EL VIAJE A BORDO DEL HMS BEAGLE


Entre 1831 y 1836, Charles Darwin se embarca en un apasionante viaje alrededor del mundo en el bergantín HMS Beagle, cuyas características técnicas era: bergantín hidrográfico de tres palos, de 242 toneladas, 28 metros de eslora y armado con diez cañones (imagen). El navío de investigación fue fletado por el Gobierno británico para llevar a cabo estudios en las costas de la Patagonia y Tierra de Fuego, así como Chile, Perú y algunas islas del Pacífico. El viaje comenzó en Davenport (Plymouth, Inglaterra), desde donde zarpó el barco el 27 de diciembre (“mi auténtico nacimiento” afirma en su Autobiografía, con Darwin a bordo, a pesar de la primera negativa de su padre. El viaje debía durar dos años, aunque finalmente se alargó hasta los cuatro años, nueve meses y seis días en los que el Beagle recorrió 40.000 millas.

El 6 de enero, el Beagle realiza su primera parada en el pueto de Santa Cruz de Tenerife, pero la tripulación no puede pisar tierra firme debido a la cuarentena impuesta por causa de la epidemia del cólera. No fue hasta diez días más tarde que los viajeros del Beagle descendieron del barco en el archipiélago de Cabo Verde. Durante su estancia en las islas, Darwin renovó su interés por la Geología y realizó observaciones y trabajos de campo.

Poco después, el Beagle se dirigió hacia Sudamérica, arribando a puerto en Río de Janeiro (Brasil). En Sudamérica, la expedición visitaría Montevideo (26 de julio), Argentina (donde Darwin comienza a plantearse la validez de las teorías sobre el origen del hombre a raíz de unos fósiles que encontró), Uruguay (donde fueron testigo de fosforescencias marinas y del llamado fuego de San Telmo), Chile y Perú. De Sudamérica, se dirigiría a Australia, Nueva Zelanda (islas Chathan) y Tasmania. Véase CRONOLOGÍA. Finalmente, el Beagle regresó a territorio inglés (puerto de Falmouth, Comwall) el 2 de octubre de 1836. Darwin llegó a su residencia en Shrewsbury el 6 de octubre.

Durante el viaje, Darwin tuvo tiempo de recolectar toneladas de muestras de rocas, ejemplares vegetales, animales y fósiles y de realizar numerosas anotaciones, trabajos e investigaciones; todo ello a pesar de que en el barco la mayor parte del tiempo se la pasó mareado y en un camarote estrecho y sin comodidades.

Una de las observaciones más importantes de Darwin durante su viajes fue el estudio de diversas especies animales y vegetales en las Islas Galápagos que le condujeron a iniciar la construcción de su teoría evolutiva (véase TEORÍA EVOLUTIVA). La importancia del viaje en el Beagle en la vida de Darwin es crucial. Se podría afirmar que sin él, Darwin no hubiese podido construir su teoría evolutiva y no se hubiese avanzado tanto en la ciencia en el ámbito del estudio del origen del hombre como se hizo a partir de ella.