Reflexión sobre el proyecto

por Paula Sánchez Feliu

Mi proyecto nació como una pequeña red de ideas en torno a un­ poema, como una práctica cualquiera que podía utilizar los recursos del hipertexto para abrir caminos nuevos y expresar ideas diferentes, enlazadas entre sí. Pretendía mostrar simplemente cómo el hecho de crear una red de nodos enlazados podía complementar una idea principal (en este caso el poema) y dar respuesta a preguntas que podían surgir leyéndola (las definiciones de lunfardo). Pero al final ha acabado por convertirse en una práctica comparativa. A la izquierda, el camino textual: llano, simple, unidireccional y lineal. A la derecha, el camino hipertextual: tortuoso, complejo, multidireccional y desconcertante. El poema sin hipertexto no es más que eso, un poema. Un poema escrito en lunfardo que el hispanohablante común no podría leer sin ayuda de un diccinario (y éstos no son demasiado frecuentes tratándose de dialectos). Así que el poema sin hipertexto deja el camino abierto para que el lector interesado busque respuesta a sus preguntas por otras vías. El poema con hipertexto, sin embargo, puede responder esas preguntas por medio de enlaces, que no ofrecen otra cosa más que información externa a la página (los enlaces de conoce, aprende y comunica) y las definiciones de las palabras que no se entienden en castellano. Sin embargo no es sólo eso, porque limitarse a poner definiciones, aunque por medio de enlaces, habría desaprovechado la capacidad real del hipertexto. Por eso al final estas definiciones acaban por configurar una red que sigue la línea de pensamiento de la autora (es decir, mi línea de pensamiento) pero al mismo tiempo permite al lector elegir el camino que prefiera en cada momento. Así, lo que empieza siendo uan aclaración, acaba por ser una red de ideas a veces inconexas que pueden acabar por desorientar. ¿La idea? Precisamente esa: demostrar cómo el hipertexto allana el camino en cierto sentido, haciéndolo más rápido y practicable, pero también cómo lo complica convirtiéndolo en un laberiento en el que el lector se puede perder. Así que el poema normal quizá se queda corto porque no nos da toda la información necesaria, y el poema hipertextual quizá se pasa dándonos demasiada información. Así pues, en ocasiones el camino lineal es demasiado limitado, y el hipertextual demasiado complejo.
Por supuesto, se podría haber complicado mucho más la red de nodos, pero para ilustrar la idea he considerado que así es suficiente. Por lo demás, ya es responsabilidad del lector elegir qué prefiere: si leer el poema sin más, o perderse en todo el mundo de ideas relacionadas con éste que se puede crear a su alrededor... aunque este mundo escape a su control y esté subordinado siempre a la mente del autor.