* Se parte de Alcalá del Júcar desde la carretera comarcal 3201, ascendiendo por la c/ Batán en dirección NE.
* Bifurcación. Seguimos a la derecha, por una pronunciada pendiente.
* Dejamos la calle que traemos para coger una senda que sale a la derecha, entre casas, y sube hacia un pinar de repoblación en la ladera. Pronto la senda cambia de dirección y gira hacia el S.
* La senda se bifurca. Continuamos por la izquierda un zigzagueante ascenso por la ladera. La elevada pendiente y pedregosidad del terreno dificultan este tramo inicial de la ruta.
* Pasamos bajo el tendido eléctrico que, un poco más adelante, volveremos a cruzar. Andamos entre pinar disperso de pino carrasco y matorral muy fragmentado de esparto, aliaga, boj, espliego, espino negro, etc.
* Desde una curva de nuestro recorrido divisamos una panorámica de Alcalá del Júcar, donde destaca su prominente castillo que ya queda bajo nuestra altitud. Al SW, en lo alto de la ladera, vemos la aldea de Casas del Cerro. La acción erosiva del agua borra el trazado de la senda en este tramo.
* Alcanzamos la llanura en el paraje de “El Almendro”, junto al tendido eléctrico. Proseguimos en dirección SE, siguiendo las trazas del ganado y vamos bordeando el gran Barranco de la Noguera (a nuestra derecha). Unos metros más adelante, la senda se convierte en camino.
* Llegamos a la “Casilla de Monedero”, con un corral de muros de piedra. Panorámica del barranco en su confluencia con el Valle del Júcar. Seguimos por el “Camino de Alcalá del Júcar a Ayora”. Este punto es el inicio de la ruta para cicloturismo.
* Casilla de reciente construcción.
* Pasamos junto a otra casilla y un refugio con muros de piedra, donde guarecernos en caso de lluvia.
* Grupo de casas con muros de piedra y algún corral recientemente edificado.
* Bifurcación, junto a un pequeño pozo de piedra. Seguimos por la izquierda, iniciando un ligero ascenso. El camino de la derecha conduce hacia el paraje de “El Tollo” (a unos 600 m), donde se puede contemplar una panorámica de la cabecera del barranco.
* Tras pasar las últimas casas, sale un camino a la izquierda hacia el paraje de “Los Torilejos”. Continuamos por la derecha. Andamos entre tierras de labor salpicadas con almendros.
* Un mosaico de cultivos tapizan la llanura: almendros, olivos, viñas y pedregosos campos de labor. A la derecha queda el paraje de “Pumarejos”.
* Al pasar un camino que nos sale a la derecha, llegaremos a una bifurcación, junto a un almez. Seguimos por la izquierda en dirección NE.
* Sale a la izquierda el camino hacia el cementerio de La Gila. Seguimos recto hacia la aldea que ya divisamos al frente.
* Cruce de caminos. Giramos a la izquierda, flanqueados por un muro de piedra, hacia las primeras casas. Un poco más adelante, junto a un corral con muros de piedra, sale un camino a la izquierda de donde parte una senda que desciende hacia la cabecera del Barranco de la Fuente o del Tollo, donde se localiza el antiguo lavadero público (actualmente en ruinas).
* Llegamos a La Gila por la c/ del Olmo, junto a la plaza del frontón. Continuamos por la c/ San Antonio o de la Ermita.
* Giramos a la derecha para llegar hasta el depósito del agua, bajo el que se sitúa una fuente donde poder refrescarnos. Proseguimos nuestro recorrido por la c/ de la Plaza, en dirección Este.
* Dejamos el asfalto para continuar, en la misma dirección, por el “Camino de las Casas del Conde” que sigue de frente. Una flecha indicativa refleja la distancia hasta la Colonia San Román. Tras pasar junto al Centro Social, abandonamos la aldea.
* Pasamos junto a las eras, donde observamos unos antiguos pozos, ya en desuso.
* Sale un camino a la derecha. Seguimos de frente.
* Bifurcación. Continuamos por la derecha.
* Bifurcación. Seguimos por la izquierda.
* Sale otro camino a la derecha. Continuamos a la izquierda, por el camino principal.
* El camino cruza la vaguada del Barranco del Cura, en su cabecera.
