GRANDES DIRECTORES | El cine y sus maestros

 

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Pedro Almodóvar

Curiosidades


 

 

John Ford participó, en sus inicios en el mundo del cine, en el film de David Wark Griffith The birth of a Nation ( El nacimiento de una nación ), de 1915. Fue contratado como extra y encarnó a uno de los jinetes del clan. Durante el rodaje, se golpeó en la cabeza con una rama de árbol mientras cabalgaba, por lo que permaneció en el set durante tres días, en los que se dedicó a ve cómo trabajaba el gran Griffith. Más tarde reconocería la influencia que este cineasta tuvo en él: “ Yo no diría que le robé nada. Diría que le copié abiertamente”.

 

 

 

 

 

Amigo de preparaciones rigurosísimas antes de los rodajes, era frecuente que se improvisara continuamente para espanto de los productores. Sus improvisaciones son, sin embargo, algunos de los momentos más conseguidos del cine fordiano.

 

 

Parte de la infancia de John Ford se desarrolló en el mar, pues su tía vivía en la isla de Peak, muy cercana a Pórtland, donde vivía Ford con su familia. Allí sus hermanos eran muy aficionados a navegar en embarcaciones ligeras, pasión que también compartió más tarde él mismo. Este hobbie le ayudó en uno de sus films, North of Hudson Bay , en la que se dio la circunstancia de que ningún miembro del equipo sabía manejar una canoa excepto el propio Ford y el actor principal Tom Mix. Así que, para poder rodar sin perder tiempo la secuencia en la que el malvado perseguía al héroe en canoa, Ford encarnó ese papel en las tomas de exteriores.

John Ford nunca estaba dispuesto a hablar de sus películas, de sus métodos. Y si no que se lo digan a Peter Bogdanovich, quien al entrevistarse con el cineasta para realizar su libro John Ford le sucedió esto.

Sobre este magnífico cineasta se ha opinado mucho. Según Francisco Javier Urkijo, autor de John Ford (Ed. Cátedra), Desde Howard Hawks hasta Ingmar Bergman, pasando por Eisenstein, Pudovkin, Welles, Satyajit Ray, Kurosawa, Capra, Fellini, Rendir, Kramer, Anderson, Leone, Hitchcock o Truffaut (aunque solo tardíamente), la lista de números uno del cine mundial admiradores de Ford es interminable. Muhos de ellos han manifestado en repetidas ocasiones considerarle el mejor, el más completo, el “director de directores”.