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MITOLOGEMAS EN UN POEMA DE CHARLES BAUDELAIRE

 

    Publicado en la revista "Psicopatología" 16/1 (1996)

 

Un estudio sobre "Benediction" de Charles Baudelaire


 Cuando el profesor Sarró, en los años 70, se planteaba el estudio y clasificación de los contenidos delirantes, acuñando entonces el concepto de mitologema, valoró la similitud que existe entre las creaciones esquizofrénicas y los componentes  míticos de diversas culturas.

    En aquellos trabajos se cita, en diversas ocasiones, al poeta Charles Baudelaire (1821-1867), como referencia literaria por excelencia del denominado pensamiento mágico-mítico.

    Por otro lado, puede servirnos su obra como ejemplo de las creaciones surgidas bajo los estados de conciencia psicodisléptica, en los que el profesor Rojo encontró contenidos semejantes a los citados mitologemas.

    En la actualidad, el análisis temático de los delirios, pieza clave de la psicopatología clásica, ha pasado a un segundo plano debido al interés que muestra la psiquiatría por aproximarse a un modelo "médico" del enfermar psíquico basado en trastornos bioquímicos y/o genéticos; pero los contenidos delirantes pueblan todavía la mente de nuestros pacientes aunque la "voz" de la enfermedad mental sea acallada por los psicofármacos y, prueba de ello son las expresiones plásticas de estos enfermos.

    Como muestra genial de esta producción plástica hemos decidido elegir uno de los poemas de Baudelaire, recogido bajo el título genérico de "Les Fleurs du Mal" (Las Flores del Mal), para someterlo a un análisis temático, tratando de encontrar en él contenidos superponibles a los de algunos de los mitologemas descritos por Sarró.

    El poema elegido es "Benédiction" (Bendición), publicado en 1847; lo encontramos sugerente porque todo él parece recorrer las etapas descritas por Conrad en el pensamiento delirante; cuando el hombre percibe una extrañeza en sí mismo que le aparta de los otros, que le hace sentirse diferente (Trema) y, perplejo, busca una explicación que tan sólo encuentra al ser objeto de un odio inmenso, de una maldición: ya se le ha revelado el misterio (Apofanía) y antropológicamente ya ha perdido su ser-en-el-mundo (Heidegger).  Después recorrerá un camino de dolor y sufrimiento en el que se rompen la temporalidad y la historicidad buscando de nuevo explicaciones a su calvario, por lo que, al final, en una suprema rebelión contra la injusticia, asume el singular privilegio de la felicidad infinita en una definitiva ruptura con la realidad (Apocalipsis) (13).

    Es de suponer que el poeta sintiera una sensación de angustia y extrañeza, derivadas de su inconformismo, de su inadecuación con el entorno familiar y social en el que se había desenvuelto su infancia y adolescencia; se trata de una composición, en cierto modo, autobiográfica, por lo que, partiendo de la hipótesis de que los contenidos expresados en los delirios rompen con la biografía del sujeto (18), hace pensar que en el caso de Baudelaire no estamos ante un esquizo-parafrénico, sino ante la expresión de una forma pseudo-neurótica cuyo contenido mitologemático estaría influido por las percepciones producidas por los psicodislépticos.

    La "conciencia psicodisléptica" es definida por Ey y Rouvart como una infiltración de las construcciones del sueño en el estado vigil.  El individuo se entrega a la ficción vivida que perturba la afectividad y la conducta, pero que no hace perder su lucidez y su orientación, e incluso se convierte en espectador de sí mismo.  Esta crítica que el sujeto hace de su estado cuando se transforma en su propio espectador, es como si su conciencia reflexiva, permaneciendo indemne, observara claramente las perturbaciones de la conciencia que llamaríamos basal. La conciencia queda parcialmente escindida, presentándose despersonalización; el individuo deja de participar vitalmente del ambiente. La "ambigüedad" de conciencia, extraña a sí misma sin dejar de ser ella, acarrea impresiones constantes de misterio, de enigma y el deslizamiento a los grandes mitos que expresan a la vez la catástrofe, lo inefable, la salida del tiempo y del espacio.

