Compañeros de viaje


Automovilismo feliz

Conductores




Se subieron en el coche en Dallas al romper el alba el viernes, directamente después de que Bent recogiera las llaves donde los misioneros. Era un Ford plateado y grande como un estado. El cuentakilómetros rebasaba por poco las 32.000 millas, aunque Gina lo dudaba. Al dueño anterior se ve que le gustaba la colonia de droguería, pero después de un rato ya no se notaba. Les llevaría a donde iban. Bent tomaría la primera salida, desde aquí hasta Little Rock. Condujeron hacia el norte por la I-30 hacia el amanecer veraniego. Todavía no hacía mucho calor, así que intentaron bajar las ventanillas, de modo que solo el parabrisas se empañó. Bent se sentó recto con las manos en el volante a las diez y diez como cuando se sacaba el carné. Gina empezó a reir. Era como cuando eran pequeños y se iban de vacaciones con la familia.



Siguiente parada


Sin paradas