Entrevista con Vannevar Bush

por Paula Rubio


P.R.:

¿Qué científicos han sido los más perjudicados por la guerra?

V.B.:

Los físicos son los que se han visto apartados con más violencia de su camino habitual, los que han debido abandonar sus investigaciones académicas para dedicarse a la construcción de artilugios de destrucción, los que han debido concebir nuevos métodos para llevar a cabo las inesperadas tareas que les han sido encomendadas. Ellos han desempeñado el papel que les correspondía en la fabricación de dispositivos destinados a derrotar al enemigo, han trabajado en estrecha colaboración con físicos procedentes de países aliados nuestros en el conflicto y han sentido la satisfacción de alcanzar sus metas.

P.R.:

Con el fin de la guerra, ¿cuál será su futuro?

V.B.:

La presente no ha sido una guerra única y exclusiva de científicos. Ha sido una guerra en la que todos hemos desempeñado nuestro papel. Los científicos, dejando a un lado su sempiterna competencia en aras de una causa común, han compartido entre ellos muchas cosas y han aprendido muchas otras, de modo que el trabajo compartido ha resultado especialmente estimulante para todos.En definitiva, todos los científicos han conformado un gran equipo pero, ahora que la paz se aproxima, me pregunto si serán capaces de hallar nuevos objetivos que se encuentren a la altura de su valía.

P.R.:

¿Tendrán que adecuarse los métodos de investigación a los nuevos tiempos?

V.B.:

Hay una enorme montaña de investigaciones científicas que no para de crecer pero, paradójicamente, cada vez está más claro que hoy en día nos estamos quedando atrás debido a nuestra creciente especialización. El investigador se encuentra abrumado por los descubrimientos y conclusiones de miles de compañeros, hasta el punto de no disponer de tiempo para aprehender, y mucho menos de recordar, sus diferentes conclusiones a medida que van viendo la luz. Sin embargo, podemos afirmar también que la especialización resulta cada vez más necesaria para el progreso.


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