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"Tay te tonk, toc a toc, Ruoi tnot,skon trap"
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EL SENTIMIENTO DEL ABSURDO
Entre las eternas preguntas filosóficas
que se plantea todo ser humano la más básica es, si hay algún significado
para nuestra existencia . La necesidad humana de la explicación de su
presencia en el mundo ha sido satisfecha siempre por la religión y por los
creadores de los sistemas filosóficos que dieron a la vida humana
significado. El deseo natural de conseguir saber y entender el mundo en sus
esferas mas ocultas fue satisfecho por dogmas religiosos acerca de la
existencia del dios, que garantizó la contingencia significativa de la vida
humana. Hasta que con Friedrich Nietzsche 1883 y la publicación de
su Así habló Zarathustra aparece la tesis revolucionaria de que "
dios ha muerto" . A partir de esa época las viejas certezas
diarias de la vida comenzaron a declinar. World War I y World War II causaron
la destrucción y la pérdida de las últimas certezas humanas mas profundas y
trajeron definitivamente la idea de un mundo en el que faltaba cualquier
principio de unificación, un mundo sin sentido y desconectado de la vida
humana. Si uno asume la ausencia de sentido, y ésta es la expresión del
espíritu de la época, en el cual se arraiga el Teatro del Absurdo, el mundo
llega a ser irracional y se presenta el conflicto entre el mundo y el ser
humano que comienza a ser estraño a él ¿ que hago aquí?. Martin Esslin
menciona el concepto paralelo de Ionesco de la absurdidad: " absurdo es
lo que está desprovisto de propósito. Apagado de sus raíces religiosas,
metafísicas, y transcendentales, el hombre se pierde; todas sus acciones
llegan a ser sinsentido, absurdas, inútiles. Albert Camus (1913-1960), un novelista y
ensayista frances, que teorizó sobre la teoría de la absurdidad de las
sensaciones de la absurdidad del hombre en un mundo donde la declinación de
la creencia religiosa ha privado al hombre de sus certezas. Así la absurdidad se presenta de una unidad
natural integrada por " uno " y " el mundo ", por la
comparación de estos dos elementos, que conduce a la descomposición . Esta
vista del mundo caracterizado por el dualismo del objeto tiene sus raíces en
la filosofía de R. Descartes,quién fue el primero en analizar
el problema del lazo existente entre el hombre y el mundo exterior, y quién
intentaba solucionar la cuestión de la conexión de estas dos sustancias
esencialmente diferentes (Cogito ergo sum). Surge de la incompatibilidad entre una
experiencia dada y un sistema de pensamiento organizado.La absurdidad aparece
en los momentos enque el hombre entra en conocimiento de su ser mortal. Camus
describe esta situación de la realización y de entender en estas
palabras: El levantarse, cuatro horas de trabajo, la comida, el sueño, y
así lunes martes miércoles jueves viernes y sábado según el mismo ritmo
fácilmente se repite la mayoría del tiempo. Pero un día se presenta: "
¿porqué? " y todo comienza con un cansancio teñido de asombro. Se
da al final de los actos de una vida mecánica, pero al mismo tiempo inaugura
el impulso del sentido . Pero es trágico solamente en los momentos raros en
que llega a ser consciente. En otras palabras, la absurdidad se presenta a
partir de los momentos en que todos los actos de la vida que fluyen
mecánicamente se paran, y en que el sentido comienza a despertar y a moverse.
