Guía de Visitas

La Cartuja


La Cartuja

Visita de lunes a sábado y domingos tarde de 10h a 13h y de 15.30h a 18h (verano, de 16h a 20h), mañanas del domingo de 10h a 12h (verano, de 10h a 13h). La CartujaEste monumento se sitúa en el norte de la ciudad, fuera del ámbito turístico. Era, antes de su construcción, iniciada en el siglo XVI, una zona de huertas y casas de campo, regadas por la fuente de Ainadamar (fuente de las lágrimas) del cercano pueblo de Alfacar.
Su construcción contó con la ayuda de don Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, que donó parte de las tierras necesarias para el monasterio. Del edificio primitivo sólo quedan algunos elementos, ya que sufrió una gran destrucción en el siglo XIX, con la nacionalización y posterior venta de los bines eclesiásticos. Del monasterio sólo queda en pie el llamado Claustro Pequeño, el Comedor o Refectorio, la sala De Profundis, el capítulo de Frailes y la Sala Capitular. Se conservan también la iglesia y su sacristía.
Se entra a la gran explanada de acceso a través de un arco plateresco, que desemboca ante la gran portada de la iglesia, sobre una plataforma elevada. Unas amplias escalinatas conducen a la misma. Es sencilla y severa, con un gran escudo de España es su parte superior, columnas jónicas y una estatua de San Bruno -fundador de la orden cartuja- que la preside.
InteriorAl monasterio se llega a través del Claustro Pequeño - conocido también como el claustrillo - que, aunque reconstruido, mantiene una sencilla arcada de medio punto con columnas clásicas.
A uno de sus laterales se abren cuatro pequeñas capillas, con diferentes esculturas, destacando la Virgen con el Niño de Ruiseñor. Alrededor del claustro se sitúan las principales estancias del monasterio.
En primer lugar, el comedor o refectorio, cubierto con bóvedas góticas ojivales sobre arco de medio punto, presenta en su cabeza una pintura al fresco del cartujo Sánchez Cotán, que vivió y dejó gran parte de su obra es este monasterio. Otros lienzos de este autor decoran la sala.
Próxima se encuentra la Sala De Profundis , de gran sencillez, en la que destaca un pequeño retablo de Sánchez Cotán.
La siguiente sala o Capítulo de Frailes es también de bóveda de crucería gótica y se halla decorada con diversos lienzos de Sánchez Cotán sobre la historia de la orden.
La última sala es la Sala Capitular de los Monjes, también con bóveda de crucería gótica y decorada con pinturas barrocas de tipo tenebrista del también cartujo Vicente Carducho.
RetabloEl núcleo artístico del actual monumento es la Iglesia. Tiene una sola nave de una gran exuberancia decorativa a base de hornacinas, estatuas, yeserías y pinturas que cubren las paredes.
Está dividida en tres partes: la principal, junto a la cabecera, para los monjes; tras ella, la de los hermanos legos, y al pie, una zona para el pueblo. Una bella puerta de madera labrada de taracea - incrustaciones de diferentes maderas y hueso - separa la zona de monjes de la de frailes. Todo este conjunto es un primer ejemplo de la gran riqueza decorativa del Barroco.
En el altar mayor hay un baldaquino o templete con columnas salomónicas muy decoradas y en su interior una imagen de la Asunción de María del tallista José de Mora.
Detrás de este altar está situado el Sagrario o Sancta Sanctorium, realizado en el siglo XVIII por Hurtado Izquierdo.
Este lugar expresa, con una rica y abundante decoración, la ya típica exuberancia barroca, con lujosos mármoles, esculturas adosadas, bellas cúpulas decoradas, y en su centro, un tabernáculo para el Sagrario adornado con grandes columnas salomónicas.
La Sacristía ofrece al visitante una primera impresión deslumbradora por el juego barroco de sus líneas decorativas. Es la expresión de un barroco final, que juega con las líneas en un intento permanente de movilidad, acentuada por los juegos de luces y sombras, que crean, aún más si cabe increíbles perspectivas.
Sobre un zócalo de mármoles veteados, los yesos de las paredes parecen moverse permanentemente.
Bellas cajoneras de madera de taracea ocupan los intramuros; y sobre ellas, ventanales que iluminan el conjunto.
TechoEl techo sorprende con su gran cúpula pintada. El fondo de la Sacristía, con un pequeño altar con retablo de columnas de mármol, está presidido por una Inmaculada Concepción.
Junto al altar se sitúa una pequeña escultura de San Bruno, obra de José de Mora, que nos ofrece un bellísimo ejemplo de la típica imaginería barroca granadina.