* Al pasar entre campos de almendros, sale un camino a la izquierda, hacia el “Corral del Correo”. Seguimos por la derecha, andando por la llanura entre campos cerealistas de secano.Hacia la derecha, en dirección SE, observamos las suaves elevaciones del “Cabezo” (871 m).
* Un camino cruza el que llevamos. Seguimos de frente.
* Sale un camino hacia la izquierda, que bordea un pinar. Seguimos por el camino que traemos y nos lleva por un mosaico de campos cultivados, viñas y pequeñas manchas de pinar.
* Entre los campos cultivados, sobreviven algunos ejemplares de encina con buen porte, testigos relícticos del paisaje vegetal potencial en la zona. Al frente, ya divisamos Casas del Conde.
* Bifurcación. Seguimos de frente, hacia el interior de la aldea.
* Llegamos a Casas del Conde, a la altura de la Colonia San Román. A nuestra derecha queda la Ermita. Proseguimos elrecorrido girando a la izquierda y bordeamos la edificación de la Colonia para, seguidamente, salir de la aldea hacia la derecha flanqueando una gran nave ganadera con abrevadero.
* Tras pasar la ligera hondonada de un barranco, el camino nos adentra en una pequeña mancha de pinar.
* Camino privado a la izquierda. Seguimos por la derecha.
* Observamos una construcción de piedra con forma de pequeño chozo a nuestra izquierda, junto a otro camino privado. Seguimos de frente, abandonando el pinar.
* Bifurcación. A la derecha sale un camino poco marcado.Continuamos por la izquierda el camino principal, que cambia la dirección de nuestro recorrido hacia el NE.
* Pasamos junto a otra construcción de piedra, posible vivar para conejos, junto a varios montones que quedan a la izquierda. El camino discurre entre pinar y campos cultivados.
* En este punto del trazado iniciamos el descenso hacia el valle del Júcar. Dejamos la llanura para adentrarnos en un denso pinar de pino carrasco, con abundante matorral de especies autóctonas: coscoja, enebro, sabina mora o negral, espino negro, romero, lentisco, boj, escobón, etc.
* En el descenso, comenzamos a divisar las impresionantes panorámicas que nos ofrece el valle del Júcar.
* Llegamos a una bifurcación. Seguimos el camino forestal por la izquierda, incorporándonos al trazado de la Ruta del Valle del Júcar. El camino de la derecha, con una cadena que impide el paso de vehículos de motor, bordea el impresionante “Barranco de Mingo Andrés”.Andamos por laderas tapizadas con un frondoso pinar que, en vaguadas de mayor umbría, enriquece la variedad de especies autóctonas del sotobosque: terebinto, durillo, madreselva, etc.
* Sale un camino a la derecha. Continuamos de frente nuestro descenso zigzagueante por la pista forestal.
* Salimos a un camino asfaltado por el que seguiremos hacia la izquierda. A la derecha el camino conduce hacia “El Tranco del Lobo”, paraje donde se sitúa un conjunto de edificaciones abandonadas (a unos 200 m), y continúa descendiendo para cruzar el río.
* Pasamos junto a una represa del río, de donde parte un canal. En este punto, sale una pequeña senda desde donde podemos observar el río.
* Abrigo rocoso a la izquierda (refugio improvisado para lluvias). El camino discurre por la margen derecha del Júcar, bajo la vegetación del bosque de ribera (chopos, álamos blancos, fresnos, etc.) y los pinos carrascos que tapizan las laderas.
* Pasamos junto a la Central Hidroeléctrica de “El Bosque”, en la margen contraria del río. Seguimos recto.
* Bifurcación. Abandonamos el asfalto para continuar por la izquierda hacia el “Centro Ecuestre” de Las Rochas. A nuestra derecha queda el puente que cruza el Júcar y prosigue el camino asfaltado hacia Tolosa por la margen izquierda (es el trazado alternativo para cicloturismo).
* Pasamos junto a una represa del río, en el paraje “Don Benito”.
* El camino cruza un barranco, ascendiendo ligeramente.
* Llegamos a las Rochas, a la altura de "Centro Ecuestre".Tras un breve receso para descansar y disfrutar del paraje, proseguimos nuestro recorrido tomando la senda que discurre por la ladera, en dirección NW y por la que andaremos remontando el curso fluvial. A lo largo de este tramo, el Júcar discurre por un valle cerrado, con laderas de abrupta pendiente y prominentes cortados rocosos en su parte superior.