. El " comenzar a pensar es el comenzar a ser minado. " La absurdidad consiste en conflicto permanente,
es una contradicción y una lucha. Parece imposible huir de esta sensación de
absurdo, pero permanecer aquí es el medio de hacerle frente. Ésa es la base
de la libertad humana. La absurdidad no tiene ningún sentido, no tiene
ninguna razon, porqué no refleja ayer, ni mañana. El hombre absurdo carece de
cualequier esperanza y planes acerca de su futuro. La única manera de
paralizar la absurdidad es no pedir razones. |
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GENEALOGIA
Aunque el sentimiento del absurdo se hace mas
evidente durante el siglo XX, éste se anticipa, como suele suceder, desde
bastante antes; si bien con otros matices. A partir de Erasmo de Roterdam en
su Elogio de la locura (1511), el excentrico, es decir, el hombre cuyas ideas
y actos resultan absurdos al sistema de evidencias admitidas por el sentido
comun, adquiere un nuevo significado. Llámese Alonso Quijano o como queramos
llamarlo, lo cierto es, que amenudo ha estado presente en la literatura
mundial; pero su tierra predilecta es Inglaterra, donde Ben
Jonson en 1598 establece su teoria de los humores, base del humor
inglés, teniendo como punto de partida el absurdo calculado, que brota de una
conducta excéntrica. A partir de Robert Burton (1577-1640) hasta
Laurence Sterne (1713-1768), la gran corriente de excéntricos ingleses
desemboca en el siglo XIX en el nonsense, representado por Edward Lear
(1812-1888) y por Lewis Carroll (1832-1898). El nonsense anticipo las
investigaciones del surrealismo y algunas corrientes subterrraneas del
espiritu humano que han llevado al psicoanalisis. Pero para adoptar el nuevo rostro que el siglo
XX verá en el absurdo, falta aun el ingrediente fundamental de la angustia
existencial, filtradas por mentes tan importantes como Nietzsche (1844-1900),
con la muerte de Dios; Martin Heidegger (1889-1976), que coloco al hombre en
un mundo desprovisto de sentido, armado únicamente con la libertad que su
existencia le otorga. Del mismo modo, el existencialismo ateo de Jean Paul
Sartre(1905-1980) y el pensamiento de Albert Camus (1913-1960) descansan a la
vez en una experiencia del absurdo: el hombre vive para nada en un mundo sin
significado, en el que no puede afirmarse si no es por medio del rechazo,
expresión de su libertad. La “fenomenología” de Husserl (1859-1938) o el pensamiento
del danés Kierkegaard
(1813-1855) considerado el primer pensador existencialista, también aportaron
su granito de arena en el surgir de este sentimiento del absurdo. Sin embargo, éste sentimiento está presente en
el género literario mucho antes de la generación existencialista. Según
algunos teóricos se podría rastrear su huella, en los poetas malditos como Alfred Jarry y George Fourest, y más tarde
en algunas manifestaciones del
surrealismo; e incluso en las novelas de Kafka,
James Joyce, André Malrauxs y Henry de Montherlant. |
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El teatro del absurdo
Consideraciones
previas El teatro, en su significado antiguo original THEAacute;pTRON
(lugar de mirar, auditorio), es una forma artística especial, uno de los tres
modos literarios, narrativa, la lírica, drama, que se constituye no solamente
de palabras, pero también por los componentes visuales exclusivamente
dramáticos tales como movimiento, gestos físicos, escenas,...etc. No ocurre
dentro del alma humana como lo hacen otras formas (novela, poema, ensayo),
sucede en un mundo exterior. En consecuencia, el drama es un género algo
espectacular, más visible que literario, el medio ideal para conseguir un
cuadro multidimensional. Los actores pueden moverse y hablar de maneras
diferentes, trágico, cómico, etc.; pero con la condición previa necesaria que
nada habla acerca de ellos y si lo hace es siempre realmente verdad.
