Mi ángel
por Darío Borja
La mandó
para mí,
a
alumbrar el sendero
que,
entre piedras y penumbras,
habitaba
en la época
en que
los demonios se establecieron.
Me la
prestó
para
conocerlo,
me abrió
las puertas
de su
etéreo cielo.
Con su
sonrisa, la bienvenida
y el amor
entero me enseñó.
Máxima
bendición de vida
sobre la
esperanza,
sin
costo de lágrima vertida
sobre la
pasión que alcanza,
para
pagar tu amor sin salida.
...La
mandó como mi ángel...
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