MUSEO
Desde hace algunos años vivimos un auge de los museos de etnología. Al parecer estamos asistiendo a una revitalización del interés por la cultura popular, una cultura que está desapareciendo. Este interés se enmarca dentro de una ampliación del concepto patrimonio más allá del tradicional histórico-artístico. Además de esto, encontramos que dentro del proceso mundial de globalización las culturas locales buscan sobrevivir a este proceso. Con estos museos se busca mantener viva la raíz de la identidad de las gentes de la huerta. El Museu de L’Horta (Almàssera) surge por iniciativa del Ajuntament d’Almàssera contando con la financiación de la Conselleria de Agricultura, Pesca i Alimentació. Se inauguró el 19 de mayo de 1999.
MUSEO DE LA HUERTA
El diseño del proyecto museográfico de la exposición permanente, ha sido realizada por el equipo dirigido por el profesor de la Universitat de Valencia Enric Guinot. La idea original que impulsó la creación del museo, es la preservación de parte del patrimonio etnológico local que de otro modo desaparecería. Así, en la concepción museológica, se busca también mostrar a las nuevas generaciones un modo de vida en peligro de extinción qué es el que conforma la idiosincrasia de las gentes de Almàssera. La vida agrícola es el origen real de este municipio, así como de tantos otros de la huerta. El museo se ubica en el antiguo matadero municipal, construcción del siglo XIX rehabilitada por el arquitecto Joaquín Turán García como tal. La ubicación del museo permite, gracias a que estos edificios solían estar fuera del núcleo urbano, la observación directa de la huerta.
El espacio es organizado en diferentes ámbitos, aprovechando la estructura original del edificio en naves. En la nave derecha se creó un ámbito dedicado a “la casa” subdividida en secciones temáticas (la cocina, el fuego, la infancia y la religiosidad). El patio fue cubierto con una estructura de cristal para dotarlo de la luminosidad original y en él se dispusieron las piezas más voluminosas como un carro con sus arreos, maquinaria para el procesado de chufas y se reconstruyó un pozo con su brocal. En la nave izquierda se configuró un espacio en el que se expusieron los objetos relacionados con labores artesanales (herramientas de carpintería, pesos, etc.)y agrícolas. Este espacio adopta un carácter más didáctico con la recreación de personajes, como por ejemplo un animal de tiro con sus arreos de labranza, una pareja de ancianos, etc.
La colección de objetos es fruto de la cesión y donación desinteresada de los propios vecinos del municipio. Si algo caracteriza a los proyectos museológicos es su habitual desconexión con el interés mayoritario de la población. Este no es el caso. En el Museu de l’Horta el proyecto ha sido, no solamente respaldado por el pueblo, sino creado gracias a estas donaciones. La colección del Museo está formada por un fondo de 589 piezas de las cuales se seleccionaron 300 para la exposición con la cual se inauguró el edificio. Para llevar a cabo esta selección se siguieron criterios de homogeneidad, estado de conservación y representatividad de la vida cotidiana de Almàssera y su entorno. Además de la colección de objetos, destaca el conjunto de reproducciones fotográficas originales, que forman un fondo documental gráfico de gran relevancia para el estudio de la vida cotidiana de los habitantes de la huerta.
El Museu de l’Horta d’Almàssera es gestionado directamente desde el consistorio municipal, sin la participación de otras instituciones. Hoy por hoy carece del necesario personal técnico y por tanto su dinamización es difícil.
Desde que abrió sus puertas en 1999, el Museo de l’Horta de Almàssera ha ido creciendo año tras año y se ha convertido en una parada turística obligada en la comarca. Este espacio cultural que muestra la vida de las familias que vivían de la huerta de Valencia, sus cultivos y sus animales recibió en 2005 un total de 6.623 visitas. Los datos indican la consolidación del museo, sobre todo, desde su última ampliación en julio de 2004.
Esta cifra comienza a diferenciarse con los resultados de asistencia de años anteriores. Entre 1999 y 2000, las visitas llegaron a las 2009 personas; un año más tarde 1900 visitantes y en 2002 fueron 1969. Para 2003 se registró mayor conocimiento de la existencia de este museo llegando a las 2.155 visitas. Sólo el año 2004, con 5.800, tiene unas cifras que se acercan al último registro.
Las visitas más destacadas son las de grupos de colegios o visitas turísticas por la Comunidad Valenciana. Estudiantes universitarios, investigadores y particulares también disfrutaron de un centro etnológico que recupera para el presente y el futuro la realidad de la huerta del pasado.
Y es que el museu de l´horta forma parte de la vida cotidiana de los vecinos del municipio, los habitantes de Almàssera se sienten identificados con su huerta, y mediante el museo este estilo de vida se plasma de una forma clara a los visitantes de la región.
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