Sus actos y discursos son mera ficción, y ésa es la actividad del actor
principal - jugar la ficción. La pasividad de los espectadores consiste en el
validar de la ficción, en dejar la vida verdadera y entrar en el mundo de la
ficción. El teatro se convierte en el teatro solamente si las caras de ambos
(los actores y los espectadores) desempeñan sus misiones, que hace el
principio fundamental del teatro en general. Si la forma general del teatro es un cuadro
ficticio, el Teatro del Absurdo es un " cuadro en un cuadro ",
porque su contenido es, al mismo tiempo, también un cuadro - una imagen,
visión subjetiva del autor '. Él transforma su visión con el lenguaje
simbólico del teatro (cuadros dramáticos) en la situación simbólica de la
vida de caracteres ficticios. Por lo tanto, un " cuadro en cuadro "
es un cuadro que contiene la visión del autor, expresado en un cuadro
dramático, como componente formal de un juego dramático. En épocas cuando el arte dramático ha mostrado
al hombre como protegido, dirigido, y castigado a veces por poderes
sobrehumanos, el teatro llevó a cabo una función religiosa básica: la
confrontación del hombre con las esferas del mito y de la realidad religiosa,
que reflejaron el sistema cósmico generalmente sabido y universal validado
por algunos. El Teatro del Absurdo tiene una función similar; hace al hombre
enterado de su posición en el universo, que aunque es precario y misterioso, expresa
la ausencia de cualquier sistema cósmico generalmente validado de valores.
Mientras que las tentativas anteriores de enfrentar al hombre con el mundo
reflejaron una versión coherente y generalmente familiar de la verdad, el
teatro del absurdo se comunica y ofrece, la visión más íntima del autor
de la situación humana, el significado de la existencia para sí mismo, la
propia visión del mundo del autor . Esto determinando su forma específica,
que es naturalmente diferente de la forma épica del teatro. El Teatro del Absurdo no muestra al hombre en
un histórico, social, o contexto cultural, no comunica ninguna imagen general
de la vida humana. No se refiere a la información que transmite o a presentar
los problemas o los destinos de los caracteres que existen fuera del mundo
del autor (son creados por el autor). No se refiere a la representación de
acontecimientos, a la narración de sinos, o a las aventuras de caracteres. En
su lugar está interesado en la presentación de la situación básica de
un individuo. La realidad de la situación en la cual el
carácter absurdo aparece, es una realidad psicologica expresada en las
imágenes de las cuales es la proyección exterior de su mente. Ése es el
porqué el Teatro del Absurdo se puede considerar una imagen del mundo interno
del ser humano. Presenta un cuadro más verdadero de la realidad , realidad
como prendida por un individuo. " si un buen juego debe tener una
historia bien construida, éstos no tienen ninguna historia ; si un buen juego
es juzgado por la sutileza de la caracterización y de la motivación, éstos
están a menudo sin caracteres reconocibles y se presentan a las audiencias
como las marionetas casi mecánicas; si un buen juego tiene que tener un tema
completamente explicado, que se expone cuidadosamente y finalmente se
soluciona, éstos tienen a menudo ni un principio ni un extremo; si un buen
juego debe sostener un reflejo de la naturaleza y retratar las maneras y los
manierismos de la edad en bosquejos finalmente observados, éstas se parecen a
menudo ser reflexiones de sueños y de pesadillas; si un buen juego confía en
repartos ingenioso y diálogo acentuado, éstos consisten a menudo en chacharas
incoherentes.
El teatro del absurdo Según las fuentes, ésta denominación fue
empleada por primera vez en 1961 por el crítico Martin Esslin para definir al
grupo de dramaturgos contemporaneos cuya obra giraba alrededor de lo absurdo
de la condición humana, y asentada sobre los cimientos del pensamiento
existencialista de Albert Camus. Pero algunos teóricos incluso se remontan
mas atrás y consideran al creador del efecto del “teatro en el teatro”[i][i] Luigi Pirandello (1867-1936) como el
precursor de esta corriente, aunque la extensión y diversidad de su obra (Seis
personajes en busca de autor, Cada uno a su manera, Asi es si así os parece)
o su importante aportación a la narrativa impida pronunciarse de una manera
contundente. Del mismo modo, también se han querido ver antecedentes del
teatro del absurdo en la obra de Jean Cocteau. Pero, sin duda, los personajes mas importantes
que encarnan las dos principales tendencias en que se manifestó el teatro del
absurdo son, el rumano Eugéne Ionesco (1912-1994) , y el irlandés Samuel
Beckett (1906-1989). Aunque deben incluirse tambien en esta corriente autores
tan destacados como el italiano Dino Buzzati (1906-1972 Caso clínico),
el inglés N.F. Simpson (1919, El retintineante tintinear), el frances
Jean, (1903, La ventanilla, La cerradura) y el armenio Arthur Adamov
(1908-1970, La Parodia y La invasión). Todos estos títulos
indicaban la presencia de un nuevo teatro en oposición al teatro tradicional.
