Paranoia


Modos de ver

Conductores




Pararon en una parada de camiones más o menos a una hora de Memphis. Gina se pasó la mayor parte del descanso comprando aperitivos y con el cliente. Cuando volvió, Bent tenía una de sus rabietas. Tenía el ceño tan arrugado que parecía que se lo habían hecho con una cuchilla en la frente. Le preguntó qué pasaba y él contestó lo normal, que nada. Podría pasarse una semana o más abriendo la boca solo para comer y beber. Así era Bent. Cuando habían cruzado el río y estaban fuera de Memphis, al final la abrió. El coche iba demasiado despacio. La gente estaba mirando. Ella dijo cosas para calmarle y le acarició la parte de detrás del cuello.



Amar y viajar


Carretera abajo