2.Iglesia de la Virgen de las angustias
3.Palacio de Bibataubin
4.Iglesia de San Domingo
5.Iglesia de San Cecilio
6.Casa de los Tiros
7.Casa del Padre Suárez
8.Convento de San Francisco
9.Iglesia de San Matías
Carrera de la Virgen
El Realejo y San Matias
Esta parte de la ciudad se configuró urbanísticamente tras la conquista cristiana.
Fue inicialmente un barrio habitado por los tejedores de la ciudad y también por una numerosa población judía, aún hoy en día mantiene un carácter popular muy marcado.
Ésta era una zona en la que eran muy abundantes las huertas y que, en porte, permanecen en la actualidad. El interés que suscita esta zona de la ciudad radica en el entramado urbano más que en la densidad monumental, y su visita puede ser realizada en breve tiempo.
Desde Puerta Real, donde corre el río Darro, ya cerca de la desembocadura en el río Genil, se puede iniciar el recorrido por una demarcación que surge básicamente en el siglo XIX.
El Palacio de Bibataubín, resto de la antigua muralla árabe y el comienzo de la Carrera de la Virgen, boulevard en la época de la dominación francesa.
Iglesia de la Virgen de las angustias
Fue construida en el siglo XVII sobre una antigua ermita dedicada a Santa Úrsula. La fachada, en la avenida a la que presta nombre, es de dos cuerpos, rematada por dos esbeltas torres; el cuerpo bajo es el de columnas corintias y el segundo cuerpo tiene una escultura de la Virgen doliente con Cristo yaciente que fue realizada en 1665 por Bernardo de Mora y su hijo José.
A un lado de la Fachada, una portadilla de ladrillo con una escultura de San Cecilio, obra de Ruiseñor, conduce a la sacristía.
El interior es de una nave y cuatro capillas laterales. El altar mayor, del siglo XVIII, acoge bajo un gran arco central el camarín de la virgen. Éste, realizado con la exuberancia barroca propia del churrigueresco, constituye el centro de atención de la iglesia. La imagen que lo preside, rodeada de hermosos mármoles y ricos elementos de decoración vegetal, es obra del escultor Duque Cornejo.
Esta iglesia sigue siendo el centro de una viva fe popular que se expresa en diferentes manifestaciones y monumentos de la vida ciudadana, especialmente en su festividad durante el mes de septiembre.
Palacio de Bibataubín
Está construido sobre los restos de un antiguo torreón o castillo, pertenecientes a las murallas de la ciudad.
Es un edificio moderno, con una sencilla portada de columnas salomónicas. En torno a él, durante los siglos XVI y XVII, entretenían su ocio pícaros y bravucones.
Detrás del palacio, en la plaza de Mariana Pineda, se halla el monumento a esta heroína de la libertad.
Iglesia de Santo Domingo
Por la cuesta del Progreso y la plaza de los Campos, se llega a la plaza de Santo Domingo, lugar donde radica la iglesia del mismo nombre. Fue construida en el siglo XVI, tiene elementos góticos, pero el estilo es claramente renacentista. La fachada está formada por un pórtico de piedra, con arcos de medio punto sobre columnas clásicas y emblemas de los Reyes Católicos y de Carlos V.
El interior es de planta de cruz latina con capillas laterales y bóvedas de crucería gótica.
Saliendo de la iglesia, se sigue hacia el Campo del Príncipe, centro de este barrio del Realejo. La plaza es así llamada porque se realizó para celebrar las bodas del hijo de los Reyes Católicos. Pronto se convirtió en un área de convivencia urbana, que aún conserva. Está presidida en su irregular belleza por un crucificado de piedra, obra del siglo XVII, y conocida como Cristo de los Favores.
Iglesia de San Cecilio
Al fondo de la plaza anteriormente citada, sobresalen los edificios del Hospital Militar, obra del siglo XVI, y la Iglesia de San Cecilio. En ella destaca una sencilla portada plateresca; y en la nave inferior, una bóveda sobre arcos góticos ojivales. Tras la iglesia, se extiende hacia la colina de la Alhambra el barrio de la Antequeruela, desde cuyos empinados callejones se contemplan bellas perspectivas de la ciudad.
De regreso al centro de la ciudad por la calle Molinos, y tras pasar la plaza de Fortuny, en la que residió este universal pintor catalán, se llega a la calle de Pavaneras.
Casa de los Tiros
Perteneciente a la familia de los Granada-Venegas, es hoy sede del Museo Local. La fachada, austera, está decorada, sin embargo, con escudos de esta familia y diversas esculturas adosadas de héroes y dioses griegos. En la parte superior, hay figuras armadas que parecen disparar, de ahí el nombre de este palacio.
El interior - que acoge, junto al Museo un rica hemeroteca - muestra diferentes salas con interesantes techos.
Destaca la llamada Cuadra Dorada, de rica decoración, en la que se repite el lema de la familia Granada-Venegas: "El corazón manda". Otras salas destacan también por su contenido, como la dedicada a Washington Irving, a la emperatriz Eugenia de Montijo o a Ángel Ganivet.
Casa del Padre Suárez
Junto al palacio anteriormente descrito, se sitúa la casa natal del eximio jesuita granadino del siglo XVI, Francisco Suárez. Es hoy Archivo de la Real Chancellería. La fachada es renacentista y de gran sencillez. Detrás de estos edificios, se extendía el barrio de la judería.
Convento de San Francisco
Finalizado el recorrido, aparece a la altura de la plaza de las Descalzas, el antiguo convento de San Francisco, construido y reconstruido varias veces a la largo de su historia, y que hoy alberga algunas dependencias militares.
Iglesia de San Matías
Al bajar por la calle de San Matías, sorprende la bella de San Matías, sorprende la bella iglesia de este nombre, de portadas con clara influencia de Diego de Siloé, y un interior con elementos góticos y techos de artesonado mudéjar. Es de destacar también el retablo mayor, obra del siglo XVI.