Un teatro en contra del teatro psicologico, un teatro en contra de la
metafisica del lenguaje y de los discursos ideologicos; se reclamaba,
siguiendo la consigna de Artaud, una “física de la escena”. En el teatro de Adamov todo era visible,
incluso los motivos misteriosos que sustentaban sus dramas; por ejemplo, en La invasión, el desorden mental que caracteriza a sus personajes se refleja por
el desorden de la habitación en la que viven. En La gran y la pequeña maniobra de 1950 la mutilación física de los héroes traduce su ruina
interior. Desde su primer éxito fulgurante (La
cantante calva, estrenada en 1950) Ionesco aportó al teatro contemporáneo
el modelo más extremo del absurdo: las respuestas mecanizadas, las frases
hechas, la profunda incomunicación de la clase social. En sus obras
siguientes (La lección, Las sillas, Víctimas del deber)
esa búsqueda fue acompañada de un humor cada vez más feroz, para llegar en
sus obras de madurez (Rinoceronte, El rey se muere, La sed y
el hambre) a una manifestación de angustia rayana en la desesperación. En Las sillas (1952),
según sus palabras, el tema de la pieza no es el mensaje,ni los fracasos de
la vida, ni el desastre moral de los viejos, el tema es simplemente “las
sillas”, es decir, la ausencia de materia viva, la irrealidad del mundo,
el vacio metáfisico. Beckett, por su parte, además de sus excelentes
vovelas (Molloy, Malone muere, El innombrable) inició su
andadura teatral con su obra más significativa Esperando a Godot
(1952), metáfora mayor sobre la deseperanza y el sin sentido de la vida
presente. Y es sin duda, Esperando a Godot la pieza que mas se acerca
a este teatro “visible” y “literal”
que proponian, un teatro verdaderamente desmarcado de los mitos del pasado y
de los principios dramáturgicos que imperaba en el teatro occidental. En Esperando a godot se percibe
claramente un teatro que indica plena y exclusivamente “presencia en la
escena”: los dos vagabundos se limitan a estar allí, algo que jamás antes se
había podido ver; los personajes del teatro, hasta entonces, se limitaban a
representar un rol, mientras que los dos vagabundos de Beckett parece que no
tengan rol ninguno. Estan allí, pero no parecen tener texto aprendido,
tendran que inventar. Son libres para todo excepto para abandonar la
escena, puesto que su cometido es esperar a Godot. El lector- espectador no
va a encontrar una historia concreta, ni la solución a un problema. Es, sin
mas, un teatro fruto de su tiempo, de un mundo ilogico y absurdo. Y
paradojicamente, a pesar de que normalmenta lo nuevo recibe el rechazo de la
critica y del publico, aún considerandola “abominable”, causó gran
fascinacion, quiza fruto del escandalo o
bien porque era capaz de reflejar con gran aspereza el sentimiento de
absurdo de la realidad existente. Para ello, utilizó técnicas de representación,
a veces verdaderamente antiguas, como el mimo y el clown procedentes de la
antigua Grecia y Roma, el auto Sacramental de España, la pantomima o el
Music-hall de Gran Bretaña, etc...ademas de las posteriores influencias de
Jarry, Artaud , los dadaistas o Apollinaire en el resto de su producción (Final
de partida, La última cinta, ¡Oh, los días felices! ), que
se fue adelgazando formalmente hasta el casi silencio de sus últimos títulos.
