PATRIMONIO CULTURAL


IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN Y ERMITAS

El patrimonio eclesiástico tiene gran trascendencia en la localidad. Mención especial merece la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los máximos exponentes de la arquitectura renacentista de la Comunidad Valenciana y el amplio rosario de ermitas, tanto en el casco urbano como en los alrededores.

ERMITA DE SANTA MARIA (LA MAYOR ERMITA DE SAN BLAS)

Esta ermita también llamada de San Blas, está situada en el recinto amurallado que dominaba la población. Se sabe que existía en época musulmana y la parroquia debió fundarse tras la reconquista, sobre una antigua mezquita, hacia el siglo XV. Abandonada y posiblemente dañada en la Guerra de Sucesión, en la que el castillo fue destruido, sufrió una importante renovación a comienzos del siglo XVIII, ya que consta documentalmente su devolución al culto en 1722, tras un paréntesis en el que estuvo en ruinas. Ermita de una sola nave, con capillas laterales y ábside trapezoidal. La nave, consta de una serie de tramos y cinco arcos apuntados de luces desiguales que oscilan entre los 7,5 y 9,6 metros; de trazado rebajado y teniendo los tres primeros el vértice del arco desplazado respecto al eje de la nave, producto de antiguas reparaciones.
En el altar mayor encontramos un retablo de madera de estilo barroco, que contiene la imagen de San Blas. Está recorrido por diferentes figuras talladas así como con decoración vegetal. A la derecha está la sacristía...

ERMITA DE SANTA LUCIA

Esta ermita –según don Eufrosino Martínez Azorín, cronista de Ayora- está situada en el barrio de la Solana, que es el más grande de la población, en el mismo sitio que ocupó la antigua mezquita. La calle en la que se alza, era conocida antiguamente como la calle del Horno de la Morería, y hoy día lleva el mismo nombre que la ermita, la cual se edificó en el año 1607.
En 1898 se derribó la ermita y es construida de nuevo por don Rafael Perades Gumiel, encargando la dirección de obra al maestro albañil García Barberán. Su terminación data del día 12 de marzo de 1900.
Edificio de portada adintelada sobre la cual hay una hornacina ciega que contiene la imagen de la santa. Esta rematada la fachada por la espadaña de tres arcos con campana en uno de ellos.
Ermita de estilo neoclásico con nave rectangular y piso dispuesto romboidalmente. En las paredes, entre pilastras, hay seis altares laterales, dedicados a: San Antonio, San Pascual Bailón, La Inmaculada, San Juan Niño, La Virgen del Carmen, y San Roque.
El altar mayor cuenta con un retablo pintado por Don Casimiro Escribá en cuyo centro, se encuentra la imagen de Santa Lucía.

ERMITA DE SAN JOSÉ

Ermita situada en una colina y ligada a la calle que lleva su nombre, quizás la calle más típica de Ayora. Su edificación data aproximadamente de mediados del s. XVI. Ermita con planta de cruz latina cuya nave central está separada de las laterales por tres parejas de pilastras, de cuyas impostas, como capiteles, arranca la bóveda, seccionada por varios arcos fajones con decoración vegetal en el intradós. Las naves laterales poseen cuatro altares con bóvedas.
Por encima del altar mayor se extiende un arco de medio punto que aparece ricamente tallado.
La bóveda del presbiterio es ovalada y ciega y se alza sobre una cornisa de color rosa imitando mármol.
La cúpula está pintada (1772) al fresco, y representa una alegoría de la Gloria y el Dragón infernal. Las pechinas representan los atributos del santo.

ERMITA DE SANTA BARBARA

Ayora, es una población integrada por varios barrios. Uno de ellos se formó porque a mediados del s. XVI, se edificó una ermita –la de Santa Bárbara- en la loma de una pequeña colina aledaña al núcleo primitivo de la villa.
La ermita era pequeña y en el año 1640, como crecía la devoción de los vecinos, se le añadieron a su nave dos nuevas arcadas.
La población fue en aumento y las casas se fueron aproximando al monte de la ermita y se edificaron viviendas a su alrededor, construyendo un barrio que siempre se ha conservado, como tradición de su origen histórico.
Aloja en su interior un retablo en el altar mayor, de escayola con hornacina y dos pares de columnas que contienen la imagen de Santa Bárbara.
Tiene una pequeña sacristía y todo el interior está recorrido por el Vía Crucis. Un óleo de la escuela valenciana del s. XVIII, restaurado en el año 1982, representa “La Virgen con Niño”.

ERMITA DEL SANTO ÁNGEL

La historia de esta ermita se remonta año 1392, cuando en Ayora la peste y el hambre se aposentaron en todas las casas. Debido a esto se produjo la aparición de un ángel a una hornera de Ayora que indicó que tanto las autoridades como la gente del pueblo debían ir en rogativa hasta el lugar de la aparición para que desapareciese la peste y el hambre. Las autoridades y el pueblo creyeron (…), desapareció la peste y huyó el hambre (…), y el mismo año se levantó un modesto oratorio.
En 1599 se edifica la ermita en el lugar del Oratorio.
Los derribos y construcciones se suceden en 1639 se bendice una nueva y en 1786, como la ermita parece pequeña, se construye otra mayor.
En 1860, viendo que aún resultaba pequeña para la gran aglomeración del pueblo en el día de su fiesta, se comienza una nueva construcción bajo la dirección de Pardo Martínez.
A pocos metros de esta ermita, se encuentran las ruinas de San Roque (zona conocida, típicamente en Ayora como Los Infiernos).

