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Volver a página de inicio de Woody Allen


Woody Allen nació el 1 de diciembre de 1935, con el nombre de Allen Stewart Konigsberg, en el seno de una familia judía de Brooklyn.

Creció junto a padres que eran “los típicos judíos sobreprotectores, llenos de miedos ". En todo caso, él en temores tampoco se queda corto: es claustrofóbico, agorafóbico; le asustan las duchas con desagüe, los túneles, o cambiar el menú del desayuno o variar su ropa. Sus fobias se mantienen, a pesar de que ha pasado casi toda su vida visitando al psicoanalista.

De pequeño, entre la magia, la música y las producciones cinematográficas, no le dedicó mucho tiempo a los estudios.

En la primavera de 1952, se convirtió en Woody Allen cuando comenzó a mandar sus primeros chistes a periódicos neoyorkinos, y luego, con éxito creciente, a radios, presentadores de televisión y humoristas.

Allen debutó como cómico en solitario  en 1960, en un pub de Nueva York. Esa noche, fue la única vez que el director sufrió pánico escénico. A pesar de que en un principio no le fue muy bien, resistió y aprendió a hacer de su torpeza un elemento del personaje.

Allen comenzó su carrera cinematográfica como guionista y actor en 1965 con “¿Qué tal, Pussycat?” Esta cinta fue la que le llevó a convertirse en director, porque quedó tan disconforme con el resultado final que decidió no dejar que otro dirigiera sus guiones.

Su debut como director llegó en 1966 de una forma poco convencional con “Lily la tigresa”. Al finalizar, el resultado le gustó tan poco que quiso quitar su nombre de los créditos.

Un lunes de 1972, Woody comenzó con una tradición que mantiene hasta hoy: tocar el clarinete en un local de Nueva York. Hasta 1997 lo hizo con su banda en el Micahel´s Pub. Cuando éste cerró, se trasladó al Carlyle, donde cada lunes sigue interpretando diversos temas de jazz. Sus lunes de música fueron la excusa que durante años justificó su ausencia en la ceremonia de los premios Oscar. Pero el 2002, Woody se presentó por primera vez en la noche de entrega. Fue para incentivar que no dejaran de filmar en Nueva York, a pesar de los atentados a las Torres Gemelas que habían conmocionado todo el país.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En 1973, comenzó con “El dormilón” la etapa inspirada y protagonizada por DIane Keaton. De este periodo destacA “Annie Hall” que se estrenó en 1977. con esta película, Woody logró la nominación al Oscar por mejor guion, director y actor principal; una situación que solo había vivido Orson Welles con “Ciudadano Kane”.

Junto con Keaton, estrenó “Interiores” en 1978, por la que fue nominado nuevamente al Oscar a mejor guion y director. Al año siguiente “Maniatan”, considerada como una de las obras maestras del director, cerró el periodo de la pareja.

En 1982, Allen dirigió por primera vez a Mia Farrow. “Comedia sexual de una noche de verano” es el principio de una colaboración que produjo 13 películas y le reportó a Allen diez nominaciones a los premios Oscar y una estatuilla. De este período destacan las películas “La rosa púrpura del Cairo”, “Hannah y sus hermanas”, por la que recibió el Oscar 1987 a mejor guión; “Otra mujer”, “Alice” y “Maridos y mujeres”, que fue la última cinta en que trabajaron juntos.

El ritmo de Woody Allen siempre ha sido elevado, ofreciendo a sus múltiples seguidores películas con gran regularidad, hecho que rara vez ha producido un nivel de descenso en la calidad de las mismas.

Durante los años 90 y comienzos del siglo XXI, Woody Allen, un autor mucho más valorado fuera que dentro de su país, ha continuado estrenando películas, generalmente comedias, en las que pone de manifiesto su talento para la construcción de ingeniosos tramas e hilarantes situaciones, aderezadas con deliciosas bandas sonoras.

A sus 71 años, el guionista, director y actor ha declarado que envejecer le resulta terrible porque disminuyen las oportunidades y porque las ventajas de la etapa madura son una mentira: no se considera más sabio, ni se siente más tranquilo. Incluso, una certeza poco agradable lo ronda: cree que no es un genio y que no logrará alcanzar a maestros como Kurosawa o Fellini. Sin embargo, sigue intentándolo.

 

Acerca de su vida