LAS ARENAS DE LUTECIA
Es fácil que Las arenas de Lutecia pasen desapercibidas al transeúnte, ya que están situadas en una pequeña elevación rodeada casi completamente por viviendas. Originalmente, se trataba de un anfiteatro galo-romano de carácter mixto, compuesto por una arena elíptica en la que tenían lugar los espectáculos de gladiadores y de bestialidades y un escenario en el que se representaban las artes escénicas. Teniendo en cuenta que podía acomodar hasta 17.000 espectadores, se trataba de una edificación de considerables dimensiones, rodeada por un parapeto muy ornamentado del cual no se conserva apenas nada.
Tras ser saqueado en busca de piedra, durante la Edad Media fue convertido en un cementerio y, más tarde, colmado de tierra. Los restos fueron desenterrados en el año 1860, cuando la compañía de transportes pretendía edificar en el emplazamiento un depósito de tranvías. Por desgracia, las diversas excavaciones no dejaron al descubierto más que una parte muy reducida de lo que había sido este esplendoroso edificio. Aparte de la arena misma, los único restos importantes son una parte del escenario (adosado a los edificios circundantes), de las graderías y de las entradas laterales. Convertidas actualmente en un parque, no es un espacio demasiado notable, pero sí llama la atención por su extraña ubicación en pleno núcleo urbano.
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