LAS TURBAS

"Las Turbas" no tienen bien definido su origen, pues existen diversos estudios sobre el tema. Unos lo relacionan con un motín llamado del Tío Corujo, en el que grupos de personas, a causa de la subida del pan, sacaron tambores y cornetas de una iglesia cercana y, vestidos con túnicas de Semana Santa, recorrieron la ciudad con gran escándalo. Otra de las versiones apunta a que fue una posible diferencia de clases la que llevó a que un determinado grupo de nazarenos, pertenecientes a familias de bajo estatus social, protestase mientras desfilaba la procesión del Viernes Santo, asomando por las calles adyacentes con tambores y clarines, haciéndolos sonar con gran estruendo, para protestar por la prohibición de que estas no pudieran desfilar en tan solemne procesión. De cualquiera de las formas, los orígenes son solamente un punto de partida de lo que en la actualidad se celebra.
"Las Turbas" es la procesión con más matices de la Semana Santa conquense. Miles de nazarenos, vestidos con los trajes de sus hermandades, en un escenario multicolor, escenifican, mediante clarines desafinados y roncos tambores, las burlas que Jesús sufrió camino de su crucifixión.Por ello, en el amanecer de Viernes Santo en Cuenca, cuando las primeras luces asoman por los cerros cercanos, los turbos preceden la procesión "Camino del Calvario" por las calles empinadas, desbordando pasión y emoción.
Durante muchos años, gentes de toda España han acudido a esta celebración bajo un falso reclamo, en busca de una diversión, que sólo han encontrado en bares y discotecas, pues las peculiaridades de la celebración han llevado a la confusión de que Las Turbas son fruto de borracheras injustificadas. Pero la realidad es que miles de nazarenos, con la mayor de las ilusiones, ofrecen al espectador la posibilidad de presenciar un rito que ha existido y existirá a lo largo de muchos años, y que a buen seguro, no dejara indiferente.