RESTAURANTES
Con vacunas apropiadas, condicionamiento enzimático y preparación psicológica, comer en Springfield puede ser una experiencia tan desafiante como satisfactoria. Algunos dicen que Springfield es una mancha en el panorama culinario de Estados Unidos. Bueno, Springfield es una ciudad a la que le gustan los fritos y que ha declarado a las ardillas aves de corral. Y también es cierto que la Delegación de Sanidad puede ser fácilmente sobornada con chocolate belga y vino tonificante. Pero ¿llamarla una «mancha»? Por favor. Todos saben que Springfield tiene problemas en este tema, pero también es una ciudad con una visión culinaria atrevida e innovaciones visuales como los sombreros Nacho y la hamburguesa Buenos Días, que abre los ojos y tapona las arterias. ¡Es una ciudad que se toma la frase «buffet libre» muy en serio! Es una ciudad que no se acobarda ante las obligaciones alimenticias, sino que te ofrece sus especialidades y te dice: «¡Come, está bueno y probablemente no te sentará mal!» ¿Dónde se puede comer en Springfield? Gracias por preguntarlo:
- Delicatessen de Izzy: Recientemente votado como el restaurante más «salado», también es la mejor tienda de delicatessen de Springfield. Prueba el Rainier Wolfcastle (una ametralladora comestible hecha de sauerbraten, kraut e hígado picado), pero evita el Troy McClure (arenque, pepinillo y remolacha en pan del dia anterior).
-
El Holandés Jamante: Este restaurante náutico se especializa en pescados muy fritos. Los pros: el pescado es fresco y el local es propiedad de un auténtico viejo lobo de mar. Los contras: el pescado se pesca en el contaminado puerto de Springfield, y el viejo lobo de mar a menudo está borracho y huele mal. El reto más atrevido del restaurante es la mariscada cremosa de la casa, con delicadezas tales como puré de vieiras en tostadas, y macarrones con mejillones y queso. Nota: La política de «buffet libre» terminó cuando cierto caballero residente casi arruinó el local debido a su voracidad.
-
Dos Chicos de Kabul: Sirve la mejor labna a este lado de Vandihar, DCDK es uno de los mejores restaurantes «todo-huele-a-curry» de Springfield. El espectáculo gratuito de cada noche se centra en los «dos chicos» gritándose uno al otro y culpándose mutuamente por abrir un resturante paquistaní en una ciudad que considera el queso suizo como algo demasiado exótico.
-
El Sumo Feliz: Excelente sushi servido con todos los colores del arco iris, incluyendo el potencialmente letal fugu (pez-globo) y el famoso Rollito de Suhsi Springfield (tiene tres ojos, ¿lo pillas?), consistente en salmón y pez de cola amarilla envueltos en alga marina y servido bajo una luz negra para que pueda verse que brilla en la oscuridad. Ve por el sushi, quédate al Karaoke y mira cómo los hombres de negocios japoneses, borrachos, intentan cantar Suspicious Minds antes de vomitar, dormir, despertar y pedir más Duffahama.
-
Heladería de 5.600 sabores de Phineas Q. Butterfat: El decorado chillón, muy neo-chitty-chitty de esta heladería es casi tan dulzón como sus productos. ¿Cómo es posible que dispongan de 5.600 sabores?, te preguntarás. En P.Q. Butterfat todo vale: tienen Sueños de Queso Cheddar, Sorbete de Perejil y Rumbas de Hígado y Bacon.
-
Feo: Esnob, de moda, con comida estilo Los Ángeles. Todo puede ser servido bajo en calorías o con desdén extra. Muéstrate indiferente, mantén tu nariz en un ángulo de 45°, olvídate los calcetines en casa y todo irá bien. Aquellos de constitución fuerte (y las vacunas adecuadas) que pidan gefilte fish con polenta de trigo.
-
Shakespeare's Fried Chicken: Sirve miles de porciones diarias de pollo frito churruscado y cubierto de grasa. El Shakespeare es el abuelo de la comida rápida en Springfield basada en las aves de
corral. Tras su victoria en la guerra de los pollos de Springfield a finales de los ochenta (el coronel Krusty intentó controlar este mercado, pero falló), Shakespeare es el más extendido de la región.
-
Cafetería de Joe Temblón: Un local abierto las veinticuatro horas del día, especializado en recalentar comida congelada comprada a los proveedores de los restaurantes industriales. Bébete tu café, intercambia miradas duras con los camioneros y sal corriendo.
-
Wall E. Weasel: Esta franquicia del popular restaurante infantil ha sido llamada «la meca de los restaurantes especializados en pizzas,
máquinas recreativas horrísonas y robots con forma de animales mal conservados». Aun con todo, la pizza es relativamente buena a pesar de tener forma de pulpo. Y aunque su cola de caballo suela terminar en llmas al final de su interpretación, la versión que hace el señor Beaverotti de "El Sueño Impozzible" de El Hombre de la Mancha es sorprendentemente conmovedora.
-
El Bistec Cantante: Sirve bistecs "poco hechos, al punto y carbonizados". Este restaurante emplea a decenas de aspirantes a actor que cantan mientras comes. Puedes pedir un combinado solomillo Dean Martin/cordero Jerry Lewis. No pidas que los camareros canten American Pie de Don mcLean o te estarás allí toda la noche.
Haz clic aquí para seguir leyendo >>>