ERMITA DE LA VIRGEN DEL ROSARIO

En el camino de subida se escalonan estaciones del Vía Crucis en azulejos, en el interior de templetes cuadrados de tejado a cuatro aguas.
La fachada está decorada por un panel de azulejos con la representación de una Virgen con Niño, de manufactura similar al panel de San Miguel que hay en el interior de la ermita.
Data aproximadamente de mediados del siglo XIV, cuando Ayora, pertenecía a la diócesis de Cartagena.
El edificio está formado por una planta de dos naves que confluyen en un solo vértice, el cual sirve de presbiterio para el altar mayor.
En las naves, recorridas por arcos de medio punto, se encuentran doce altares, con imágenes en su interior.
El altar mayor, construido en 1720, es un templete de estilo neoclásico de fanal de cristal de cuatro caras, con la imagen de la Virgen del Rosario. Todo ello cubierto por una bóveda de crucería con clave, la cual está recorrida por escudos.

ERMITA DE SAN ANTON

Se desconoce la fecha exacta de la construcción de la ermita, aunque quizás fuese a mediados del s. XVI, pues en el año 1555, el día 18 de diciembre, ya se nombran en los libros del archivo parroquial. Fue destruida en la guerra civil y reconstruido todo su interior.
Ermita en planta de una sola nave alargada. A los pies encontramos un nartex con techo a una sola vertiente, sostenido por vigas de madera.
El interior de la construcción está formado por cuatro arcos góticos de piedra que arrancan desde el piso, sosteniendo un techo con artesonado plano en su centro, y vigas a dos vertientes, que conforman la cubierta del edificio al más puro estilo mendicante.
El presbiterio de suelo en barro de reciente construcción, acoge un retablo neogótico con hornacina para guardar la imagen del santo. También destaca el púlpito del evangelio, hecho sobre un pilar octogonal en piedra con decoración geométrica.

LA LONJA

Fue Edificada en 1892 sobre el solar del antiguo Ayuntamiento. Su airosa estructura metálica es modernista y se sitúa en el centro del pueblo, al inicio de la Plaza Mayor.

CALLE MARQUESA DEL CENETE

Se tiene constancia de su importancia desde 1550. Cavanilles, geógrafo y botánico valenciano la describió como 'superior a cuantas hay en el Reino, sin exceptuar las de la capital'. Tiene 10 metros de ancha y 376 metros de larga. Tiene varias casas nobles, algunas con interesantes fachadas modernistas.

CONVENTO DE SAN FRANCISCO

Fundado por la orden franciscana, su construcción data de 1573, aunque fue reedificado en 1778. Conserva su claustro de dos pisos. Actualmente alberga la Casa de la Cultura, donde se realizan exposiciones temporales y otras actividades, y la Oficina de Turismo.

cruz

Situada a la entrada de la villa desde Almansa. Cruz de término, de estilo gótico, labrada en piedra bajo un edículo con cuatro columnas que la cobija. Su construcción se atribuye a Miguel Molsós en el siglo XV.

CASTELLAR DE MECA

Poblado ibérico emplazado en una alargada meseta –el puntal de Meca- situada en el extremo noroeste de la sierra del Mugrón. Constituye un impresionante conjunto, siendo una de las ciudades ibéricas de la Edad del Bronce más espectaculares de la península. Posee la declaración de Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1931.
La ciudad fortaleza, tallada en roca, sorprende por sus amplias dimensiones (ocupa más de diez hectáreas de superficie), por su compleja red de recogida de aguas (basada en canalillos y grandes y numerosos –superior al centenar- aljibes tallados en roca viva) y, sobre todo, por el camino de carros de acceso al recinto, de cerca de una kilómetro de longitud, en el que destacan las huellas abiertas en la piedra producidas por las ruedas de los carros. Además se conservan restos de las murallas ciclópeas, torres defensivas, casas semiexcavadas en la roca, escaleras, pesebres y abrevaderos...

CASTILLO DE AYORA

Palacio-Fortaleza Del Duque Del Infantado. Este monumento se sitúa en una elevación en el centro de la villa. Edificado posiblemente a mediados del siglo XIII, tras la reconquista cristiana, sobre una antigua construcción árabe. El conjunto estuvo compuesto por el palacio-residencia de cuatro plantas, tenía dos plazas fuertes y una gran torre del homenaje, además de otras dependencias para soldados y servidumbre, aljibes y jardines. El conjunto estaba rodeado por cerca de mil metros de murallas y torreones de defensa.
El castillo quedó arruinado por las tropas de Felipe V en la Guerra de Sucesión Española, pero su hermoso perfil y sus grandes dimensiones todavía evocan su presencia histórica. Entre sus restos cabe destacar la torre del homenaje, de planta cuadrada, la “puerta falsa”, mandada construir por la Marquesa del Zenete en el s.XVI, sobre la que estaba su escudo de armas, así como lienzos, murallas, cubos, fosos, cisternas.
A la importancia cultural, arquitectónica y urbanística se une la espectacularidad del paisaje circundante; con sus 1058 metros de altura sobre el nivel del mar permite contemplar una panorámica de gran belleza.

PINTURAS RUPESTRES

De Los Abrigos De Tortosilla Y El Sordo. Se encuentran situados al este de la población, en plena sierra, y ofrecen pinturas rupestres de 'estilo levantino' con temas relacionados con la caza, apareciendo representaciones animales y humanas, destacando la figura del arquero, perfectamente ejecutada y bien conservada del abrigo del Sordo.

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