    En el trabajo del profesor Rojo (12, 13) se nos indica cómo en la psicolisis experimental se llega a niveles de conciencia que no responden a un sucesivo oscurecimiento de esta función, sino a una progresiva simplificación de la misma.  En estos casos el sujeto, en lugar de dormirse experimenta un cambio rotundo de su mente, como si descubriera el mundo como un mundo nuevo porque los parámetros espaciales y temporales son, por completo, distintos.

    Recordemos ahora, a este respecto, de qué forma Baudelaire relata estas experiencias en "Le Poéme du haschisch" (El Poema del hachís) (3): "L'intelligence de l'allégorie prend en vous des proportions á vous-même inconnues; (...) La grammaire, l'aride grammaire elle-même, devient quelque chose comme une sorcellerie évocatoire; les mots ressuscitent revétus de char et d'os" (La comprensión de la alegoría toma en ti proporciones que te eran desconocidas; (... ) Incluso la gramática, la árida gramática, se convierte en una especie de invocación mágica; las palabras resucitan revestidas de carne y hueso).  Y, por último: "... Je crois avoir suffisamment parlé de l'accroissement monstrueux du temps et de I'espace, deux idées toujours connexes, mais que I'esprit affronte alors sans tristesse et sans peur. Il regarde avec un certain délice mélancolique á travers les années profondes, et s'enfonce audacieusement dans d'infinies perspectives" (... Creo haber hablado suficientemente del crecimiento monstruoso del tiempo y del espacio, dos ideas siempre conexas, pero que el espíritu afronta entonces sin tristeza y sin miedo.  Mira con cierta delicia melancólica a través de los tiempos profundos y se hunde audazmente en infinitas perspectivas).

    Ciñéndonos ahora al poema, vemos que las cinco primeras estrofas serían un exponente del tema considerado más significativo por la psicopatología clásica: el de Hostilidad Universal.  Así, el poeta se siente víctima de los "Poderes Supremos", de tal forma que su madre le recibe como una maldición y, en consecuencia, es su propia madre, también inmersa en este círculo de odio y aversión, la que se compromete a destruirlo a cualquier precio, impidiendo su desarrollo.  Se siente a su vez, él, el causante de la desgracia de su madre, abocada así, por el hecho de serlo, a una vergüenza infinita. (Versos 1-20).

    En los versos 13-14 se proyecta el odio de los "Poderes Supremos" sobre la madre que se convertirá en la ejecutora de la persecución,

    En la esencia de esta persecución late la injusticia de ser el mismo Dios (Poder Supremo) quien, alterando el orden universal por el que el Creador ama a sus criaturas, establece una relación equivoca en la que la criatura es percibida como una amenaza.

    Y de aquí surge, como es muy habitual en el curso de los delirios, la concatenación con un nuevo mitologema: el de la Mesianicidad.

    Se puede considerar que ante la vivencia de Hostilidad Universal aparece, a posteriori, la vivencia de haber sido elegido para redentor a través del sacrificio.

    Las referencias mesiánicas del poema son claras en los versos 21-36 en los que, con alusiones evangélicas y metáforas derivadas de los relatos de la Pasión de Cristo, el sujeto se identifica con el Mesías.

    En los versos hasta ahora comentados, fue vista por parte de los críticos de su tiempo, la habitual actitud de provocación hacia los valores religiosos, éticos y morales de la sociedad decimonónica, que hicieron que "Las Flores del Mal" fuese objeto de juicio y sanción en los tribunales, celebrándose al mismo tiempo la aparición de una nueva estética poética que culminaría con el surrealismo.

    Pero también pueden ser leídos como expresión de sentimientos más profundos aclarados en el subconsciente del escritor.

