VALDISMO

 
            De todos los fenómenos heréticos surgidos al calor de la pobreza voluntaria sin duda el más importante fue el valdismo. La biografía de su fundador, Pedro Valdo (c. 1140-c. 1217) ofrece interesantes paralelismos con la de san Francisco de Asís, lo que plantea una vez más el problema de la débil frontera existente entre ortodoxia y heterodoxia.

            Pedro Valdo era un comerciante mundano de Lyon, que tras una crisis espiritual, hacia 1173 decidió abandonar a su familia y adoptar la más absoluta pobreza, repartiendo su fortuna. Muchos quisieron seguir su ejemplo y crearon un grupo de adeptos llamados “ Los Pobres de Lyon”. La predicación rigorista de Pedro Valdo -un laico después de todo-, levantaron al fin los recelos de la jerarquía.

            Predicadores itinerantes bajo voto de pobreza, difundían una religión que se ha asociado de forma errónea con las enseñanzas de los cátaros. Su prédica sencilla, basada en la Biblia, resultó, sin embargo, más popular que las complejas enseñanzas de los cátaros.

            El arzobispo lo llamó y como cautela, ya que se trataba de laicos, prohibió a los valdenses predicar sobre asuntos doctrinales, debiendo contar siempre con el permiso previo de las autoridades diocesanas. y más tarde fueron excomulgados junto con los albigenses del sur de Francia.

La inquisición del s. XIV se encarnizó con sus comunidades, vivieron en las montañas de Lyon, Provenza y Delfinado. En 1487, el papa Inocencio VIII organizó una cruzada contra ellos en el Delfinado y Saboya.

Su inspiración permaneció  inalterada en lo esencial, gracias a “ Los Barbas” quienes eran escogidos con cuidado y mantenían la cohesión del grupo. Sus comunidades se consideraron herederas de la misión apostólica querían revivir la Iglesia primitiva, rechazaban las tradiciones acusándolas de erróneas y de simonía. En realidad fue la extraordinaria fidelidad de Pedro Valdo a lo que representaba el ideal de la "vita apostólica" (mucho más profundo que la mera adopción externa de la pobreza), lo que ocasionó su alejamiento de Roma. Al considerar al espíritu evangélico como única fuente de legitimidad, y puesto que la inmensa mayoría del clero estaba muy lejos de comulgar con dicho espíritu, Pedro Valdo dedujo que la Iglesia jerárquica en su conjunto carecía de poder sacramental. Desprovista de su carisma sagrado, la Iglesia tampoco poseía autoridad para predicar, al contrario de lo que ocurría con aquellos simples fieles que, como los valdenses, vivían según el Evangelio. Al identificar a la Iglesia con una verdadera comunión de los santos -laicos evangélicos- Pedro Valdo destruía también cualquier posibilidad de permanencia de las estructuras jerárquica y sacramental del catolicismo, afirmando en su lugar la comunicación directa con Dios. Reducido a su esencia doctrinal, el valdismo más que propiamente una herejía, se identificaba así con una eclesiología heterodoxa. La existencia de numerosos puntos de contacto entre valdismo y catolicismo resultaba evidente.

Tuvieron una amplia influencia, llegando a influir al husitismo.

 

ESPIRITUALES

 

 

El severo juicio fulminado contra la Iglesia en nombre del evangelio, fue confirmado por los franciscanos.

La pobreza como imitación de Jesús era primordial en la espiritualidad de esta comunidad, aunque era difícil respetarla absolutamente. Había dos tipos de frailes; los que desertaban de las ermitas y vivían en grandes residencias en ciudades, y los zelanti, amantes de la soledad y hostiles a las costosas residencias.

