Las superficies relucientes, les recordaban
al sol que adoraban.