Aportación intimamente relacionada con el movimiento dada, del cual Marcel
Duchamp es su máximo exponente ( nótese el paralelismo del silencio en la
obra plástica de Duchamp, con el silencio en la obra literaria de Beckett). Pero no se debe entender el teatro del absurdo
como un movimiento o una escuela en el sentido tradicional. Se trata simplemente
de un concepto que engloba a una serie de dramaturgos que, en un momento
dado, coincidieron en su particular modo de ver el mundo. Evidentemente debió
existir un contexto historico que actuó como caldo de cultivo que hizo
emerger la conciencia dramatica de la irracionalidad del mundo y del destino
humano. Antecedentes sociales profundamente condicionantes no faltaban: la
Primera guerra mundial; la deshumanización de la sociedad unida al progreso
feroz, la desilusion que produjo la entrada de Stalin al poder en la union
sovietica, convertida en una tirania totalitaria , despues de las
esperanzadoras teorias de Marx ;la Segunda Guerra Mundial,que dio una imagen
brutal del ser humano;finalmente, el vacio espiritual que reinaba en las
prosperas sociedades de Europa occidental y EE.UU. ¿Qué pensar, si no, de
todo ello?. Filósofos, dramaturgos, artistas plásticos... “Traducian” lo que
veian: un cuadro desilusionado de un mundo destruido y desgarrado por
conflictos e ideologias fallidas. Así la pieza absurda sugió a su vez como
anti-obra de la dramaturgia clásica, del sistema épico brechtiano y del
realismo. Su forma preferida es la de una obra sin intriga ni personajes
claramente definidos: el azar y la idea repentina reinan soberanamente. La
escena renuncia a todo mimetismo sicológico o gestual, a todo efecto de
ilusión, aunque el espectador sea obligado a aceptar las convenciones físicas
de un nuevo universo ficticio. La obra absurda, al centrar la trama en los
problemas de la comunicación, frecuentemente se transforma en un discurso
acerca del teatro, en una meta-obra. De las investigaciones surrealistas
sobre la escritura automática, el absurdo ha tenido la capacidad de sublimar
en forma paradójica la “escritura del sueño”, del subconciente y del mundo
mental y el hallazgo de la matáfora escénica para imaginar este paisaje
interior. De esta forma el absurdo sustituyó a lo trágico
como resorte de la ficción teatral. Ambos descansan en la soledad y la
incomunicación, pero mientras la tragedia conserva desde sus orígenes la
característica de un rito en el que se enfrentan incompatiblemente hombres y
dioses, sometidos ambos a una misteriosa e increible fatalidad, el teatro del
absurdo ya no utiliza la mediación de estos “Mitos” para traducir y purificar
la angustia de la condición humana. Al contrario, la experimenta
directamente, la convierte en acontecimiento, en happening ( una de
las manifestaciones del movimiento DADA), en algo que sucede. En nuestros días no existe ninguna actividad
humana que no esté marcada por la consciencia de esta angustia. Según
algunos, esta angustia solo puede resolverse por medio de un acto libre:
revelión, compromiso político, decisión ética, invención artística o
científica, incluso una nueva conducta ante la experiencia religiosa. Otros
piensan que, gracias a ella, es posible elaborar un nuevo humanismo en las
contradicciones cada vez más evidentes del mundo contemporáneo. Y otro No hay enigma. Si se puede plantear una
cuestión, también se puede responder. El escepticismo no
es irrefutable, sino claramente sin sentido si pretende dudar allí en donde
no se puede plantear una pregunta. Pues la duda sólo puede
existir cuando hay una pregunta; una pregunta, sólo cuando hay una respuesta,
y ésta únicamente cuando se puede decir algo. Tractatus
Logico-Psilosophicus por Ludwig Wittgenstein Academic year 2000/2001 |