Las tensiones no desaparecieron, ante lo que fue considerado como ”traición al ideal franciscano” esto les volvió accesibles a la doctrina  del Evangelio eterno de Joaquín de Fiore un abad del sur de Italia, que vivió, de 1135 a 1202. Llegó a ser muy conocido por sus profecías. La mas famosa de ellas se produjo en la noche de Pascua, cuando en un sueño un resplandor interior le permitió ver los misterios de las escrituras y entender el significado de las profecías bíblicas. Según ellas la cátedra de San Pedro sería ocupada por el Anticristo, ganándose así enemistades con el Papado. Profetizó "El Fin de la Cristiandad" y el desplome de la Autoridad Papal con palabras apocalípticas y terminantes:

"Roma, ciudad privada de toda disciplina cristiana, es el origen de todas las abominaciones de la cristiandad"

Profetizó el fin del Poder Musulmán, la llegada del Anticristo y el fin de la Historia.

En sus profecías auguró que la humanidad estaba destinada a atravesar tres periodos; eras del Padre, del hijo y del Espíritu. En la Tercera Era, la del Espíritu, se realizarían los misterios del Nuevo Testamento. Seria una Edad de Perfección, precedida de catástrofes, que seria de finalidad purificadora, y gracias a ellas los hombres olvidarían el pecado y tomarían un camino recto.

 Declarados apóstoles de la tercera edad de la historia, el reino del Espíritu .Continuaban así con el milenarismo, los rigoristas se adhirieron al movimiento haciendo de premonitores de la ecclesia spiritualis. No todos  los franciscanos se unieron al Joaquinismo, pero su influencia no dejó de alcanzarlos.

En el siglo XIII recibieron refuerzos de religiosos como; Pedro Juan Olieu, Angel Clareno, Ubertino Casale y laicos llamados Bizochi en Italia y Beguins en Francia.

Tales progresos inquietaron a las autoridades eclesiásticas. Grupos revolucionarios se manifestaron en el norte de Italia con un programa Joaquinista. Los Apostolici y los compañeros de Fra Dolcino se creyeron autorizados para purificar la Iglesia por la fuerza. Los franciscanos “espirituales” no querían ser confundidos con estos, sin embargo el parecido con vocabularios y consignas era contundente. Ello explica el porqué el trato duro contra los defensores a ultranza de la pobreza, cuyas críticas eran una incitación a la revuelta.

 

         ACCIONES CONTRA LOS ESPIRITUALES

 

Bonifacio VIII suprimió los privilegios a los espirituales italianos.

Juan XXIII contra los Rigoristas excluyó de la orden a sus dos jefes ( Clareno y Casales) y condenó sus creencias.

Ante la afirmación de que no había cristianismo digno sin total renuncia a los bienes materiales, Juan XXIII en 1322 declaró que la Santa Sede no sería el propietario de los bienes franciscanos, retiraba así la ficción tras la cual se abrigaban para llamarse mendicantes mientras gozaban de rentas.

 

 

Wyclif y los lolardos    

 

Wyclif fue profesor en Oxford. En un principio no levantó enemistades con la Iglesia ni con la Inquisición hasta la aparición de sus escritos “Dominio Divino” y “De civile dominio” trataban del problema de la autoridad y de su solución. Derribó los elementos del edificio escolástico y canónico. Todo esto fue lo que le causó la enemistad tanto de colegas como de los Mendicantes.

En 1381 se le prohibió enseñar en Oxford

En 1382 sínodo en Blackfriars proceso encargado a veinticuatro  expertos de las ordenes “maltratadas”, el resultado fue la retirada de Wyclif a la parroquia de Lutterworth.

Los escritos de Wyclif están encaminados a derribar la tradición escolástica y teológica. Sus objetivos fundamentales son la eclesiologia papal, la escolástica y el derecho canónico, mina las bases de la doctrina y el sistema que la debe reemplazar se condena en tres afirmaciones:

1.      La Iglesia visible solo ejerce funciones menores, para la salvación.

2.      Actualmente causa más mal que bien.

3.      Puede recuperar su utilidad si el poder civil la libera de sus debilidades.

 

El pensamiento de Wyclif pudo plasmarse en un plan de acción y provocar transformaciones de la cristiandad, sus ideas fueron más fecundas en Europa, donde los aristócratas vieron ventajas en reducir el poder de la Santa Sede. Las clases bajas tenían poca simpatía por los clérigos y la crisis agravaba el odio hacia ellos. Una rebelión hubiera concentrado al poder, al pueblo y a la ciencia . El levantamiento de trabajadores en 1381 no fue un  obra de  Wyclif, pero no se vaciló en tomar partido en su contra, en 1401 el estatuto “De haeretico combureno” condenó a la hoguera a herejes.

