VIAS DE TRANSMISIÓN SEXUAL: Las prácticas sexuales con riesgo son aquellas en las que hay penetración (anal, vaginal u oral) y al menos una de las personas está infectada. El coito anal tanto entre parejas homosexuales como heterosexuales, es la práctica sexual de más riesgo. Cuando el infectado con el VIH es el que penetra, el semen entrará en contacto con la mucosa anorectal del receptor/a durante un tiempo, pudiendo infectar si existe una herida. Si la persona infectada es el receptor/a, para el que penetra también es una práctica con un elevado riesgo. Si se ha producido una herida la sangre infectada puede entrar en contacto con su uretra. El coito vaginal es la segunda práctica sexual de mayor riesgo. Tanto si la persona infectada es el hombre como si es la mujer el contagio se puede producir. Si es el hombre el infectado el semen va a estar en contacto con la mucosa vaginal durante un cierto tiempo. En el caso de la mujer su flujo vaginal entrará en contacto con la mucosa de la uretra. La posibilidad de que la infección se trasmita por la vía sexual de hombre a mujer es mayor que al contrario, siendo la proporción de 3 a 1. El sexo oral es también una práctica de riesgo al poder entrar en contacto fluidos potencialmente infectados, como son el semen o el flujo vaginal, con las mucosas de la boca o de la garganta.
VIA DE TRANSMISION PARENTERAL: El riesgo de ésta vía se centra en la población adicta a drogas ilegales por vía parenteral, al compartir material contaminado. El riesgo de contagio por la administración de sangre, hemoderivados o en un transplante es prácticamente nulo al ser en nuestro país obligatoria la determinación del VIH en todos éstos productos biológicos desde 1987.
VIA DE TRANSMISION PERINATAL O VERTICAL: Desde la madre infectada a su hijo/a durante el embarazo, el parto o la lactancia. El número de mujeres infectadas por el VIH está aumentando, debido a transmisión heterosexual y la mayoría están en edad fértil.