Sobre Horacios y Curiacios by Bertolt Brecht.
La obra “Sobre Horacios y Curiacios” de Bertolt Brecht, escrita en 1934, fue representada en Valencia, en el “Teatro de la Abadía” también llamado “L’altre espai”, del 12 de octubre al 7 de noviembre de este año, 2004.
Dirigida por Hernán Gené, contaba con un elenco de personajes protagonistas formado por: Luis Bermejo, Julio Cortazar, David Luque, Markos Marín, Daniel Moreno y Fernando Soto que representaban a los clowns de la obra.
La obra, presenta, como he dicho antes, a seis personajes principales, los cuales representan a un clown o payaso concreto, así pues Luis Bermejo representa al clown Amaro; Julio Cortazar al clown Uno; David Luque al clown Aurelio; Markos Marín al clown Mórtimer; Daniel Moreno al clown Alcestes y por último, Fernando Soto representa al clown Ferdinando.
Estos personajes tratan de representar, vestidos de payasos, el mundo de la guerra con sus injusticias y crueldades, una guerra entre Horacios y Curiacios. Así pues, tres personajes son Horacios y los tres restantes son los Curiacios y entre ambos tratan de retratar el mundo actual de la guerra, claro está, con numerosos golpes de humor, puesto que sus hazañas para tratar de representar la guerra entre ambos son muy burlonas. La forma en que retratan como en la guerra escalan montañas, surcan corrientes de agua, atraviesan puentes, etc.. de manera imaginativa y ocurrente, me llamo la atención.
Cada
clown tiene su propio gesto que le caracteriza, ej: una frase propia, gesto, etc;
así pues,
mientras un clown se reía de manera que hacía reír a todo el público, el otro
tenía una frase que decía siempre, etc...
Los personajes iban vestidos de payasos, con la nariz, el maquillaje y todo lo que conlleva; e se comportaban como tal, provocando grandes carcajadas en el espectador.
El espacio de la obra de teatro era una especie de círculo rodeado con luces, en el suelo, en el que los payasos o clowns iban dándole una significación concreta; detrás aparecía una especie de andamio cubierto con una manta por el que los personajes salían a escena y donde se subían por las escaleras cuando hacían las reuniones o cantaban, o cuando interpretaban una escena de la guerra.
Así mismo, en el espectáculo se juega con las luces, el apagado-encendido de unos focos u otros, depende del tiempo en el que suceda la escena: si es a media tarde; cuando cantan...etc, juegan mucho con los focos y también escenifican con un foco potente la luz del sol que ciega a los guerreros.
El vestuario, como he dicho antes, es el propio de unos payasos, con ropa de payasos, pelucas, maquillaje de los personajes, un vestuario fantástico.
Como atrezzo a lo largo de la obra aparecen pistolas, teléfonos para comunicarse entre ellos mientras luchan; también uno de los clowns utiliza patines para representar una escena cómica, otro una bandera blanca para representar la paz...etc, sacan numerosos objetos a lo largo de la obra. También hay que destacar el uso de cada clown de su respectivo instrumento cuando tocan una melodía y cantan.
Ante mi expectación, la sala de teatro estaba completamente abarrotada de gente el día que fui a verla, me quede bastante sorprendida, porque no había apenas una butaca libre; el público reacciono de forma extraordinaria, participando en la obra, animando, y sobre todo riéndose. Al terminar la obra, el público se levantó aplaudiendo a los personajes de la obra, salió encantado de la obra, y eso me sorprendió.
Por mi parte, a mí la obra me resultó impactante, porque con el título que posee, que no define de que va la obra, no me imaginé que fuera así, pero me sorprendió y me gustó, puesto que me pareció muy sorprendente, buena idea representar una obra de la guerra de ese modo ya que te hace reflexionar sobre el tema pero al mismo tiempo le da un ambiente cómico que hace que el espectador se entretenga y quede encantado. A mí, en concreto me gustó mucho un clown, Mórtimer, la manera de interpretar, el rasgo que le definía hizo que me gustara más que el resto de los demás.