La represión cayó sobre la universidad. Los colegas de Wyclif tuvieron que suscribir el decreto y su enseñanza fue vigilada, esto privó al wyclifismo de guías entrenados.

Los poor priest fueron los encargados de propagar su doctrina, los historiadores piensan que Wyclif intervino escasamente en la formación de esa sociedad; algunos clérigos emprendieron giras de predicación, practicaban la pobreza con cierta ostentación, quizá se sirvieran de la traducción de la Biblia a petición de Wyclif. Este equipo fue diezmado, para llenar sus huecos se recurrió a ordenaciones clandestinas, pero estos estaban escasamente formados.

El término “Lolardo” designó a los discípulos convertidos por el profesor, era una designación peyorativa. Se despreocuparon de la fuerte unión teológica de la doctrina de Wyclif, solo prestaron atención a reivindicaciones prácticas. Ellos reclamaron:

1.      Simplificación del culto.

2.      El desmantelamiento de la sociedad clerical.

3.      La secularización de sus bienes.

Fueron seducidos por la revolución social y junto a John Oldcastle arrastrados a la política, idearon un golpe de estado fracasado. En 1431 otra  sublevación de w. Perkins abogaba por confiscar bienes laicos y clero, tampoco consiguió apoyos.

La represión se endureció y el movimiento pasó a la clandestinidad.

La descendencia espiritual wyclifita fue más numerosa en Bohemia, vigorosa como para hacer pasar su doctrina del ámbito de la teoría a la práctica.

 

Husismo

Hus

 

 En el siglo XIV no había mejor lugar para expresar las quejas  contra el clero que en Bohemia; el laicado era proclive a estar en contra del clero reforzado por un sentimiento nacionalista, desde el S. XII existía una minoría alemana entre el alto clero. Las quejas de los checos contra el clero se fusionaban con las que tenían en contra de la minoría extranjera.

Los discursos de Conrado Waldhausen causaron tal impresión en Mílic de Kromerice, que abandonó su empleo y se dedicó a denunciar las debilidades de sus contemporáneos e identificó al Anticristo en la corrupción interna de la Iglesia. Para destruirlo el clero debería vivir en la absoluta pobreza.

Su discípulo Matías de Janow distinguía entre dos iglesias; La visible donde los pecadores vivían mezclados con los fieles, y la invisible comunión de los santos que era pura. Recomendaba la lectura de la Biblia y para prepararse para el triunfo final de Cristo, volver a los mandamientos.

Hus siguió la obra de sus predecesores, no se adhirió por entero al pensamiento de Wyclif, no fue un extremista. Según él la Iglesia no consistía en un organismo social, sino en la invisible comunidad de los elegidos, que Cristo era la cabeza de la Iglesia y los papas debían ser depuestos.  Este es el núcleo de su herejía. En su lucha contra el vicio y corrupción vio en las  ideas de Wyclif un apoyo. Su notoriedad se debió a su predicación, pero sin la prudencia ni los matices de Wyclif. El interés que los profanos podrían tener en un autor censurado, despertó la inquietud de los teólogos, estos quisieron detener esta difusión ante la oposición de Hus, que en lugar de distanciarse se convirtió en el más firme defensor de las ideas de Wyclif.

Cuando Juan XXII envió a Praga mensajeros para predicar una cruzada en contra del rey de Nápoles concediendo indulgencias a cambio de apoyo económico, Hus se rebeló afirmando que cuando los decretos papales van en contra de la ley de Cristo, los fieles no deben seguirlos. Hus apareció como un peligroso agitador, fue excomulgado en 1412 y requerida su presencia en el concilio de Constanza en 1414, tenía la intención de hacer ver que la Iglesia necesitaba una reforma, se negó a retractarse y por ello fue quemado vivo. La herejía lejos de extinguirse, fue reavivada.

