notre dame

La obra se inició en un contexto de expansión demográfica y económica, y en un ambiente de paz, de prosperidad y de renuevo religioso e intelectual.

Desde la consagración de la capilla mayor, en 1182, fue el sitio de grandes acontecimientos religiosos y políticos dada la importancia que tenía París en el reino: los primeros Te Deum cantados en acción de gracias con motivo de las victorias de Felipe Augusto, el recibir la Corona de espinas traída por San Luis, la apertura de los primeros Estados generales por Felipe IV el Hermoso. Desde entonces, la historia de la catedral está vinculada a la de Francia. En los siglos XVII y XVIII, Notre-Dame fue teatro de los actos solemnes de la grandeza de la realeza: victorias, exequias, etc...Pero ya se había extinguido la inspiración gótica y no dudaron en reemplazar las grandes vidrieras de color por otras blancas más luminosa.

Para cumplir con el voto de Luis XIII, Luis XIV sustituyó el coro gótico por otro barroco.Fué celebrada por un Te Deum todavía la toma de la Bastilla, pero pronto los revolucionarios decapitaron, y después derrumbaron la grandes estatuas de las portadas y de la galería de Reyes antes de transformar la ex iglesia en templo de la diosa Razón.

Así pues, cuando fué devuelta al culto bajo el Consulado, era un edificio muy deteriorado, que tuvieron que ocultar bajo oros y tapices para el acto de coronación de Napoleón I, el 2 de diciembre de 1804.

Hubo que esperar a que volviera la prosperidad y a que el movimiento romántico rehabilitase una Edad Media sin duda mítica, para que emprendiesen la restauración de la catedral Jean-Baptiste Lassus y Eugène Viollet-le-Duc. La terminación de las obras coincidió con la restructuración de la isla de la Cité por el barón Haussmann, quien suprimió todo el barrio antiguo, aislando Notre-Dame detrás de un atrio inmenso.

En el siglo XX, sigue gozando Notre-Dame de un gran prestigio. Contribuyen los ministerios sucesivos a las obras imprescindibles para su conservación. Como catedral de Francia fué donde se celebró la victoria, al fin de las dos grandes guerras mundiales. Allí es donde se celebran los funerales en honor de los jefes del Estado.

Notre-Dame es pues a la vez el lugar de recogimiento y de oración, que quisieron que fuese sus primeros constructores, y el de los grandes acontecimientos de carácter religioso y nacional para la comunidad francesa.


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