Los inicios del género

La historia del género de aventuras en los videojuegos se abre con la aparición, a principios de los 70, de la primera aventura conversacional, escrita por Will Crowther. Se llamó Colossal Cave Adventure, ya que el juego se situaba en una gran cueva que el jugador debía explorar, aunque posteriormente fue conocido simplemente como Adventure, dando nombre al género. El juego despertó un gran interés, y se extendió a través de la entonces reciente ARPANET durante la década de los 70.

En las aventuras conversacionales, todo el desarrollo del juego se produce de forma textual. La comunicación entre juego y jugador tiene lugar a través de un analizador sintáctico de texto, de forma que el jugador teclea en lenguaje natural las instrucciones que el juego debe ejecutar, por ejemplo "usar fuego", o "ir norte".

Un fan del exitoso Adventure, el programador Scott Adams, consiguió dar el salto a los ordenadores personales y desarrollar juegos similares al Adventure que podían ejecutarse con la limitada memoria de estas máquinas. En 1978 fundó Adventure International, y llegó a producir doce aventuras, hasta que la compañía fue a la bancarrota en 1985.

También a finales de los 70 unos estudiantes del MIT fundaron Infocom, famosa sobre todo por Zork, que llegó a vender más de un millón de copias. Durante la década de los 80, Infocom produjo una importante cantidad de juegos de gran calidad y variedad de temas. Sin embargo, su reticencia a incluir gráficos en sus juegos provocó un descenso en sus ventas, y en 1989 la compañía se componía de sólo 10 empleados, una pequeña parte de los 100 que había llegado a tener en su época dorada.

Mystery House, de Sierra OnlineEl matrimonio formado por Ken y Roberta Williams fue responsable del primer paso importante hacia las aventuras gráficas propiamente dichas. Después de jugar al Colossal Cave Adventure, descubrieron que en el mercado no había demasiados productos similares, y decidieron dedicarse a desarrollar nuevas aventuras conversacionales. Sin embargo, aunque a Roberta le agradaba el concepto de aventura textual, pensaba que la experiencia sería mucho más satisfactoria con un acompañamiento gráfico. Así se gestó Mystery House, la primera aventura gráfica, una historia detectivesca inspirada por la novela Diez negritos, de Agatha Christie. Los gráficos en cuestión se limitaban a unas pocas líneas, y en realidad se trataba de una mezcla entre las aventuras conversacionales de entonces y lo que ahora se conoce como aventura gráfica, ya que el jugador continuaba introduciendo instrucciones textuales en lenguaje natural por teclado, y la misión de los gráficos era simplemente ayudar al jugador en la visualización del escenario en el que se desarrollaba la acción.

Tras el éxito conseguido con Mystery House, los Williams fundaron Sierra On-Line (originalmente llamada On-Line Systems). La calidad de sus juegos aumentó rápidamente, lo que les permitió dominar el mercado durante gran parte de los 80, pero esa es otra historia.