* Tras un ligero ascenso, pasamos junto a una pequeña cueva y corral, al pie del cortado rocoso. La senda es estrecha y de firme pedregoso. Andamos bajo un pinar de pino carrasco, donde podemos observar algunos pequeños quejigos dispersos, entre el abundante y variado matorral.
* En la ladera de la margen contraria, con escasa cubierta vegetal, se observan procesos de intenso abarrancamiento.
* Tras una pequeña subida, la senda desciende hacia el fondo de un barranco de grandes dimensiones, el “Barranco del Cura”, zigzagueando entre pequeñas terrazas con olivos y granados.En la ladera del barranco observamos una antigua casa de campo (en ruinas).
* Cruzamos el barranco por un dique de piedra.
* Pasamos junto a las ruinas de otra casa de campo, a la derecha.
* Después de superar un tramo ascendente y de mayor pedregosidad, divisamos la presa de Tolosa. Iniciamos un suave descenso.
* Pasamos bajo un quejigo de gran porte. La configuración cerrada del valle posibilita el desarrollo de esta especie, más exigente respecto a las condiciones ambientales de humedad.
* Tras un ligero ascenso y superar la vaguada de un pequeño barranco, se divisa el pueblo de Tolosa. La senda inicia un suave descenso.
* Bajo nuestros pies queda la presa de Tolosa, en el cauce del río.
* Se incorpora una senda por la derecha. Seguimos de frente.
* Se incorpora otra senda por la izquierda. Continuamos recto.
* Salimos al “Camino de la Vereda de Tolosa”, por el que giramos a la derecha encaminándonos hacia el puente.
* Pasamos sobre el puente que cruza el río.
* Al pasar el puente, salimos del camino para coger una senda que sale a la derecha y que sube entre unos olivos.
* Salimos a la carretera, por la que continuamos a la derecha.
* Llegamos a Tolosa, junto a la fuente situada al borde de la carretera, a la sombra de un gran platanero. Tras un receso para refrescarnos y pasear por la aldea, proseguiremos el recorrido regresando hacia el embalse.
* Dejamos atrás las últimas casas del pueblo y abandonamos la carretera, tomando la senda que sale a la izquierda, entre los olivos, para cruzar el río.
* Al pasar el puente, continuaremos hacia la derecha por el “Camino de la Vereda de Tolosa”.
* Pasamos junto a unas casas en ruinas. Unos metros más adelante, pasamos junto a un muro de piedra en una antigua era, donde podemos observar una pequeña cavidad con puerta de arco (posiblemente utilizada como almacenillo).
* En este punto del camino, nos adentramos en zona de pinar.
* A nuestra izquierda observamos un “abrigo” rocoso.
* Sale un camino a la derecha. Continuamos de frente, cruzando una rambla para ir ascendiendo una pronunciada pendiente.
* Cruzamos un barranco. Andamos por una zona de umbría, entre pinar con un variado sotobosque. Desde este punto, divisamos el bello trazado sinuoso que dibuja el río, entre las abruptas y rocosas laderas del valle.
* Sale una senda a la derecha. Proseguimos de frente descendiendo ligeramente. Unos metros más adelante, sale otra senda a la derecha, continuamos recto.
* Sale un camino a la derecha que desciende hacia las pequeñas huertas de la margen del río. Continuamos de frente.
* Pasamos bajo unas cornisas rocosas (¡precaución con posibles desprendimientos!).
* Sale un camino a la derecha, seguimos nuestra marcha hacia la izquierda. Un poco más adelante, nos saldrán otros estrechos caminos a la derecha que descienden hacia el río. Proseguiremos hacia la izquierda. Andamos entre olivos y pinar repoblado de Pino carrasco.
* Llegamos a las primeras casas del pueblo. A nuestra derecha, en el cauce del río se sitúa la Estación de aforo de la Confederación Hidrográfica del Júcar. En la margen contraria podemos observar las instalaciones del camping. Al frente, en la cima del cerro divisamos las casas de Las Eras.
* Llegamos al asfalto de la calle Olmeda. En este punto abandonamos el “Camino de la Vereda de Tolosa”.
* Finalizamos nuestro recorrido en Alcalá del Júcar, a la altura del Centro Cultural.