    Así volvemos a encontrar la expresión de Hostilidad (amenaza, infortunio), en los versos 37-52, esta vez proyectada en la persona de su esposa, quien utiliza el amor y la adoración de la que es objeto para volverlos contra él en forma de odio, desprecio, burla y humillaciones.  Se manifiesta así una típica actitud del delirante al incluir a sus seres más queridos en el mundo del delirio.

    Las referencias bíblicas son de nuevo aquí patentes, en forma de imágenes que recordarían la una Salomé exigiendo la cabeza del Bautista.  Encontramos ya pues, en los últimos versos, el mitologema de la Divinización.

    Y pasando ya a la parte final del poema, volvemos a encontrarnos el mitologema de la Mesianicidad; tras la vejación, tras la humillación y el sufrimiento, del mismo modo que el Mesías es entronizado, el poeta será recibido entre todas las Legiones Angélicas como uno más de entre ellos, para gozar de eternos privilegios.

    Y es en estas estrofas en las que, acentuando la forma de expresión con unas innovadoras metáforas, podernos encontrar dos mitologemas más, los referidos a la Expansión/Retracción del espacio y el tiempo y el de la transformación de signos en símbolos.

    En conclusión, el profesor Sarró, en una época en la que la psiquiatría dedicaba mucho en su quehacer a escuchar el contenido del discurso del parafrénico, concluyó que existía en este trastorno una modalidad del que llamó "pensamiento participante", acuñó el mitologema del "homo divinans" y ejemplarizó en Baudelaire la forma poética de expresarlo en lo que los críticos literarios definieron como "Teoría de las Correspondencias".

    Recordemos a su vez que, para Levy-Strauss existe en el pensamiento mágico-mítico un determinismo global fundado en "correspondencias analógicas" que va parejo con la ausencia de distinción de niveles de conciencia.

    Este carácter ha sido señalado también por J.A. Rorny (10) que escribe que hay "unité cosmique et correspondance reglée entre chaque événement et tous les autes.  Cette correspondance est analogique: ainsi I'être humain est un microcosme dont les fonctions se retrouvent en toutes les parties du macrocosme", (unidad cósmica y correspondencia regular entre cada acontecimiento y todos los otros. Esta correspondencia es analógica: así el ser humano es un microcosmos cuyas funciones se reencuentran en todas las partes del macrocosmos).

    Por su parte el poeta al formular la llamada "Teoría de las Correspondencias", trata de descifrar las "analogías" entre lo "natural" y lo "espiritual": "Correspondance des sensations, allusions elliptiques á des images fugitivs, métaphores indiquées en passant, suggestions et hallucinations mêlées ne sont donc pas pour Baudelaire un hasard, mais une conséquence logique d'une pensée générale. (..) Il faut que le poéte ne passe pas par I'intermédiaire du raisonnement pour faire sentir cette alliance des sentiments, des images sensibles, et des idées, essence de la poésie (...) au delà du lyrisme individuel comme une nouvelle manière d'exprimer une philosophie générale de I'homme et de la nature" (2) (Correspondencia de las sensaciones, alusiones elípticas a imágenes fugitivas, metáforas indicadas al pasar, sugestiones y alucinaciones mezcladas, que no son para Baudelaire un azar sino una consecuencia lógica de un pensamiento general. Hace falta que el poeta no se sirva del razonamiento para experimentar esta alianza de sentimientos, de imágenes sensibles y de ideas, esencia de la poesía más allá de su lirismo individual, como una nueva forma de expresar una nueva filosofía del hombre y de la naturaleza).  Por ello cabría interpretar la "Teoría de las Correspondencias" como una propuesta literaria basada en la utilización del "pensamiento participante" y del modelo mágico-mítico surgido en la mente de Baudelaire a partir de las experiencias de la conciencia psicodisléptica.

    Con el presente trabajo hemos querido contribuir a recordar, por un lado, el interés que todavía debe depararnos el "escuchar" en nuestra labor diaria y, por otro, ofrecer la perspectiva del análisis de un texto literario que resume de forma extremadamente bella mucho de aquello que late detrás de la aparentemente inconexa jerga de nuestros pacientes.

 

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