- El Viejo Timo Inn: El típico establecimiento económico completo, con camas de Dedos Mágicos, biblias en las mesitas y esa sensación realmente extraña que uno tiene de que ha pasado algo muy malo en la habitación donde uno duerme. TTPD (Tráete Tu Propio Desinfectante).
- Rancho Relaxo: El único hotel-balneario de dos estrellas ni siquiera estaba en Springfield hasta hace tres años, cuando la ciudad pidió al Gobierno federal que expropiara diez acres de tierra en las montañas Springfield donde se encuentra. La justificación de Springfield: no tenían un hotel-balneario de dos estrellas. Desde la expropiación, la ciudad puede disfrutar de un hotel de lujo donde uno se baña en barro, arena caliente y pudding de arroz a temperatura ambiente, todo en el mismo día.
- Misión de Springfield: Los que busquen un acomodo barato, lo han encontrado: la Misión de Springfield ofrece catre, almohada, tres comidas al día y un despioje complementario a la llegada. Todo gratis. Las únicas pegas son el extraordinario índice de robos de maletas y el verse obligado a hacerse pasar por vagabundo durante toda la estancia.
- El Gitano Feliz: Lleno de ancianos en camiseta, de un persistente olor a consomé de buey y del sonido de la gente tocando mala música zíngara, El GItano FEliz ofrece habitaciones de estilo preguerra que se alquilan por días. Las comodidades incluyen una lata de betún negro, un aguamanil con palangana de cerámica y libre acceso al tendedero. Los propietarios advierten de la conveniencia de traerse muchas bolas de naftalina, ya que el ático del edificio ha sido un santuario de polillas durante los últimos treinta y seis años.
- Albergue Cristiano de Ned Flanders: Si realmente no tienes otra alternativa, quizá quieras probar este albergue situado en el sótano de un residente de Springfield.
Los Flanders son extremadamente amables, por no decir empalagosos, familiares, siempre dispuestos a ayudar y albergar a cristianos y no cristianos a la vez, ya que sienten que es su obligación. Pero este lugar va más allá de las obligaciones espirituales... el sótano de los Flanders es realmente agradable, ya que la familia ha comprado recientemente un colchón que convierte su mesa de billar en una cama gigantesca y su bar tiene una selección de cervezas como Duff con Cuádruple Alcóhol y Duff Fuerte. Además, el servicio de habitaciones es impecable: la cocina de MAude Fladers está abierta las veinticuatro horas del día y ofrece platos caseros como los nachos estilo Flanders (con pepinillos y queso fresco) y pollo con curry a la Ned (pavo con ketchup y sal). Los hijos de los Flanders, Rod y Todd, hacen de conserje y botones, y están siempre dispuestos a llevar las maletas y planchar pantalones en caso que sea necesario. Hasta el mismo Ned se quedará en casa para que no pierdas ningún mensaje. Júntalo todo y tienes realmente los servicios de un hotel de cuatro estrellas en una zona estrictamente reservada a viviendas privadas. Y todo por el ridículo precio de mostrar un ejemplar de la Biblia de las Buenas Noticias cuando te registres.
- El Peor Western: Un motel que vuelve a la carga. El año pasado, las autoridades cerraron tres de las habitaciones. este año sólo han clausarado una. basándose en este reciente éxito, el motel ofrece un desayuno continental compuesto de harina, agua templada y sobrecitos de azúcar del restaurante mexicano que tiene al lado.