UNA LLAMADA

 

“Espera”, dijo ella, “correré y le cogeré.

Hace tan buen tiempo aquí que aprovecha la oportunidad

Para escardar un poco”.

Así le vi

Agachado sobre las manos y las rodillas al lado del rastrillo,

Tocando, inspeccionando, separando un

Tallo del otro, cuidadosamente tirando hacia arriba

De todo lo que no está afilado, frágil y sin hojas,

Encantado de sentir cada raíz de mala hierba romperse,

Pero también arrepentido…

Después me vi escuchando

El tictac grave y amplificado de los relojes del recibidor

Donde el teléfono estaba desatendido en una calma

De espejos de cristal y péndulos iluminados por el sol.

 

Y entonces me encontré pensando: si fuera hoy en día,

Así es como Death convocaría a Everyman.

 

Lo siguiente que pasó es que habló y casi le dije que le quería.