 

Tras la ejecución de Hus, fue establecida en Bohemia la llamada Reforma de Bohemia, con el apoyo de nobles y del propio rey Wenceslao. La jerarquía eclesiástica fue sustituida por una iglesia nacional no controlada por Roma (1414-1415), reconocieron a la Universidad el derecho a legislar juzgar doctrinas. En 1417 aceptaron la comunión en dos especies. Este acto servía para reconocer a los discípulos de Hus.

1419 la situación se truncó, Wenceslao retiró el apoyo a los Husitas presionado por Segismundo y Martín V, ese mismo año depuso a consejeros Husitas y el pueblo bajo se alzó en armas. En 1420 los checos definieron sus objetivos obteniendo los 4 puntos de Praga: Libertad de Predicación, comunión de las dos especies, pobreza de clérigos, castigo de los pecados públicos  por el poder civil. Los satisfechos con estos puntos fueron llamados Calixtinos.

El intento por reprimir a los husitas, causó la radicalización del movimiento que obtenía su grueso en los estratos más bajos de la sociedad y del campesinado.

En 1419 el ala radical comienza su separación, ante una nueva persecución comienzan a congregarse fuera del sistema parroquial, estos espíritus innovadores pretendieron no solo retocar el orden religioso, sino transformarlo. En aspectos de la práctica, de las creencias inspirándose tanto en el milenarismo como en el valdeismo.

Estas comunidades se establecieron en cinco montañas de Bohemia, siendo la más importante y más radical los asentados en la de Tabor, recibiendo el nombre de Taboritas; vivían en una imitación de la comunidad reflejada en el Nuevo Testamento, fuera del orden feudal y basándose en el amor fraterno, afirmaban el derecho de todo individuo a interpretar las escrituras, rechazaban las misas  oraciones por los difuntos, no veneraban imágenes, no hacían votos.

Tras la muerte de Wenceslao, el emperador Segismundo, su sucesor, se decidió a poner fin a los Taboritas en toda Bohemia provocando la huída hacia las montañas elegidas de multitudes de pobres. Creyeron que la batalla contra el Anticristo y los predicadores les instaron a que purificaran la tierra ellos mismos. Castigando los pecados de Avaritia y Luxuria, los más extremistas afirmaron “cualquier persona que no les ayudara en la liberación de la verdad, es miembro de las huestes de Satanás”

En 1420 Segismundo  entró en Bohemia pero el taborita Zizka los derrotó batalla tras batalla. Durante ese tiempo volvería Cristo que gobernaría durante un Milenio caracterizado por un orden igualitario  aboliendo propiedad privada, las rentas y las tasas, no existiría ninguna autoridad humana, sería una sociedad sin clases. Ansiaban destruir a los ricos urbanos siendo Praga una imitación de la Babilonia cuna del Anticristo. Estos planes igualitarios tuvieron éxito escaso; formaron algunos fondos comunes, fundaron ciudades taboritas como Pisek (1420). No se preocuparon de producir cuando se acabaron los fondos comunes declararon tener derecho a robar todo lo perteneciente a sus enemigos, explotaron al campesinado local “oprimiendo al pueblo llano como tiranos”

Los utraquistas o calixtinos, rompieron con los taboritas  que fueron aplastados en Lipany 30 de Mayo de 1434. Así se establecía el camino a la reconciliación; se atenuaron los 4 puntos de Praga:

1.      Predicación Libre, pero solo clérigos.

2.      Cáliz para los fieles si proclaman la presencia de Cristo cuerpo y sangre en la hostia y el vino.

3.      No cambio de estatuto en bienes secularizados.

4.      Corrección de pecados públicos por las autoridades pertinentes.

 

En el siglo XV la cristiandad gozó de calma relativa hasta el estallido protestante. Quedaban lolardos en Inglaterra, Valdeismo en Francia y Husitismo en ciertas provincias del Imperio. Se extendía por doquier corrientes heterodoxas clandestinas, derivadas de la vieja protesta contra la Iglesia, contra sus riquezas y sus compromisos.

La paz de la Iglesia era precaria y frágil, la revolución en Bohemia demuestra cuan poderosa puede ser una herejía si une Estado, pueblo y doctores.

 

Hay una presentación disponible en Power Point en la seccion Descargas